FEMSA no va a ir a la mañanera a debatir si los Oxxo pagan menos por la electricidad que los hogares mexicanos, como afirman directivos de la Comisión Federal de Electricidad, invitados por AMLO.

“No estamos en la idea de un toma y daca con el gobierno. Lo que queremos es informar a nuestros clientes y colaboradores. Eso fue lo que hicimos. Nuestro spot fue para eso”, nos dijo Roberto Campa, director corporativo de FEMSA. El spot del que habla Campa, difundido por FEMSA, provocó reacciones negativas en la mañanera. No gustó en la CFE el mensaje que se da: Oxxo paga lo justo y protege el medio ambiente.

El promocional toma el ejemplo de una cliente de la tienda que fue a pagar la luz:  682 pesos el bimestre. Exhibe otro recibo de pago a la CFE de una tienda Oxxo: 16 mil 870 pesos por el mismo periodo. “Usted paga 1.53 kilowatt hora y Oxxo 2.54 kilowatt hora”, le explica el empleado de la tienda. El spot añade, sin embargo, que la mayoría de las tiendas Oxxo reciben energía limpia de parques eólicos. Les cuesta alrededor de 14 mil pesos al mes y una parte se le paga a CFE. “Ademas, ahorramos con refrigeradores de bajo consumo y luces led”, subraya.

Miguel Santiago Reyes Hernández, director de Energía de CFE, vio en el spot un intento por desacreditar la iniciativa de reforma eléctrica del Ejecutivo que pretende, entre otras cosas, devolver el control de la industria al Estado.

Según el funcionario, el promocional de FEMSA promueve la idea de que la energía de la CFE es cara y sucia, y la que reciben los Oxxo de parques eólicos es limpia y barata. 

“Es innecesario que el Oxxo pague tanto dinero en la propaganda que realizó ayer por diversos medios y que quizá sea mejor que dé la cara a la nación, en un debate, en una confrontación técnica de datos entre nosotros y los equipos de Oxxo”, dijo. Ya encarrerado, pidió a José Antonio Fernández Carbajal, el mero mero de FEMSA, o a quien designe la empresa, debata con ellos en la mañanera, a fin de contrastar los datos. Lo mandaron a volar.

* El presidente López Obrador trae entre ceja y ceja a Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE. El pretexto para atacarlo, otra vez, fue su asistencia, el jueves, a la reunión plenaria de los diputados del PAN.

“Estaba yo viendo cómo el señor Lorenzo Córdova va a la Convención del PAN. Imagínense, el director, coordinador, presidente del INE, encabezando el congreso, la Convención del PAN, de un partido. Debería de ser una autoridad imparcial y cuidar las formas, porque la forma es fondo; pero no, no se dan cuenta o no les importa”, dijo en la mañanera. Hay que aclarar, primero, que no fue un congreso ni una una convención del PAN, sino la reunión plenaria de la bancada azul en la Cámara baja. En la lógica de AMLO podríamos decir entonces que el gabinete del Presidente está en falta. En la plenaria de los diputados de Morena participaron Adán Augusto López Hernández, titular de la Segob; Marcelo Ebrard, canciller; Pablo Gómez, de la UIF; Román Meyer, Sedatu; Rosa Icela Rodríguez, Seguridad y Protección Ciudadana; y el general Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional. 

“¿Qué acaso ellos no deberían de ser imparciales?”, preguntó en Twitter el jefe nacional del PAN, Marko Cortés, al señalar que el gobierno federal debería de hacer lo mismo: escuchar a todos y no sólo a los que le dan la razón o piensan igual. “Mire su reunión plenaria con puros funcionarios de gobierno”, subrayó el panista. Córdova, por cierto, asistió ayer a la plenaria del PRD para dialogar sobre la agenda legislativa del periodo ordinario que está por comenzar en el Congreso de la Unión.

Nada que esconder. No lo “cacharon” conspirando con la oposición, como sugirieron bots de la 4T que se le fueron encima en redes sociales con el gastado calificativo de “árbitro vendido”. La  respuesta de Córdova se produjo en un tuit donde informó de su asistencia a la plenaria del amarillo y dijo una verdad que no necesita ser comprobada: “En democracia es absolutamente normal que la autoridad electoral converse con todas las fuerzas políticas”.

* Nos amanecimos, otra vez, con la noticia del asesinato de la activista y defensora de los derechos humanos Ana Luisa Garduño, en Morelos. Tenía 51 años de edad y llevaba casi 10 en busca de justicia para su hija, asesinada a los 17 años de edad por su exnovio. Es desesperante ver la indiferencia general ante este tipo de ejecuciones. Ya se nos hizo costumbre. Es parte del paisaje cotidiano. Es inadmisible la indiferencia. Refleja la descomposición que vivimos y el valemadrismo ante la impunidad. Pobre México.

El 15 de agosto de 2018, al ser aún presidente electo, López Obrador se reunió con los senadores de Morena para hacerles un encargo y una promesa.

