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Historia y Cultura

El fabuloso México de López Obrador

El fabuloso México de López Obrador

Francisco GarfiasArsenal
 
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Las palabras del presidente López Obrador en el informe por el tercer año de su triunfo chocaron, otra vez, con la dura realidad que vivimos en el país. “Otros datos” que ofreció a lo largo de 45 minutos que describían un México más seguro, con una inflación estable, menos pobres; donde no faltan las medicinas ni hay violencia política o masacres en territorios que se disputan las organizaciones criminales.

Ni rastro en sus palabras de la escasez de medicamentos o de angustiados padres de niños con cáncer que salen a las calles con mantas en las que exigen medicamentos al grito de: “¡Fuera Gatell!”. Mucho menos de las matanzas en Tamaulipas, Guanajuato, Zacatecas, San Luis Potosí, Guerrero, Tabasco, Chiapas: 92 muertos sólo en el mes de junio.

Nada que ensuciara la celebración de su “histórico” triunfo.

“En materia de seguridad pública también hemos avanzado”, afirmó y entró en contradicción con datos oficiales que reflejan que México está más violento que nunca. Ni con Peña Nieto (42 mil 658 muertos) ni con Felipe Calderón (30 mil 571) se habían registrado tantos homicidios en los primeros 30 meses de gobierno como ahora: 89 mil. López Obrador, sin embargo, sostiene verbalmente que desde que llegó al gobierno, los homicidios han bajado 2 por ciento.

Uno de los logros que presumió ante el puñado de invitados a Palacio Nacional es que durante su gobierno no han aparecido nuevos cárteles de la droga. Son los mismos, los que heredó del conservadurismo. Esos que no puede contener y que mantienen control sobre un 30% del territorio (el dato es del exembajador de Estados Unidos, Christopher Landau).

Dijo: “Ya estaban integradas las bandas, los grupos delictivos cuando llegamos. No creo que se hayan creado nuevos grupos en estos dos años y medio. Es el Cártel Jalisco o del Pacífico o el de Guanajuato —no mencionó al de Sinaloa— los que ya había, los que enfrentamos, no declarándoles la guerra, porque la violencia no se puede enfrentar con la violencia…”.

En las últimas dos líneas está la clave para entender el fracaso de su estrategia de seguridad. El Presidente renunció a utilizar el monopolio legal de la violencia. Quiere abrazos, no balazos. Suena padre. Pero en la realidad no se puede combatir criminales que tiran balazos con abrazos. No funciona en ninguna parte del mundo.

En materia de salud negó que México estuviera colocado “ni en América ni en el resto del mundo”, en los primeros lugares de mortalidad por covid-19. La Universidad John Hopkins, sin embargo, nos coloca en cuarto lugar mundial de muertes totales (233 mil 47) detrás de Estados Unidos, Brasil, e India.

En lo que se refiere a la economía, dijo que casi todos los pronósticos para este año coinciden en que crecerá alrededor del 6% este año. Va una referencia para equilibrar: en el 2020 decrecimos 8.5% a causa de la pandemia. Queda un déficit.

“No hemos contraído deuda pública adicional, y como no sucedía en tres décadas, el peso no se ha devaluado durante los primeros dos años y medio de nuestro gobierno. El salario mínimo ha aumentado en 44% en términos reales, como no se veía en 36 años”, aseguró.

No sé si el Presidente haya visitado recientemente bombas de gasolina, pero asegura que el combustible no ha aumentado en términos reales. Sólo admitió que el gas ha aumentado “un poco” por encima de la inflación, pero prometió que ya pronto se va a corregir ese aumento.

“También es satisfactorio informar que de los 20 millones 613 mil trabajadores inscritos en el Seguro Social antes de la pandemia, se perdieron un millón 395 mil, pero ya hemos recuperado 957 mil 248, de modo que sólo nos faltan 438 mil 156 para estar como antes de la crisis sanitaria. Esto lo vamos a lograr en los próximos tres meses”, aseguró.

La celebración terminó con las cifras de una encuesta telefónica realizada por la Presidencia de la República, según la cual, 72.4 por ciento de los entrevistados está a favor de que concluya su mandato en 2024. El 64.7% favorece la 4T, pero en su desempeño como titular del Poder Ejecutivo obtiene una evaluación de 6.7.

