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Historia y Cultura

¿El gobierno de López Obrador apenas se dio cuenta?

 

Leo ZuckermannJuegos de poder
 
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Encuentro una importante y cándida declaración en la página dos de la sección Negocios de Reforma de ayer. En una entrevista con René Delgado, la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, confiesa acerca del nuevo Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) de libre comercio: “Creo que a lo mejor concedimos un poquito más de lo que debiésemos desde la perspectiva en la parte del acompañamiento laboral”.

¿Hasta ahorita se están dando cuenta de lo que accedieron y firmaron?

En su momento, muchos lo advirtieron. Con las prisas por cerrar la negociación, y para dejar contentos a Trump y los demócratas que controlaban la Cámara de Representantes, el gobierno de López Obrador cedió en todas las propuestas laborales que demandaban los estadunidenses.

México se comprometió a la libertad de asociación de los trabajadores y la negociación colectiva; a crear órganos independientes e imparciales para registrar las elecciones sindicales y resolver controversias relacionadas con contratos colectivos y el reconocimiento de los sindicatos; a establecer un sistema de verificación de las elecciones de los líderes sindicales para que éstas se lleven a cabo a través del voto personal, libre y secreto de los miembros del sindicato; a una justicia laboral expedita; y a la publicación de los contratos colectivos de trabajo y de los estatutos del sindicato.

Todas estas medidas están bien. Son comunes y corrientes en las economías desarrolladas. Ya existen en Estados Unidos y Canadá. No así en México donde los derechos laborales suelen ser de papel. Bienvenido, entonces, un nuevo marco legal y operativo para que los trabajadores puedan defender sus intereses.

*

Pero México fue más allá. También aceptó el llamado Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida en Instalaciones Específicas (MLRR). De acuerdo con esta disposición, “Estados Unidos y Canadá pueden suspender el tratamiento arancelario preferencial, suspender la liquidación y/o bloquear la entrada de bienes desde instalaciones que no se conformen a los lineamientos salariales en tan sólo 120 días después de iniciar el proceso de disputa”.

Una corporación estadunidense o el gobierno de ese país puede notificar a una empresa localizada en México que ha comenzado un MLRR por no estar respetando los derechos de sus trabajadores (sindicatos y organizaciones de la sociedad civil de EU también pueden hacerlo a través de su gobierno). Ahí comienza el proceso para dirimir la controversia.

“Las autoridades mexicanas tendrán 45 días para concluir si hay una negación de derechos laborales. Luego se tienen hasta 10 días para llegar a acuerdos que salden los derechos denegados y aplicarlos. Pero si las autoridades mexicanas no encuentran una violación, Estados Unidos puede establecer un panel de verificación con candidatos de cada una de las partes. México luego tiene 7 días para aceptar el panel y 30 más para llevar a cabo la verificación”.

“Si México rechaza la verificación, Estados Unidos puede solicitar que el panel simplemente tome una determinación dentro de los próximos 30 días. En este escenario, el panel debe brindar a ambas partes la oportunidad de ser escuchados y luego emitirá una decisión pública por escrito con su determinación sobre la denegación de derechos, su gravedad, los responsables y, si lo solicita México, recomendaciones de reparación”.

Para ser claros, se le dio un enorme poder a empresas, sindicatos y gobierno estadounidenses en la aplicación de la ley laboral en México.

Ni tardos ni perezosos, comenzaron las quejas bajo el mecanismo del MLRR. Sindicatos del vecino del norte, a través de su gobierno, demandaron a la empresa Tridonex de Matamoros por presuntamente no respetar el derecho de su personal a sindicalizarse en otra organización. El gobierno de Biden también aplicó este mecanismo para la planta de General Motors en Silao por supuestas irregularidades del sindicato y empresa en la formalización del contrato colectivo de trabajo.

Esto es lo que aceptó el gobierno “nacionalista y no intervencionista” de López Obrador. Hombre, y hasta ahora se están dando cuenta de lo mucho que les abrieron la puerta a sus vecinos del norte. En palabras de Clouthier: “¿el que yo te acompañe y observe quiere decir que tengo derecho a meterme en las decisiones internas que tomes o no? Y ahí es donde podría interpretarse que abrimos la puerta un poquito más de lo que debimos”.

Pues sí. Para la próxima sería bueno leer y reflexionar antes de firmar un acuerdo internacional.

