El modelo de seguridad
Razones
La Guardia Civil enfoca su formación en habilidades militares, en medidas de protección, mientras que la Policía Nacional se enfoca en la formación en habilidades de investigación criminal
Jorge Fernández Menéndez
La Guardia Nacional cumplió cinco años de creada el pasado 30 de junio. Hoy es una fuerza policial adscripta a la Defensa Nacional con 130 mil elementos y con un cuadro de mandos y guardias casi íntegramente formado por militares. Por muchas razones no es posible transformar hoy o en el futuro inmediato esa pertenencia de la Guardia Nacional a la secretaría de la Defensa: hay muchas otras, pero sencillamente no tendríamos mandos para reemplazar a los existentes si se les propone dejar su actual carrera para comenzarla de nuevo fuera de la Defensa.
Pero, más allá de ese debate en buena medida estéril, lo que debemos pensar es qué modelo de seguridad pública queremos para el país. Queda claro que lo referente a seguridad interior y nacional es una responsabilidad constitucional de las Fuerzas Armadas, pero en seguridad pública tenemos grandes vacíos legales que se ahondaron cuando incomprensiblemente se declaró inconstitucional la reforma que se había aprobado el sexenio pasado.
Creo que vamos a estar yendo hacia un modelo similar al español, en la justicia y en la seguridad. En la justicia, entre otras cosas, separando el tribunal constitucional, la Suprema Corte, del jurisdiccional, el consejo de la judicatura. Están separados, pero hoy tienen una misma presidencia, en el modelo español son dos instancias, con responsabilidades y mandos diferentes. Una se encarga de revisar la constitucionalidad de las leyes y la otra de la operación del sistema.
En el terreno policial, de seguridad pública, siempre ligada a otros niveles, España tiene dos grandes instituciones policiales: la Guardia Civil, que sería nuestro equivalente a la Guardia Nacional, y la Policía Nacional. Esta última, según su definición legal, es un cuerpo policial encargado de mantener la seguridad ciudadana en las zonas urbanas del país. Es un instituto armado de naturaleza civil, que tiene como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana, con ámbito de actuación en todo el territorio nacional. Sus elementos se especializan en investigación criminal, lucha contra el terrorismo, delincuencia organizada y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
La Guardia Civil es un cuerpo militar encargado de mantener la seguridad pública en las áreas rurales y suburbanas del país. La Guardia Civil, que nació en lo que sería la defensa, tiene mandos militares, pero hoy se encuentra bajo la dirección del Ministerio del Interior español y se encarga de la prevención y la investigación de delitos, así como de la protección de las fronteras y la lucha contra el tráfico ilegal de drogas y el contrabando.
Según las leyes españolas, las principales diferencias entre la Policía Nacional y Guardia Civil son varias. Primero, su naturaleza: la primera es civil; la segunda, militar. Su ámbito de actuación también está diferenciado: la Guardia Civil se encarga de la seguridad pública en las áreas rurales y suburbanas, con mucho peso en las fronteras, mientras que la Policía Nacional se encarga de la seguridad pública en las áreas urbanas del país.
Por su origen y naturaleza tienen una estructura organizativa diferente: la Guardia Civil tiene una estructura jerárquica, tipo militar, con diferentes escalas, categorías y puestos, mientras que la Policía Nacional tiene una estructura con escalas y categorías con el modelo de las policías tradicionales.
Si bien los dos cuerpos tienen una formación rigurosa y exigente, los programas de formación son diferentes. La Guardia Civil enfoca su formación en habilidades militares, como la defensa personal y el uso de armas, en medidas de protección, mientras que la Policía Nacional se enfoca en la formación en habilidades de investigación criminal, como la recopilación de pruebas y la identificación de sospechosos.
Finalmente, cada una de ellas tiene competencias exclusivas. La Guardia Civil, entre otras responsabilidades, se encarga de la protección del medio ambiente, de las fronteras y del control de tráfico en carretera. La Policía Nacional tiene competencias exclusivas en áreas como la lucha contra el terrorismo y la delincuencia organizada.
Hay muchas otras características puntales que diferencian a ambos cuerpos, pero en esencia, si se concreta lo que se estaba pensando en el equipo de campaña de la virtual presidenta electa Sheinbaum, vamos hacia algo similar, con una Guardia Nacional encuadrada en la Defensa, que se encargará del control territorial, sobre todo en áreas rurales y semiurbanas, con preeminencia en las fronteras y las zonas donde mayores desafíos existen tanto para la seguridad pública como interior, junto con una nueva instancia, que se compondrá de una fuerte policía nacional (civil) de investigación y que concentrará las tareas de inteligencia y lucha contra el crimen organizado. Todo esto, por nuestro propio sistema constitucional (lo mismo ocurre en España) tiene que complementarse con la consolidación de policías locales, sobre todo estatales, sólidas y con capacidad de operación real en sus entidades, algo de lo que en general carecemos.
Estamos hablando de modelos y, en el caso español, de instituciones con muchos años de existencia: la Policía Nacional tiene 200 años de antigüedad. La Guardia Civil, que se creó en 1844 como un “cuerpo especial de fuerza armada de infantería y caballería”, era parte del ejército.
Nos falta mucho para consolidar un modelo y una estrategia de seguridad coherente en el país, pero tenemos que partir de los que conocemos y funcionan. Y este parece ser un modelo aplicable para lo que necesitamos y queremos lograr, construyendo sin destruir lo que ya tenemos.
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