* Las reacciones al informe no se hicieron esperar. El jefe nacional del PAN, Marko Cortés, refutó las cifras del Presidente. “Con datos reales —aseguró— en el primer trimestre de 2021 tuvimos una caída del PIB de menos 3.6%, se perdieron 348 mil empleos y la inflación subió a 6%”, dijo.

Añadió: “El gobierno está más preocupado por perseguir adversarios políticos, que asesinos y narcotraficantes”.

El PRI dio a conocer un comunicado en el que afirma que México tiene un gobierno que da más informes que resultados. Utilizó el tema del desabasto de medicamentos como ejemplo de “incapacidad, ineficacia y falta de sensibilidad”

López Obrador anuncia que habrá más de 120 hospitales nuevos de IMSS Bienestar

ACTUALIDAD 

26 JUN, 2021

 

Habrá 120 hospitales más de IMSS Bienestar, anuncia López Obrador. Foto: Cuartoscuro

POR: EXCELSIOR

 
 
 

CIUDAD DE MÉXICO.- Se espera que al finalizar la actual administración el número de hospitales del sistema IMSS Bienestar, que atienden a la población rural, pasarán de 80 a 200, de acuerdo con datos del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Desde San Quintín, en Baja California, López Obrador anunció que los centros de salud y hospitales que fueron equipados durante la pandemia de covid 19 se integrarán a IMSS Bienestar.

Ahora que está disminuyendo el efecto de la pandemia, los contagios y sobre todo que hay menos fallecidos, vamos al plan original, a que todos los hospitales que se equiparon y que estamos terminando, y sirvieron incluso para atender a enfermos de Covid, pasen a formar parte del sistema IMSS Bienestar", explicó López Obrador.

El presidente realizó en 2019 una gira por los 80 hospitales rurales del IMSS Bienestar, donde anunció que serían equipados, y se contrataría a personal y se harían las ampliaciones requeridas.

 
 
 
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Con ese trabajo hecho de forma paralela durante la atención de pacientes Covid, dichos centros de salud y hospitales se integrarán al Seguro Social.

Hoy anunció que de 80 hospitales IMSS Bienestar vamos a llegar a 200 hospitales IMSS Bienestar al finalizar nuestro gobierno", confirmó el presidente.

Desde San Quintín, Zoé Robledo, director del IMSS, informó que el hospital rural de esa localidad incrementó en nueve sus consultorios, y llegó a una capacidad de 70 camas, y se invertirán 112 millones de pesos adicionales para adquirir equipos de rayos X, y el único tomógrafo que habrá en hospitales de su tipo.

Además, el albergue para familiares fue ampliado en 30 camas y puede llegar a ser el mejor hospital del IMSS Bienestar del país.

jvc

¿Qué pasaría sin los plurinominales?

 

Opinión del experto nacional
 

 

Jaime Rivera Velázquez

Consejero del INE

 

En México, desde hace una década, tres sucesivos gobiernos han contemplado la propuesta de disminuir el número de los llamados diputados plurinominales (en realidad son diputaciones elegidas por el principio de representación proporcional con base en listas plurinominales, es decir, de una pluralidad de nombres de candidatos). La idea encuentra eco en diversos periodistas y comentaristas, y de ahí, se extiende a algunas franjas de la población. Los motivos de tales posiciones son de dos tipos: para los presidentes en turno, la representación proporcional ha representado desde 1997 dificultad para contar con mayoría absoluta (la mitad más uno de los escaños) en las Cámaras y, merced a ella, lograr aprobar con facilidad sus iniciativas; algunos comentaristas, por su parte, derivan su aversión a la representación proporcional de la creencia (falsa) de que las diputaciones por este principio no reciben votos directos de los electores.

