Historia y Cultura
El gran engaño
No votaré en la consulta dizque para juzgar a los expresidentes vivos —a excepción de Luis Echeverría— convocada para el próximo domingo.
Primero, porque la ley no se consulta, se aplica, valga el lugar común. Si Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón o Enrique Peña Nieto tienen cuentas pendientes, las autoridades están obligadas a investigarlos y a sancionarlos. No necesitan urnas.
Segundo: la consulta es promovida como un ejercicio de “democracia participativa”, pero en realidad es una maniobra de distracción que esconde intenciones de propaganda política. Tiene, además, claros tintes de linchamiento.
Tercero: distrae recursos que se necesitan de forma urgente en otras tareas, como la adquisición de medicinas para niños con cáncer.
La 4T se gastará 500 millones de pesos en la organización de un ejercicio que no lleva a ningún lado. El resultado ni siquiera es vinculatorio para el Poder Judicial. Pero el Presidente y sus morenitos nos quieren hacer creer que “el pueblo” va a decidir si se juzga o no a los expresidentes.
En los espectaculares pagados para promover la consulta se aprecia la imagen de los cinco exmandatarios con los ojos tapados, como si fueran forajidos. Una forma de manipulación.
Pero la pregunta que aparecerá en las 95.3 millones de papeletas impresas ni siquiera menciona a los expresidentes.
La SCJN eliminó los nombres por considerar que era inquisitoria de personas y contenía juicios de valor.
Presidido por un aliado de Palacio Nacional, Arturo Zaldívar, el máximo tribunal, sin embargo, aprobó el ejercicio de este “circo guinda” para no contrariar al Ejecutivo.
Eliminó los nombres de los expresidentes —que sí venían en la pregunta original—y elaboró una larga y enredada pregunta: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”.
La percepción es que ni de chiste van a jalar a las urnas a los 37 millones de ciudadanos (40 por ciento del padrón) que se requieren para que sus resultados sean válidos. El desinterés de la población es evidente. Peor: el Presidente, promotor de la consulta, va a votar en contra. Faltan 24 horas para que el ejercicio se lleve a cabo y ya los dirigentes de Morena se curan en salud. Han llegado al ridículo de acusar al INE de colocar mañosamente las casillas para que la gente no vaya a votar.
De nueva cuenta López Obrador se puso al frente de la campaña en contra del INE, al que quiere “renovar” para ponerlo a su servicio. En la mañanera de ayer dijo:
“Es una vergüenza que los del INE, que deberían de estar difundiendo lo de la consulta, porque se supone que es el organismo encargado de promover la democracia, parece que están en contra de la democracia. No parece, por sus actos se puede demostrar que actúan de manera antidemocrática. Y los medios de información, silencio. No generalizo, hay excepciones, pero se cuentan con los dedos de la mano”.
Es verdaderamente lamentable que la primera consulta popular formal —más allá de los ejercicios patito en temas como el aeropuerto de Texcoco— sea utilizada para enjuiciar al pasado y abonar el terreno para desaparecer el INE, tal cual lo conocemos.
La historia los juzgará, como dijo el clásico.
*En la columna de ayer hablamos del bajísimo nivel mostrado por el protagónico diputado de Morena, Rubén Cayetano, en el debate del jueves en la Comisión Permanente.
En su intervención sobraron calificativos y faltaron argumentos. Dejó evidencia de que padece el Síndrome de Caín —el hermano de Abel— al mover su quijada para golpear al coordinador de los senadores de su partido, Ricardo Monreal. ¿Y qué creen? Nos amanecimos con la noticia de que a Cayetano lo agarró el alcoholímetro en Puente de Alvarado. Se lo llevaron al Torito, donde debía pasar 20 horas, de acuerdo al Reglamento de Tránsito.
Tenga para que se entretenga, como dijo el clásico.
*Este reportero se va de vacaciones a partir del 2 de agosto. Arsenal se volverá a publicar el 17 de ese mismo mes.
¿Por qué Cuba no es un Estado fallido y qué le preocupa más a EE. UU.?
No pudieron lograr el caos precursor que necesitaban el imperio y Biden, el «globalista», el que pomposamente había anunciado «el regreso» de EE. UU. y su intención de «liderar» el mundo; lo necesitaban (y siguen necesitando por lo que seguirán actuando) porque saben que sus objetivos geopolíticos son inalcanzables sin «recuperar» a la cada vez más esquiva América Latina y el Caribe
Autor: Jorge Casals Llano | Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Necesita activar JavaScript para visualizarla.