Twitter: @leozuckermann

México vs. las armas

 

Yuriria SierraNudo gordiano
 
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Nueve de cada diez armas decomisadas llegaron a nuestro país desde Estados Unidos. La Secretaría de Relaciones Exteriores tiene un dato un poco más amable: siete de cada diez. Aún es demasiado. A partir de esta cifra es que nuestro país va contra las empresas que las fabrican: Smith & Wesson, Beretta, Century Arms, Colt, Glock, Ruger, Barrett,  Interstate Arms, entre otras. En total once. Los acusa de comercio negligente e ilícito, con esto, México busca que estos fabricantes compensen el daño que han hecho al país por facilitar el tráfico de estas armas que son usadas en hechos de violencia.

“Los demandados diseñan, comercializan, distribuyen y venden armas de forma que saben que arman a los cárteles de la droga en México. Los demandados utilizan a traficantes de armas imprudentes y corruptos, y prácticas de venta peligrosas e ilegales con las que cuentan los cárteles para conseguir sus armas. Los demandados diseñan estas armas para que sean fácilmente modificadas para disparar automáticamente y para que sean fácilmente transferibles en el mercado criminal. Los demandados saben cómo fabricar y vender sus armas para evitar este comercio ilegal…”, detalla la Cancillería.

*

Lo que se busca es que, a través de la victoria en tribunales, las empresas incorporen mecanismos de seguridad; de esta manera, el gobierno de México afirma que se podría garantizar que cada arma llegue a las manos correctas, que se aleje de los grupos criminales. Incluso, esperaría que las empresas sean las encargadas de pagar estudios, programas, campañas en medios y otros eventos enfocados a combatir el tráfico ilícito de armas.

“Ya se presentó esta demanda, un paso importante. Confiamos en la calidad jurídica, de lo que estamos presentando vamos a litigar con toda seriedad y a ganar el juicio…”, expresó Marcelo Ebrard durante el anuncio. 

Y, aunque afirmó que no hay un conflicto diplomático en la víspera, por la tarde, los armeros estadunidenses respondieron: “En lugar de buscar el chivo expiatorio en las empresas estadunidenses que respetan la ley, las autoridades mexicanas deben concentrar sus esfuerzos en llevar a los cárteles ante la justicia…”, escribieron en una misiva en la que también afirman que las acusaciones de tráfico transfronterizo son falsas y que la demanda es una afrenta a la soberanía estadunidense y una amenaza a su Segunda Enmienda.

Y justo en esto último está la clave: por años, este apartado constitucional ha sido materia de debate en los Estados Unidos, 611 tiroteos masivos en 2020; 417 un año antes…

Apenas hace un par de días se conmemoraron dos años de la masacre en El Paso, Texas, donde fueron asesinadas 23 personas, nueve de ellas mexicanas. La violencia por armas de fuego, no precisamente en manos de miembros de cárteles, es también una realidad estadunidense. Con ambos países sufriendo, a su manera, por esto, bien valdría que todos los involucrados unieran esfuerzos, tal como lo espera nuestro país. 

¿Y dónde está el Estado?

 

Pascal Beltrán del Río
Bitácora del director
 

 

México es un país donde grupos delincuenciales enfrentados suscriben treguas para no interferir en sus respectivos territorios; donde las autoridades constituidas llaman a los criminales a dejar que los ciudadanos trabajen y vivan en paz; donde víctimas de la violencia graban mensajes para pedir a los sicarios que les den garantías a fin de buscar a sus familiares desaparecidos y donde la Iglesia sirve de intermediaria entre los gobernantes y grupos de ciudadanos que se han armado para enfrentar a narcotraficantes, plagiarios y extorsionadores.

Pero vayamos por partes:

1) La madrugada del 26 de julio apareció una serie de mantas en los municipios de Reynosa, Tampico, Padilla y Matamoros, Tamaulipas, en las que se daba cuenta de una negociación de “paz” entre las facciones del Cártel del Golfo que llevaban años disputándose violentamente el control territorial. Un mes antes, dicho conflicto había llevado a dos de esos grupos a irrumpir en Reynosa para “calentarle la plaza” a otro de ellos, sembrando el terror y matando a 15 habitantes al azar. En las mantas, los criminales prometían dedicarse “a lo que realmente nos compete en nuestra empresa (sic)”, a fin de que “los pueblos que cuentan con nuestra presencia se sientan seguros con ella, sin preocupación alguna”. Al día siguiente, apareció ejecutado el hombre a quien se señalaba por haber dirigido la masacre de civiles en la ciudad fronteriza: Édgar Valladares Hernández, El Maestrín.