El sistema electoral mexicano es mixto, o sea una combinación de diputaciones elegidas por el principio de mayoría relativa (MR) y otras por el principio de representación proporcional (RP). Desde que se inauguró este sistema, con la reforma de 1977, al principio había 300 escaños de MR (elegidos en distritos uninominales) y hasta 100 de RP. A partir de 1986 se establecieron 300 y 200, respectivamente. Esas reformas permitieron desde entonces, no solamente que en la Cámara de Diputados estuvieran representadas las minorías, sino que la representación política correspondiera, en una aproximación razonable, a la votación ciudadana; es decir, que la Cámara tenga una representación plural y que ésta refleje la pluralidad política de la sociedad.

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En un sistema mixto, la RP busca corregir las distorsiones que por sí misma produce la elección por MR: un partido o coalición puede ganar un distrito con el 40% de sufragios (fenómeno hoy muy frecuente) y el restante 60% de electores se queda sin ninguna representación, es decir, sus votos no valen nada para integrar la Cámara; por extensión, un partido, con ese mismo 40% a nivel nacional, suele ganar más de la mitad de los escaños, y la mayoría restante de electores se traduce en minorías severamente subrepresentadas. Que una minoría electoral se convierta en mayoría parlamentaria es claramente contrario al principio, democrático por excelencia, de igualdad de todos los votos ciudadanos.

La experiencia de México es muy ilustrativa al respecto. Por ejemplo, en 2012, el PRI (aliado al PVEM en una parte de los distritos) obtuvo 33.6% de la votación nacional emitida y 52.7% de las diputaciones de MR, que, sumadas a las de su aliado, ascendieron al 59% de los escaños de MR. Una minoría de votos, traducida en una amplia mayoría de escaños. Esta distorsión de la representación se corrige parcialmente con las diputaciones de RP: el PRI y el PVEM sumaron 48.2% de los asientos en la Cámara. En 2015 ocurrió algo similar: el PRI obtuvo 32.6% de la votación nacional emitida y ganó 155 escaños de MR, 52.6%, sumando la votación del PVEM (en coalición parcial), alcanzaron 40.3% de la votación y 184 diputaciones, 61.3% de escaños de MR. Otra vez, la RP corrigió, parcialmente, la distorsión: el PRI obtuvo un total de 203 escaños (40.6% del total de 500) y, sumados a los del PVEM, sus bancadas sumaron 250 escaños, la mitad de la Cámara.

En 2018, la distancia entre el porcentaje de votación y el porcentaje de representación en la Cámara se hizo más grande todavía. El partido Morena se coaligó con el PT y el PES, para sumar votos, pero también para que estos últimos registraran como propios algunos candidatos que en realidad eran del primero. En las elecciones de diputados, Morena obtuvo 37.2% de la votación total y 41.3% de la votación nacional emitida (una vez descontados los votos nulos y las votaciones menores a 3%). A su nombre, Morena ganó 106 diputaciones de MR, pero, agregando los escaños ganados a nombre de sus aliados, esta coalición obtuvo 220 escaños de MR, es decir, 73% de los asientos de mayoría. Como siempre, la asignación de RP compensó un poco la distorsión inherente al sistema de MR: el partido Morena sumó 191 diputaciones, el PT 61 y el PES 56 (sólo de mayoría); el total de la coalición ascendió a 308 curules, 61.6% de los 500 de la Cámara. (Después de la asignación de escaños por el INE se agregaron a esa coalición algunos diputados de otras fracciones parlamentarias, pero ésa es otra historia).

Queda claro que el sistema de elección por mayoría relativa tiende a sobrerrepresentar desproporcionadamente al partido o coalición más votado, en demérito de las otras opciones políticas. Suprimir la representación proporcional formaría, con una minoría de votos, una amplia mayoría parlamentaria artificial. Un cambio de esa naturaleza equivaldría a retroceder al sistema electoral mexicano que regía en 1976, con un partido casi único, que excluía casi por completo a la oposición y negaba la rica pluralidad política que desde entonces palpitaba en la sociedad mexicana.

 

 

A un año del atentado: monólogo criminal

 

Jorge Fernández MenéndezRazones
 
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Ya en otra ocasión lo habíamos publicado. Cuando le pregunté a uno de los hombres que más y mejor conoce los ámbitos de la seguridad pública y nacional en México si se debía platicar o no con el crimen organizado, me dijo que ese diálogo siempre existe, pero que suele ser implícito: a cada acción se genera una reacción y así, en los hechos, se dialoga. Esas acciones y reacciones incluyen las líneas rojas que no se pueden cruzar. El problema se genera cuando a las acciones de los grupos criminales no se replica con reacciones contundentes de las fuerzas del Estado.

