Martes, Marzo 19, 2024
A- A A+

Banner superior a un lado de logo

Anuncio Museo 400px

Ubicacion de Anuncios, debajo de destacados, banner todo ancho

Juan Ley Fong: Un pilar de lo que hoy es la LMP

 

Por Jesús Alberto Rubio.

Honor a quien honor merece:

Juan Ley Fong trascendió en la historia como un hacedor del beisbol en el noroeste de México y su notable contribución le hizo merecedor de un nicho de oro en el Recinto de los Inmortales en México.
Se distinguió por su pasión hacia el rey de los deportes, además de convertirse en uno de los pilares más sólidos en los que descansó la estructura de lo que hoy disfrutamos como Liga Mexicana del Pacífico.
El presidente fundador de los Tomateros de Culiacán, nació el 24 de junio de 1900 en Mazatlán, Sinaloa, y en vida siempre expresó un alto espíritu de apoyar todo lo relacionado con el beisbol.
Hijo de inmigrantes chinos que llegaron a Mazatlán en 1898, no sólo aprendió el arte del comercio -puso los cimientos de la que hoy es la cadena de tiendas de autoservicios más importante del Noroeste de México-, sino también a sentir una profunda pasión por el béisbol.

Volvió en un barco como polizonte

En 1905 retornó junto con su familia a China, pero a sus once años de edad, tras que su padre le regañó por no asistir un día a la escuela, en respuesta y enojado, se fue al muelle se subió a un gran barco donde se quedó dormido y al amanecer del día siguiente fue descubierto tras 12 horas de que el barco había zarpado.
La tripulación nada pudo hacer por regresarlo a China, teniendo como destino el puerto de Mazatlán donde buscó a su tío Quintín Ley, de quien tenía leves datos por pláticas de su padre. 
En esos días contó con la ayuda y orientación de otro inmigrante chino, Sixto Pang, quien lo recibió y alojo en calidad de hijo, le ayudó a aprender español y a ajustarse a sus nuevos alrededores. El apellido de Lee se convirtió en español a “Ley" y él adoptó un nuevo nombre, Juan.
Establecido ya en su nueva ciudad, se inició vendiendo carbón de leña de puerta en puerta y muy pronto se las ingenió para ejercer el comercio entre esa ciudad y Guaymas.
En 1910, al estallar la Revolución en México, las circunstancias lo llevaron a convertirse en asistente del general Álvaro Obregón, quien años más tarde sería nombrado presidente de México, invitándolo a ser el proveedor de forrajes para su ejército.
Pocos años después, comités anti-Chinos comenzaron a promover en el norte del país un programa antiinmigrantes y bajo ese escenario, Ley Fong regresa a Mazatlán en 1928 y en 1931, conoció a Rafaela López Trejo, con quien se casó poco después.

Se fue a vivir a Tayoltita

Precisamente, debido a la persecución ante-china, se fue a Tayoltita, Durango, un centro mineral de la sierra Madre que estaba en auge y donde trabajó como hortelano de la empresa norteamericana San Luis Mining Company.
Ahí nacieron sus nueve hijos, seis varones y tres mujeres y, siendo el único chino en Tayoltita, sus hijos fueron criados casi totalmente dentro de cultura mexicana pero con los fundamentos de la china: la del trabajo y la perseverancia. Su siguiente paso fue instalar un pequeño establecimiento que se convirtió en la tienda del pueblo.
Durante esos años, puso además una fundición. Compraba metal a los gambusinos de la región, lo beneficiaba y sacaba barras de oro y plata que el mismo vendía al Banco de México. Las ventas las hacía en Mazatlán.
Cuando las angustias económicas estaban plenamente superadas, en el año de 1948 sufrió la traición de un amigo cercano, quien se encargó de dejarlo en la ruina. Su fortuna se esfumó pero lejos de amilanarse, volvió a la lucha apoyado por toda su familia.
Ley Fong se enfrascó en una batalla por recuperar lo que le habían quitado, recorrió varias partes de México en busca de un lugar en donde emprender una nueva empresa y ofrecer a su familia una mejoría económica. Durante cuatro años, su primogénito, Juan Manuel Ley, se hizo cargo del negocio en Tayoltita. 
Luego, en 1954, decidió que la familia se trasladara a la ciudad de Culiacán buscando un mejor destino, por lo que compró un modesto establecimiento situado en el viejo centro de la ciudad. La familia se trasladó a Culiacán y en septiembre de 1954 nació la empresa Casa Ley.

Su amor por el beisbol

Ley Fong formó equipos, creó ligas y patrocinó torneos para apoyar e impulsar a jóvenes aficionados al deporte rey. 
En 1959 se interesó para que en el beisbol de la costa hubiera jugadores extranjeros que le dieran atractivo al circuito; las nóminas se elevaron y el desastre económico fue solventado por él, para que el circuito llegara al final.
Desde fines de los años 50`s, en Culiacán, ya patrocinaba un equipo de Primera Fuerza para luego llegar un momento relevante: en 1960, a su instancia y promoción, surgió la Liga Central de Sinaloa, entonces conocida como la Liga del Varejonal. Ese mismo año también se fundó la Liga del Noroeste.
Así, entusiasmados por incursionar en la pelota profesional, don Juan Ley Fong y su hijo Juan Manuel Ley López, decidieron unirse a la sociedad del equipo Culiacán de la Liga del Noroeste.
En 1964, el entonces presidente de la Liga Invernal de Sonora, Horacio López Díaz, los invitó a formar parte del circuito que presidía con la idea de que dos equipos de Sinaloa fueran parte de una expansión, lo cual tuvo resultados positivos.

Al frente de los Tomateros

De esa forma, Culiacán iba a empezar una exitosa presencia con la mayoría de los jugadores del equipo de Santiago, base de aquellos primeros Tomateros que debutaron en 1965 en lo que entonces se convirtió en la Liga Sonora-Sinaloa.
Antes de su deceso, disfrutó lo que fue el primer título de los Guindas. Sucedió en la edición de 1966-1967. Por cierto, fue el único campeonato que disfrutó como fundador del club.
Ley Fong ha sido el único personaje en haber recibido en dos ocasiones el reconocimiento de que una edición de temporada lleve su nombre: 
Primero, como homenaje póstumo tras morir el 26 de marzo de 1969, la temporada 1970-1971, llevó su nombre y, la siguiente ocasión ocurrió en la campaña 1988-1989.
destacó por su liderazgo, acentuada tendencia a la negociación y al diálogo para resolver los problemas y sus decisiones fueron factor decisivo para abrir la puerta del éxito que condujo a la Liga Mexicana del Pacífico a una consolidación que ha dado prestigio beisbolero a México, más allá de las fronteras.
Los logros de don Juan Ley Fong estaban a la vista, de ahí que en 1987 fuera electo al Salón de la Fama del Beisbol Profesional de México.

Hoy, en su memoria.

 
Foto de Jesus Alberto Rubio Salazar.
Foto de Jesus Alberto Rubio Salazar.
Foto de Jesus Alberto Rubio Salazar.
Foto de Jesus Alberto Rubio Salazar.