27 de julio de 2021 20:07:59
Foto: Martirena
Según reportó la cnn días atrás, en conferencia de prensa con la canciller alemana Angela Merkel, el Presidente de ee. uu. catalogó a nuestro país como un «Estado fallido» que reprime a sus ciudadanos; agregó a ello que no consideraba restablecer las remesas desde ee. uu. a Cuba, pues le preocupaba que el régimen cubano las confiscara; dijo además, por ejemplo, que ee. uu. buscaba restablecer el acceso a internet en Cuba y que estaba listo para enviarnos vacunas contra la covid si una organización internacional las administrara y garantizara que los ciudadanos promedio (¿?) tuvieran acceso a ellas; también el Presidente aseguró que el comunismo era un «sistema fallido».
Lo de «sistema fallido», aunque dicho como simple declaración y sin fundamento alguno, no deja de ser una barrabasada la expresión, lo que incluye considerar fallido un sistema que todavía solo existe en la teoría.
Pero más importante es que los principales documentos de las administraciones de Obama y de Trump (Estrategia de Seguridad Nacional de 2015 y 2017; Orientación Estratégica de Defensa de 2012; Estrategia de Defensa Nacional de 2018; Reporte Estrategia Indo–Pacífico de 2019 -reip 2019, entre otros) consideran a la República Popular China el principal rival estratégico de ee. uu. lo que no pareciera indicar que el socialismo pueda ser considerado «fallido» para quienes le otorgan la categoría de principal rival.
Además, en prácticamente todos los medios de la prensa «libre», al referirse a Cuba fue reiterada la idea de «Estado fallido» y, a coro, se dedicaron a difundir información falsa sobre el supuesto «estallido social». Claro que nada dijo la referida prensa del multimillonario financiamiento que desde el presupuesto de ee. uu., y durante décadas, ha llegado a supuestas ongs, en realidad organizaciones creadas y asentadas principalmente en Miami, para alentar la subversión y el anhelado «cambio de régimen»… en Cuba.
La política de EE. UU. hacia Cuba
No puede obviarse por ningún observador que el «espontáneo estallido» ocurriera de manera prácticamente simultánea en diferentes lugares del país y luego del periodo de «ablandamiento» iniciado como parte de la guerra de cuarta generación, considerando sus promotores que la situación del país era propicia para el golpe blando como consecuencia de:
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El debilitamiento de la economía cubana resultado de las perversas medidas punitivas adoptadas por la administración Trump dirigidas a impedir el ingreso de divisas al país por todo concepto, incluidas las exportaciones de servicios de todo tipo;
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Las medidas punitivas dirigidas a impedir el suministro de combustibles;
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La crisis económica global profundizada por la pandemia, que también afecta a Cuba;
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Las acciones dirigidas a impedir la adquisición de suministros médicos, incluidos los necesarios para la elaboración de nuestros candidatos vacunales.
La sensatez obliga al análisis del «Estado fallido» al que de manera insolente el presidente Biden se refiere al hablar de Cuba. Pienso que podemos coincidir, por polémica e intencionada que pueda resultar cualquier definición al respecto, y sin siquiera remontarnos a sus turbios orígenes y su utilización para justificar intervenciones, que por «Estado fallido» puede entenderse aquel en el que existe vacío de poder, no hay garantía de su funcionamiento, incluyendo los servicios básicos, en el que sus instituciones son frágiles e ilegítimas, y que carece de recursos para satisfacer las necesidades de sus ciudadanos.
¿Puede alguien en su sano juicio pensar que en Cuba existe vacío de poder? No hay dudas, la respuesta es no, pues muchas veces el pueblo cubano ha demostrado que es capaz de darse las instituciones que considera idóneas y ha decidido la forma de gobierno que considera mejor para la democracia que libremente ha elegido.