Hace una semana tuvimos la masacre de Reynosa y la respuesta que hemos tenido de las autoridades es que se trató de una lucha por la plaza, de una acción para “calentar la plaza”. Luego tuvimos una masacre en un baile en Monterrey y se nos dijo que fue una lucha entre cárteles. Al día siguiente asesinaron en una casa a siete hombres y mujeres delante de cinco niños en Fresnillo y la respuesta fue la misma, una lucha por el control de territorios. Y lo mismo se repite ante cada uno de estos hechos. Lo cierto es que en contados casos hay detenidos, y cuando los hay, suelen ser simples sicarios y esas respuestas en términos de reacciones públicas no dicen nada, están describiendo un síntoma sin atacar la enfermedad. El diálogo del que hablábamos se convierte en un monólogo de los grupos criminales que se siguen empoderando ante la falta de respuesta proporcional a sus crímenes por parte de las fuerzas de seguridad.

Mañana se cumple un año del atentado terrorista, no hay otra forma de calificarlo, más grave que se ha dado en la Ciudad de México: el ataque que sufrió el secretario de Seguridad capitalino, Omar García Harfuch, a manos del Cártel Jalisco Nueva Generación. Decíamos en esos días y hay que reiterarlo hoy, que después de un desafío al Estado mexicano de esa magnitud decir que no se cambiará la estrategia de seguridad, que “no se pactará, pero que tampoco se declarará la guerra” a los grupos criminales, no es una respuesta sensata.

No se trata de declararle la guerra o de pactar con los criminales, se trata de enfrentarlos y garantizar la seguridad de la ciudadanía, lo que es la principal responsabilidad que tiene el Estado mexicano. La actual estrategia de seguridad es, simplemente, una suma de buenos deseos. ¿Quién está en contra de reducir la desigualdad o tratar de pacificar al país para garantizar la seguridad? Eso está muy bien, ¿y luego?, ¿qué estrategia se adopta?, ¿qué tipo de despliegue?, ¿en dónde trabajan los grupos operativos y los de inteligencia y sobre qué objetivos?, ¿quiénes se encargan de qué, dónde y cuándo?, ¿qué modelo policial se quiere construir en el país?, ¿qué hacemos para transformar la procuración de justicia y el sistema judicial? Ésas son algunas de las preguntas básicas que se debe hacer para adoptar una estrategia de seguridad.

Lo cierto es que esa heterogeneidad de políticas y esa falta de definiciones, lo que provoca es que los hombres y mujeres que cumplen con su responsabilidad de combatir a los criminales terminan desprotegidos y siendo objetivos de los mismos. Y eso se aplica a García Harfuch, y a muchos hombres y mujeres del Ejército y la Marina, de la Guardia Nacional y de otros ámbitos, que siguen cumpliendo, silenciosamente, su labor.

No se puede ideologizar la seguridad. Hay que insistir en un punto: las políticas y técnicas de seguridad no tienen ideología ni partido. Para garantizar la seguridad se deben establecer políticas eficientes que den resultados, no tiene nada que ver con eso de “pactar o declarar la guerra”, se trata de cumplir con la obligación del Estado y del gobierno.

Cuando se dio el atentado contra García Harfuch, decíamos que el propio secretario de Seguridad de la Ciudad de México era una demostración de ello. Más allá de ser nieto e hijo de personajes tan paradigmáticos como el general Marcelino García Barragán y Javier García Paniagua, de su formación y especialización en inteligencia, dentro y fuera del país, Omar es un funcionario que ha transitado en puestos de responsabilidad en tres diferentes administraciones, en diferentes posiciones y siempre ha dado resultados y ha sido leal con sus jefes. No ha estado en esas posiciones por su cercanía política con el gobernante en turno, sino por su capacidad operativa y estratégica.