“No soy hombre de compromisos con nombramientos y cuotas”, aclaró. Pero enseguida les pidió designar a Ricardo Monreal, su aliado desde 1996, como coordinador de la bancada.  

Tres años después, bajo la acusación de que las derrotas de Morena en la CDMX eran atribuibles al exgobernador de Zacatecas, el Presidente dejó de invitarlo a Palacio Nacional; le transfirió el trato al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández; abrió la sucesión y lo excluyó de la lista.

Con esa ley del hielo encima, Ricardo Monreal se autodestapó presidenciable y desplegó un activismo mediático, criticando el carácter antidemocrático de las encuestas como método de selección en Morena y el radicalismo presidencial.

Y continuó en su rol de diseñador de acuerdos con la oposición, requisito para concretar las reformas de López Obrador en materia eléctrica, electoral y Guardia Nacional.

Frente a esa fortaleza en la que no tiene competencia, en una acción avalada por Palacio Nacional, el gobernador Cuitláhuac García orquestó en diciembre el encarcelamiento en Veracruz de José Manuel del Río Virgen, secretario de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara alta, hombre de confianza de Monreal y de su gran aliado, el senador Dante Delgado, dirigente de Movimiento Ciudadano.

Fue el disparo de salida de una guerra declarada, a la que pronto se sumaron el propio Presidente de la República y Claudia Sheinbaum, con mensajes de respaldo al gobernador, una vez que se anunció en el Senado que habría comisión para indagar sobre el abuso de poder que los opositores y víctimas diversas padecen en Veracruz.

Y vino un inusual activismo de la jefa de Gobierno con senadores de Morena: Higinio Martínez, alguna vez del primer círculo de Monreal y a quien le han prometido la candidatura mexiquense –aun cuando suena difícil que pueda desplazar a Delfina Gómez–, la visitó con alcaldes de su entidad, y Antares Vázquez, ella sí desde siempre adversa al coordinador, hizo lo propio con la consentida de Palacio.

Ése fue el preámbulo de la adhesión del senador Antonio Álvarez Lima al chat de la bancada de Morena, quien dejó su tradicional bajo perfil para ser el artífice de impugnar esa comisión, junto con César Cravioto, Higinio y Antares.

Las formas en las que se reunieron las firmas de 29 senadores, en contra de las indagaciones que Monreal promovía, quedaron selladas por el detalle de que la carta se subió al mensajero de WhatsApp cuando faltaba un minuto para la 1 de la madrugada del domingo 23 de enero. Lo hizo Álvarez Lima, exdirector del Canal Once y uno de los legisladores más cercanos al vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas.

Fue la primera batalla de una guerra que apenas comenzó y que dejó herido al coordinador ante la evidencia de que 47% de la bancada, de un total de 61 senadores, le dio la espalda bajo el discurso de que estaban siendo leales con los leales del Presidente.

Monreal sabe ahora que muchos fueron colocados en el grupo de “los desleales” a Palacio Nacional sin consultarles si querían ser parte del golpe en contra del jefe de bancada. Y aunque esto lastimó a varios senadores que preferirían no ser rehenes de la sucesión adelantada, es un hecho que el fervor que le tienen a López Obrador será suficiente para que, cuando él lo decida, le retiren el apoyo.

Por eso Monreal se apresuró a reconocer este jueves que carecía del respaldo de los suyos para crear la comisión y la enterró, turnándole la investigación de Veracruz a la Comisión de Derechos Humanos, que encabeza Kenia López Rabadán (PAN).

En contraste, coordinadores e integrantes del PAN, PRI, MC, PVEM, PT y Grupo Plural cerraron filas con el morenista bajo la preocupación compartida de que los radicales de la 4T incurren en abuso de poder y en una persecución política que puede convertirse en el sello del sexenio.

Hoy y mañana, en la reunión de Morena, los gestos de los secretarios Adán Augusto, Marcelo Ebrard, la veracruzana Rocío Nahle y la maestra Delfina; las indirectas de éstos y de los autoproclamados senadores leales, la supuesta neutralidad de Olga Sánchez Cordero, todo será susceptible a interpretación en torno al incierto futuro de Monreal, quien ha decidido, según sus palabras, nunca confrontarse con el presidente López Obrador, pero tampoco someterse a la obediencia ciega.

Los susurros de Palacio apuntan que el relevo llegará a más tardar en mayo.

Hay otra incertidumbre: si el Presidente honrará la promesa pendiente que les hizo a los senadores 41 meses atrás, cuando les encargó a Monreal: “Conmigo, el Ejecutivo no será el poder de los poderes”.

Lo que ya saben en Palacio es que la remoción del legislador más importante del Congreso mexicano adelantaría el aglutinamiento de fuerzas en torno a su eventual candidatura.

Y, como en toda esta historia, el Presidente decidirá.

• PD: Tomamos un receso. Nos reencontramos el 19 de febrero.