¿No funciona el Estado cubano? ¿No funcionan los servicios básicos en Cuba? No hace falta siquiera cuestionar la salud mental de los que niegan la calidad de tales servicios. La excelencia del sistema educativo cubano y la calidad de sus instituciones, que le aseguran al país el potencial humano capaz de colaborar en la formación de miles de profesionales de otros países, de prestar servicios médicos a quienes lo puedan necesitar en el mundo, incluso en condiciones excepcionales, de enfrentar con éxito la actual pandemia, de producir las vacunas, medicamentos y la inteligencia sanitaria para su control, son elementos más que suficientes para despejar cualquier duda.
¿No funcionan las instituciones cubanas, las de Educación y Salud; las deportivas y culturales; las académicas y científicas; las económicas y financieras, las militares, las religiosas, las sociales…? Ninguna opinión que niegue el funcionamiento de las mismas, o que las considere frágiles o ilegítimas, es objetiva, y solo puede provenir de la ignorancia, de mentes enfermizas o que estén políticamente motivadas.
Nos queda lo relativo a los recursos para satisfacer las necesidades de los ciudadanos. Está claro que el bloqueo ni de lejos ha logrado su objetivo último: hacer volver a Cuba al redil imperial; sin embargo, es innegable el impacto de la estrategia de Lester Mallory, trazada desde abril de 1960: «la privación a Cuba de dinero y suministros para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno».
A pesar de que al compararnos con la Cuba de antes de la Revolución y con lo alcanzado en la recuperación de nuestra independencia, soberanía y dignidad; al fijarnos en el camino recorrido en la eliminación de todo tipo de discriminación y otros flagelos, y luego de constatar las pérdidas materiales y humanas ocasionadas por la guerra bacteriológica –que se nos hizo desde la infame Operación Mangosta en 1961, y luego continuada con la introducción de la roya de la caña (1978), la fiebre porcina africana (1971, 1979, 1980), el moho azul del tabaco (1980), el dengue hemorrágico (1981), la conjuntivitis hemorrágica (1981)– y doliéndonos nuestros muertos, nos sentimos satisfechos por nuestros triunfos aun sabiendo y comprobando cuánta prosperidad nos han robado.
Aunque la prosperidad no se mide solo por la abundancia económica y material, pues es mucho más que eso, para ser felices y plenos nadie duda que es necesario satisfacer, primero, las necesidades materiales. Y para impedirnos alcanzar tal satisfacción, desde Eisenhower, el 34, hasta Biden, el 46 de los presidentes de ee. uu., republicanos unos y demócratas los otros, han mantenido y hasta reforzado el bloqueo, que solo ingenuos, malintencionados o mercenarios son capaces de minimizar o incapaces de ver.
¿Cuánta prosperidad nos han robado?
Durante los más de 60 años de bloqueo, en dólares corrientes (el solo hecho de que se tenga que hacer el cálculo en dólares de ee. uu. indica cuán imposible de minimizar es el dato), el costo ha sido de algo más de 140 000 millones de dólares. En «cifras redondas» y en 60 años, el dato no pareciera relevante, unos 2 400 millones de dólares anuales solo que, por ser dólares con capacidad de compra distinta, la suma y el promedio tienen poco sentido. Por lo anterior, y para precisar, mejor realizar el cálculo considerando el oro que se hubiera podido comprar con lo dejado de ingresar cada año de bloqueo, y entonces significativamente la cifra cambia (solo recordar que desde 1971 dejó de existir el sistema de Bretton Woods, basado en: 1 onza de oro «troy» = $ 35 dólares; cuando esto escribo es $1,804.84) hasta alcanzar más de mil millones (nueve ceros) de dólares.
Pero si el cálculo lo realizáramos considerando el «lucro cesante», es decir, la «ganancia o beneficio dejado de obtener… por la actuación de un tercero», entonces el cálculo debe incluir alrededor del 70 % que hubiéramos consumido (cada año y de manera incrementada) y alrededor del 30 % invertido (de cada año y también de manera incrementada); también los resultados de las inversiones realizadas y las depreciaciones acumuladas e invertidas… durante 60 años, lo que cambiaría la progresión hasta seguramente acercarla al billón de dólares (millón de millones, esta vez de 12 ceros).
Y pensó el imperio que sería posible aprovechar la coyuntura de la suma de nuestras carencias generadas por el bloqueo y la crisis económica, y de la pandemia global, para aplicarnos las nuevas formas de guerra que ya había utilizado antes exitosamente en otras regiones del mundo… y trató de desencadenar el caos utilizando a sus agentes y el malestar existente, pero les falló la geoestrategia.