Y como García Harfuch hay muchos especialistas reales, operativos y de inteligencia, civiles y militares, con conocimientos de fondo en el manejo de la seguridad pública e interior. Pero hoy muchas de las posiciones relacionadas con la seguridad están ocupados por personajes improvisados. Están ahí por su relación con el Presidente o el gobernador en turno y seguramente por su lealtad hacia ellos, pero no porque sean profesionales de la seguridad.

Se confía en la lealtad política, no en la capacidad operativa y estratégica. Y por eso los resultados son desastrosos, tanto que no se acepta como un desafío al Estado mexicano los mayores ataques que el propio Estado ha sufrido en años, hablemos de Reynosa o de García Harfuch. Así debe ser entendido y esos ataques deben tener una respuesta de esa misma magnitud. Si no, todo se convierte en un monólogo criminal.

Sin pluris, una mayor sobrerrepresentación; análisis de Movimiento Ciudadano

La coalición de Morena tuvo 18% más de lugares en Diputados en 2018

IVONNE MELGAR | 05:00 hrs.
 
Foto: Cuartoscuro
 

CIUDAD DE MÉXICO.

Un análisis sobre las distorsiones de la representación en la Cámara de Diputados muestra que mientras en 2018 la coalición de Morena, PT y PES consiguió un 18% más de lugares con respecto al porcentaje de su votación, los partidos del frente PAN, PRD y PT perdieron 1.13% y los de la coalición PRI, PVEM y Panal 9.98 por ciento.

Pero en un hipotético escenario sin diputados plurinominales, la coalición legislativa gobernante habría tenido una sobrerepresentación de 24.40%; el frente una subrepresentación de 4.26% y la del PRI una de 17.92%.

De acuerdo con este análisis, realizado por la bancada de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados, con la votación de hace tres semanas, y aplicando el nuevo acuerdo del INE que busca evitar mayorías artificiales, la sobrerepresentación será de 7.42 %para el PT, 6.87 para Morena, 5.07% para el PAN y 4.89 para el PVEM.

Por el contrario, la subrrepresentación con respecto a los votos obtenidos afectará al PRI con menos 7.75; a Movimiento Ciudadano con menos 4.7, al PES con menos 2.75 %y al PRD con menos 1.32%.

De eliminarse los plurinominales, la sobrerrepresentación de Morena se elevaría, según ese análisis, a 41% y la del PAN a 23.33%; quedando el PT con 10.77%y el PVEM con 10.33% y el PRI con 10%.

 

 

 

 

 

En este análisis Movimiento Ciudadano sostiene que “valdría pena la pensar en una mayor proporcionalidad”.

Se afirma que la Cámara es un cuerpo deliberativo en donde el consenso general crea una mayoría gobernante, por lo que el consenso y no la fórmula electoral debe crear dicha mayoría y generar gobierno. De manera que “una reforma tendría que considerar el disminuir los porcentajes de sobre y subrrepresentación”.

Movimiento Ciudadano considera que en una eventual reforma electoral habría que revisar la eliminación de “los procesos barrocos de fiscalización de las campañas (es evidente que quienes lo diseñaron nunca estuvieron en una campaña de un partido)”.

Se pronuncia por clarificar los términos y alcances de la equidad de género, a fin de que los partido estén en condiciones de preparar a sus mejores candidato.

Nos parece que los estudios y propuestas del INE en materia de paridad de género deberán realizarse minímamente al inicio del proceso electoral, es decir, 6 meses antes de la jornada electoral para dar tiempo a los partidos a la preparación de sus candidatos y candidatas y no generar incertidumbre en el sistema político”, se plantea.

Señalan que “entre más proporcionalidad exista entre ambos principios (Mayoría Representativa y Representación Proporcional ), mejor se reflejará la voluntad ciudadana, toda vez que la finalidad de la RP es compensar los desequilibrios de la MR”.

Cabe destacar que el diseño institucional que puso en práctica el INE en está elección permite guardar mejores equilibrios, entre los votos y la representación”, se evalúa.

En todo caso debemos de asegurar que el sistema sea más proporcional, conservando el principio de Representación Proporcional, con el de mayoría, como actualmente tenemos”, se detalla.

La RP debe funcionar correctamente cuando la finalidad sea corregir desequilibrios y no como un instrumento para generar mayorías artificiales”.

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