2)  “Le pido a la delincuencia que le baje”, fue la solicitud que hizo el presidente municipal de Miguel Alemán, Tamaulipas, Servando López Moreno. El pasado lunes se divulgó en redes sociales un video grabado por el alcalde de extracción priista en el que pide a los criminales “paz y tranquilidad” para los habitantes de la llamada Región Ribereña, luego de que el 29 de junio aparecieron nueve cuerpos baleados y mutilados en el poblado de Los Guerra, sobre la carretera que une a Miguel Alemán con Mier, a menos de dos kilómetros del río Bravo. Los cadáveres fueron descubiertos al amanecer por automovilistas que transitaban por ahí. “Sé que mis declaraciones van a causar polémica”, aceptó, eligiendo cuidadosamente sus palabras. “Ya no queremos más guerra. Y esto lo digo para todos los grupos, no sólo para uno: no queremos violencia, queremos paz social”.

3)  Delia Quiroa busca a su hermano Roberto desde que fue secuestrado en Reynosa el 10 de marzo de 2014. Ella forma parte del colectivo Nosotras, una organización que trata de localizar a centenares de personas desaparecidas en el estado. Quiroa tiene información que indica que su hermano murió en un enfrentamiento entre los delincuentes que lo tenían retenido y otro grupo armado. Los indicios de la carpeta de investigación llevan a La Bartolina, un sitio de cremación clandestina, cerca de Matamoros, donde los criminales se han deshecho de decenas de cadáveres y donde podrían estar los restos de Roberto. Como ingresar en ese sitio es peligroso, Delia pidió la ayuda de la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Gobernación. Al no recibir respuesta, recurrió a una medida desesperada: grabar un mensaje dirigido al líder de Los Ciclones, facción del Cártel de Golfo, para que les permita a ella y a sus compañeras buscar en La Bartolina sin ser agredidas.

4)  Las continuas agresiones de la banda de Los Ciriles –traficantes de drogas, armas y personas– llevaron a habitantes del municipio de Pantelhó, Chiapas, a formar el grupo de autodefensa El Machete. Después de exhibir públicamente sus armas, éste emplazó al Ejército y a la Guardia Nacional a catear las casas de presuntos integrantes del grupo delictivo. Al no tener la orden de un juez, los militares se retiraron. Entonces, el 27 de julio, los integrantes de El Machete quemaron las casas señaladas. La tensión ha crecido en esa parte de la región de Los Altos, donde la Iglesia –igual que sucede en Aguililla, Michoacán– ha intercedido entre las autoridades federales y estatales y los ciudadanos hartos de la violencia, mediante una mesa de negociación.

La constante de estos temas es la ausencia del Estado, que va perdiendo presencia mientras las encuestas muestran que la inseguridad es la principal preocupación de los mexicanos.

 

La demanda contra las armas de Estados Unidos

 

Jorge Fernández MenéndezRazones
 
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La demanda que presentó el gobierno de México, a través de la Cancillería, en contra de once fabricantes y vendedores de armas en Estados Unidos es un acierto y una ruta correcta para posicionar el tema de la llegada de armas al crimen organizado en nuestro país. Es una medida, además, que va en consonancia con lo que distintos sectores de la Unión Americana están planteando no sólo en torno a las armas, sino también a las muertes por consumo de opiáceos.

Ayer, Alejandro Celorio, asesor legal de la Secretaría de Relaciones Exteriores, dijo que los daños provocados por las armas traficadas desde Estados Unidos a México, y que están detrás de siete de cada diez homicidios ejecutados en nuestro país, equivalen a entre el 1.7 y el 2% del PIB mexicano. Por esa razón, el gobierno pedirá una compensación de, al menos, 10 mil millones de dólares a esas empresas. No se trata, dijo, “de meter presión a Estados Unidos, sino de que no haya muertos en México”.