No pudieron lograr el caos precursor que necesitaban el imperio y Biden, el «globalista», el que pomposamente había anunciado «el regreso» de ee. uu. y su intención de «liderar» el mundo; lo necesitaban (y siguen necesitando por lo que seguirán actuando) porque saben que sus objetivos geopolíticos son inalcanzables sin «recuperar» a la cada vez más esquiva América Latina y el Caribe, su «traspatio trasero», en el que han perdido su otrora posición hegemónica y se encuentra Cuba, todo lo que hace imposible revivir la Doctrina Monroe para excluir a sus principales rivales geopolíticos como China, Rusia e incluso Irán, del continente americano.
Al patíbulo
Con solidaridad para Azucena.
Ofender, humillar, eso busca el insulto. Pero ¿qué pueden esperar los gobernantes que insultan? No el respeto de los ofendidos.
“Termino con los oncológicos por el interés válido, desde luego, pero exagerado y utilizado con otros fines…” Habla el secretario de Salud, máxima autoridad en ese ámbito. Se refiere a los padres de los niños con cáncer. Desde hace más de un año claman, exigen los medicamentos. Debemos imaginar el dolor de esos padres. Pero, por lo visto el secretario, no lo intenta. Eso sí, por lo menos les reconoció “el interés válido”. Sólo faltaba que se los negara. Pero de inmediato fue a la descalificación moral: exagerados, politiqueros baratos con otros fines. O sea, sí son padres de niños que padecen ese horror, sí tienen un “interés válido”, pero los guía una motivación maléfica: torcer la lectura política. En esa visión los padres se levantan, ven a sus criaturas destrozadas, sin los tratamientos, sufriendo y en lo primero que piensan es en cómo dañar a la 4T usando a sus hijos. Serían muy perversos. Vaya insulto.
Pero no fue una excepción, se trata de la tónica general del gobierno: insultar. “…México carece de servidores públicos honestos, por ello persiste el grave problema de la corrupción…”. Habla el secretario de Marina. Pero los marinos son servidores públicos, ¿acaso pertenecen a otra casta? Por ello “tanto en la Defensa Nacional como en la Marina se forman jóvenes, hombres y mujeres, con valores, principios y ética profesional para mantener una conducta adecuada donde se haga a un lado la corrupción… creamos servidores públicos con valores, desde el general hasta el último soldado, y del almirante hasta el último marinero”. Como regla general no hay honestidad en los servidores públicos, eso propaga la corrupción. Los servidores públicos —vengan de donde vengan— se corrompen. Pero si hay servidores honestos, son aquellos formados en las FFAA. Alguna sugerencia, quizá desplazar a los civiles corruptos con puros elementos militares formados en la isla de rectitud de las FFAA.
No, almirante, sin duda en México ha habido corrupción, que hoy sirve a la 4T para invocar una total oscuridad que desvirtúa nuestra historia. Pero también hubo servidores públicos honestos, profesionales que construyeron el México que ustedes heredaron y hoy destruyen. Es una larga lista. Un pasado con problemas, por supuesto, pero con instituciones —como la que usted encabeza— y que debemos respetar. Usted reconoce que también al interior de las FFAA se dan casos, “tenemos jóvenes que salen y toman otro rumbo, pero son castigados”. Luego no hay cotos de pureza y lo que procede es el “castigo”, mejor dicho, la aplicación de la ley. En mayo pasado usted dio otro adelanto de su visión “…parece que el enemigo lo tenemos dentro del Poder Judicial y tenemos que cerrar bien ese círculo para poder llevar a cabo la detención”. Tesis: la violencia no cesa porque en el Judicial —así, en general— hay cómplices. Las generalizaciones insultan. Los índices de letalidad que registra la Marina muestran que hay marinos asesinos, pero no por ello se puede descalificar a todo un brazo armado. La tesis es una barbaridad: los jueces son corruptos, luego, los marinos son asesinos.
Pero la tónica la marca su jefe, el Presidente: “El Poder Judicial está podrido”, así, en general. Qué ocurriría si desde el Judicial se afirmara que el Ejecutivo —en general— está podrido. Y siguió denostando al otro poder: echado a perder, invadido de nepotismo, “aburguesado”.
Qué pretenden con la denostación permanente en contra de todo, el INE, los servidores públicos, el Judicial, los medios, la sociedad civil. Acaso preparar el terreno para descabezar al INE y al Judicial para que así nos gobiernen los autoproclamados puros. Entonces México va al patíbulo moral de la 4T. ¿Será?
La realidad se impone: más violencia, pobreza, injusticia, corrupción. Ese será su legado. No debemos acostumbrarnos al insulto. Respetémonos.
Sequía en California pone en riesgo el suministro de alimentos en EU
Los valles agrícolas del centro de California sufre una larga sequía que podría amenazar el suministro de alimentos en Estados Unidos
La búsqueda de agua se ha convertido en una obsesión en los valles agrícolas del centro de California, región que sufre una sequía que podría amenazar el suministro de alimentos en Estados Unidos.
Los residentes han observado consternados cómo los campos verdes se han convertido en llanuras marrones y polvorientas, dejando árboles muertos, plantas marchitas y agricultores desesperados.
En gran parte de California, y de todo el oeste de Estados Unidos, las lluvias han ido disminuyendo desde hace años, con un último invierno especialmente seco.
Las autoridades estatales y locales, temerosas de que no haya suficiente agua para los habitantes de las ciudades ni para la fauna, han cortado abruptamente el suministro a las granjas, lo que ha generado indignación entre los agricultores.
A lo largo de las carreteras entre los principales desarrollos agrícolas, han aparecido vallas publicitarias por todas partes que rezan "salvemos el agua de California". Acusan a las autoridades de "verter... nuestra agua en el océano".
En California, que representa 13% de la producción agrícola de Estados Unidos, los agricultores se quejan de que el gobernador demócrata del estado, Gavin Newsom, los está ahogando bajo un mar de restricciones, dejándolos sin recursos para abastecer a los supermercados del país.
El mundo se 'muere de hambre'
La semana pasada se me secaron dos pozos", dijo Nick Foglio, de 28 años, agricultor de cuarta generación.
Aseguró que tiene "2 mil acres (800 hectáreas) de alfalfa que se están secando".
De pie en un campo seco cerca de Fresno, afirmó que le preocupa que con "la agenda política equivocada, simplemente vamos a morir de hambre nosotros mismos y probablemente el resto del mundo".
Las autoridades californianas no parecen hacer caso de este mensaje. La semana pasada aprobaron una nueva ley de emergencia para impedir que miles de personas -sobre todo agricultores- desvíen caudal de arroyos y ríos.
En un año en el que la madre naturaleza no hace llover, no hay agua para ellos", dijo Jeanine Jones, responsable del Departamento de Recursos Hídricos de California.
Situación 'devastadora'
Cuando las autoridades cortan el suministro de agua, los agricultores se ven obligados a depender de pozos, excavados a cientos de metros de profundidad, pero que tienen un coste de varios miles de dólares.
Pero incluso estos pozos se secan.
La situación es bastante terrible", admitió Liset García, que dependía del agua de un pozo para regar la mitad de su granja de ocho hectáreas. Lo hizo hasta que se secó.
García lleva semanas esperando a que un servicio de perforación de pozos, un servicio saturado por la alta demanda, llegue a su granja con la esperanza de encontrar aunque sea un pequeño suministro nuevo de agua en las profundidades del suelo.
Sentada en su puesto de verduras, cerca de la ciudad de Reedley, esta agricultora de 30 años saluda a los clientes con un entusiasmo que nada tiene que ver con los estragos que sufren sus tierras.
El calor ha destruido varios de sus cultivos, que se han "cocido literalmente bajo el sol".
Hay mucho follaje que ya está quemado, así como fruta que no adquiere su tamaño, que no adquiere su jugosidad y dulzura, afirmó.
Se convierte incluso en un lujo tener comida", dijo con una mueca.
Los científicos afirman que el cambio climático provocará episodios de sequía aún más extremos y frecuentes, poniendo aún más en peligro la seguridad alimentaria.
Alimentar a Estados Unidos en estas condiciones será un reto. Pero la región puede haber encontrado ya un salvador.
En las tierras sin cultivar, los paneles solares ofrecen una nueva oportunidad de negocio y la promesa de un cierto alivio para una región que sufre el calentamiento de la Tierra.
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