Pero la verdad es que, para bien, mete presión y lo hace donde debe hacerse, en el capítulo más débil de la participación de la Unión Americana en la lucha contra el crimen organizado. Desde siempre, y también con razón, las autoridades de ese país han demandado que se controlen los grupos criminales que desde México aprovisionan de droga a la sociedad estadunidense, pero han olvidado que para que ingresen las drogas y para que de regreso vengan las armas que alimentan a los cárteles mexicanos, se necesitan medidas estrictas de control que se ejercen con enorme eficacia en muchos otros ámbitos, pero, casualmente, no en el ingreso de drogas y la salida de armas.

El tema de la armas es parte del debate interno de la sociedad estadunidense. La poderosísima Asociación Nacional del Rifle financia a todo candidato que se oponga a cualquier tipo de limitación a la venta y portación de armas y, a pesar de las masacres que se cometen con regularidad en ese país, ha logrado, hasta ahora, imponer su agenda. Pero incluso así, durante el gobierno de Clinton se logró imponer una prohibición de venta de armas de asalto y alto poder, que estuvo vigente durante diez años, pero no fue renovada por su sucesor, George W. Bush.

Existe un marcado paralelismo entre la liberación decretada por Bush y la intensificación de la violencia en México. Los cárteles mexicanos siempre fueron violentos y mantuvieron duras luchas entre sí y contra el Estado, pero desde 2004 tuvieron a su disposición armamento pesado y de asalto que, hasta entonces, habían tenido sólo a cuentagotas. Desde ese mismo año se incrementó la violencia en forma geométrica y los cárteles pasaron cada día más a estar armados, en muchas ocasiones, mejor que las instituciones encargadas de combatirlos.

Las armas, desde fusiles de asalto hasta barretts, se compran libremente en Estados Unidos y hay miles de comercios y tianguis de armas, sobre todo en la zona fronteriza, que venden indiscriminadamente armas y equipo táctico, incluso de uso militar. Como dice la demanda presentada por la Cancillería, esas empresas armamentistas promocionan e impulsan esas ventas. Y contra ellas está dirigida esta demanda, que tiene, además, muchas similitudes con las que varios estados de la Unión Americana han presentado contra las empresas farmacéuticas que venden indiscriminadamente opiáceos legales en ese país. En Estados Unidos, en el último año, hubo 90 mil muertes por sobredosis de opiáceos. Y es verdad que muchas de esas muertes están causadas por el fentanilo ilegal que proviene de México (y también de Canadá), pero una cantidad mayor de esas muertes es causada por opioides legales que se venden indiscriminadamente y con una gran publicidad. Las demandas han sido tan abrumadoras, que se ha anunciado un acuerdo con un gran laboratorio y tres distribuidoras de medicinas para que paguen una suerte de indemnización por los gastos de salud ocasionados por los opioides legales, vendidos y promocionados en forma masiva e irracional, de 26 mil millones de dólares, más otros mil millones que se le pagarán por el mismo concepto al estado de Nueva York.

Ni la demanda contra el tráfico de armas que se anunció ayer en México ni la de los opioides, que está en curso en Estados Unidos, solucionarán el desafío de la violencia y el consumo de drogas. Pero sirven para sancionar un comercio criminal; para contar con recursos adicionales para combatirlo y, por sobre todas las cosas, para focalizar correctamente el problema y obligar a las autoridades, en este caso también a las del otro lado de la frontera, a que asuman su parte en las responsabilidades inherentes a un desafío que nos supera cotidianamente.

 

LA OPERACIÓN ORIÓN

Con la participación de agencias de inteligencia de 38 países, concluyó una nueva etapa de la operación naval Orión: en mes y medio se decomisaron 116 toneladas de cocaína pura, hubo 539 detenidos, se incautaron 69 embarcaciones, 5 aviones y tres semisumergibles. Es una operación que se viene llevando a cabo desde meses atrás, con inteligencia propia y de otros países, y que está desarticulando redes del narcotráfico, en tierra y a nivel marítimo. Claro, eso es en Colombia y estos resultados fueron anunciados ayer por el presidente de ese país, Iván Duque. Aunque sí, México ha colaborado con información para realizarlo, ¿cuánto hace que no tenemos un operativo de estas características en nuestro país?

‘Compromiso: devolver la Linea 12 del Metro a la CDMX’

El dictamen final sobre los motivos que generaron el colapso del tramo elevado serán entregados el 23 de agosto por la empresa DNV

JONÁS LÓPEZ | 05:53 hrs.
 
 
 
 

Foto: Especial

 

CIUDAD DE MÉXICO. “Mi compromiso es devolver la Línea 12 del Metro a los habitantes de la ciudad, es por ello que junto con el Presidente de República se nombró un comité de los mejores expertos, para tener un proyecto ejecutivo de apuntalamiento y rehabilitación general”, aseguró ayer la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, al cumplirse tres meses de la “tragedia”.

A través de un video publicado en sus redes sociales, la mandataria capitalina también comentó que continúa el trabajo profesional y especializado de análisis causa-raíz de la empresa noruega DNV, misma que entregará su segundo informe a finales de agosto. Asimismo, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) efectúa sus respectivas investigaciones para hacer justicia.

En ese sentido, la secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Myriam Urzúa, anunció en conferencia que DNV entregará el 23 de agosto el dictamen final sobre los motivos que generaron el colapso en el tramo de la estructura del viaducto elevado de la Línea 12. 

Ello servirá para determinar el análisis de las probables fallas de los materiales con los que se construyó la Línea Dorada.

El 6 de septiembre la empresa entregará el análisis causa-raíz, el cual servirá para identificar las causas directas y secundarias del incidente.

Los documentos incluirán los resultados de los modelos estructurales que los especialistas de DNV realizan en San Diego, Estados Unidos, y en Hamburgo, Alemania.

Los modelos incluyen análisis de cimentación, estabilidad y resistencia de la estructura, deformaciones por peso muerto, desplazamientos, información sísmica de la zona, propiedades del suelo, cargas por movimientos de los trenes.

Y contemplan la localización de los pernos Nelson que sirven para unir las piezas metálicas con las losas de concreto y que, presuntamente, presentaban irregularidades.

Estos modelos estructurales permitirán, por una parte, identificar cualquier excedencia potencial de las cargas reales con respecto a las cargas de diseño original, y por otro, realizar el análisis del colapso estructural”, dijo. 

OTRA ESTACIÓN DE METROBÚS

El gobierno de la ciudad trabaja en una nueva estación provisional para el servicio emergente de Metrobús que reemplaza temporalmente a la Línea 12 del Metro. 

Se trata de la estación Periférico Oriente, en donde ya se realizan los trabajos para instalar las plataformas para el abordaje de los usuarios a los autobuses articulados.

La nueva estación iniciará operaciones el 9 de agosto, con lo que el servicio operará con cinco estaciones entre Tláhuac y Atlalilco.

-Jonás López

 

EL AVANCE PARA LOS DICTÁMENES FINALES

Los estudios de la empresa DNV tienen un avance del 100 por ciento en cuanto a la investigación de campo; 95 por ciento, en las pruebas de laboratorio; 75 por ciento, en la revisión documental; 60 por ciento, en el análisis causa-raíz; 90 por ciento, en entrevistas a funcionarios involucrados, y 30 por ciento, en las recomendaciones finales.

 

VAN 156 MDP EN APOYOS

El Gobierno de la Ciudad de México ha repartido unos 156 millones de pesos como reparación del daño a las víctimas de la tragedia de la Línea 12 del Metro, que dejó 26 personas fallecidas y más de cien lesionadas.

Dos personas continúan hospitalizadas y 104 ya fueron dadas de alta, se detalló ayer.

Armando Ocampo, titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (Ceavi), informó que 24 de las 26 familias que perdieron a un integrante recibieron un millón 920 mil pesos como indemnización e indemnización complementaria. En tanto, dos familias no aceptan las indemnizaciones y sostienen un litigio.

Ayer mismo, en otra conferencia, familiares de algunas víctimas señalaron que no hay un solo responsable en la cárcel y rechazaron que todas las víctimas hayan sido atendidas.

Entre los familiares de las víctimas que denunciaron falta de atención estuvieron la señora Adriana Galván, quien sufrió daños en la espalda y el brazo derecho, y quedó imposibilitada para trabajar.

Dijo que le ofrecieron una vivienda, pero tenía que pagarla a 20 años, de acuerdo con un comunicado difundido por los afectados.

Jocabeb Pineda, madre del joven Immer del Águila, exigió justicia para las víctimas.

Enrique Bonilla señaló que a consecuencia de las heridas sufridas está imposibilitado para trabajar.

-Jonás López

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