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Historia y Cultura

Precisiones de Labastida sobre su cena con AMLO y algo más

Precisiones de Labastida sobre su cena con AMLO y algo más

Francisco GarfiasFrancisco Garfias                                                          Arsenal
 
 
 

Francisco Labastida reconoce que cuando era secretario de Gobernación, invitó a cenar a su casa a Cuauhtémoc Cárdenas y que el ingeniero llevó a López Obrador “no sé por qué”.

En charla telefónica con este reportero, el excandidato pre­sidencial del PRI negó tajante haberle pedido al tabasqueño que votara por el Fobaproa. “¿Cena con lo de Fobaproa? No tengo nada que ver con eso. Me reuní con él varias veces para solucionar el problema del Gran Canal, que estaba a punto de reventar, con los riesgos, hasta de muertos, que eso implicaba”.

Cuenta que, previamente, hubo una reunión en la Secretaría de Gobernación a la que asistieron el entonces jefe de Gobierno, Cuauhtémoc Cárdenas, el propio López Obrador y los titulares de la Comisión de Aguas del Valle de México y el de Conagua. 

Luego precisó lo que le dijo a Carmen Aristegui, en la muy larga entrevista en la que habló de la supuesta ayuda de Peña Nieto a AMLO para que ganara la Presidencia.

“Lo que le dije a Aristegui es que cuando el candidato del PAN (Ricardo Anaya) dice que va a meter a la cárcel a Peña, Peña se encabrona. Pensé: este cabrón no va a ganar.

“López Obrador iba como 10 puntos arriba de Ricardo Anaya. Entonces el gobierno le sacó al candidato del PAN un delito sobre un edificio o un terreno –no sé si sea cierto– y Meade se pone a atacar al segundo lugar, en lugar de al que puntea y la diferencia se abre…

“Desde febrero le advertí a Meade que iba a perder por más de 20 puntos, si no dejaba de atacar al candidato que iba en segundo y se concentraba en el puntero y si no tomaba distancia de Peña, entre otras cosas”. Ya encarrerado, Labastida reconoce que no tiene pruebas de que AMLO favorezca al cártel de Sina­loa, pero insiste que hay indicios en ese sentido. ¿Cuáles indi­cios? El Presidente ha ido cuatro veces al pueblo de Badiraguato, de 5 mil habitantes. ¿Qué no hay más habitantes en Chalco o en Neza? ¿Otros indicios? El saludo a la mamá del Chapo y la libe­ración de Ovidio. La errónea política de abrazos no balazos, que no cumple con el juramento constitucional de hacer cumplir la ley. Protege a criminales a los que debe detener. Los militares se dejan perseguir por las bandas. “Es vergonzoso. La institución más respetada del país es el Ejército”, lamenta.

El excandidato presidencial reprueba los ataques de AMLO a Aristegui. “No se lo merece Carmen. Está haciendo su trabajo. Fue una entrevista de hora y cuarto. Me exprimió como trapo”, dice. Antes de concluir la charla, hablamos brevemente sobre los señalamientos de Porfirio Muñoz Ledo de que hay alianzas o contubernios de AMLO con el narco. “Sólo se puede declarar eso cuando tiene uno pruebas”, destacó.

* Muñoz Ledo no merece ser tratado como senil que ya de­bería estar jubilado políticamente, por el hecho de haber lle­vado a la plaza pública ese tema que todo mundo trae en mente, pero del que muy pocos se atreven a hablar. Coinci­dimos con Labastida en el sentido de que sólo se pueden hacer esas acusaciones con pruebas en mano, pero descalificarlo por su edad es ofender a los octogenarios y dejar mal parado a una parte de su gabinete. “Es realmente muy corriente, muy vulgar todo esto. Lo lamento porque, por ejemplo, el licenciado Muñoz Ledo me conoce muy bien y se atreve a sostener que el gobierno tiene vínculos con el narcotráfico. Es un juicio sin fundamento, te­merario. Es un asunto de nostalgia y, con todo respeto, de la edad.

“Por eso yo no puedo seguir una vez que concluya mi pe­riodo. Porque lo peor que puede pasar en política es que haga uno el ridículo y, si uno tiene demasiado apego al poder o se encariña con el poder, pues se pueden cometer muchos errores”.

* El domingo habrá elecciones de gobernador en Aguasca­lientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamauli­pas. Las encuestas pronostican cuatro para Morena y aliados. Dos para la Alianza PAN-PRI-PRD. Integralia Consultores, que encabeza el expresidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, dio a co­nocer un reporte sobre las elecciones en el que establecen los dos escenarios predominantes y los riesgos latentes.

Uno: la alianza Va por México retiene Aguascalientes y Du­rango con márgenes estrechos. En Tamaulipas, Morena se lleva el triunfo, tras una elección cerrada y gana cómodamente en Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo.

Dos: la coalición que encabeza Morena, gana Hidalgo, Oa­xaca y Quintana Roo, y triunfa en Durango y Tamaulipas, tras una contienda muy cerrada. La alianza retiene Aguascalientes

Riesgos: participación del crimen organizado como agen­te movilizador o inhibidor del voto, sobre todo en Durango y Tamaulipas.

Dos: el fantasma de la judialización de las contiendas electorales con márgenes estrechos y posibles conflictos postelectorales.

Tres: consolidación de la hegemonía de Morena, con la consecuente erosión de los contrapesos regionales al poder presidencial.

El PRI no se destruye, sólo se transforma

 

Pascal Beltrán del RíoPascal Beltrán del Río                                                                        Bitácora del director
 
 
 
Ante la perspectiva de que pierda otras dos gubernaturas en los comicios del próximo domingo, el PRI se ha convertido en materia de discusión de los politólogos. ¿Cómo es posible –se preguntan– que el otrora partido de Estado se haya encogido así? 

 Hay quien lo atribuye a haber vuelto a las andadas en materia de corrupción cuando el electorado le dio una nueva oportunidad en 2012, después de haberlo sacado de la Presidencia en 2000. También hay quien pone la culpa en su mal tino a la hora de escoger candidatos y dirigentes. 

 Pero puede ser, sencillamente, que muchos priistas ya estaban incómodos en su casa y, como ocurre con los pueblos destinados a ser fantasmas, varios de sus militantes hayan decidido emigrar a otros partidos –particularmente a uno que les trae recuerdos de los tiempos idos–, llevando consigo las características genéticas del homo priistus. 

Quizá el PRI no esté muriendo, sino sólo renaciendo. O cambiando de piel. Veamos. 

 El presidente Andrés Manuel López Obrador, priista durante unos 12 años, suele evocar y poner como ejemplo a Lázaro Cárdenas, Adolfo Ruiz Cortines y Adolfo López Mateos. 

De los 32 gobernadores del país, 13 tienen antecedentes de haber militado en el PRI. Cuatro de ellos son miembros de ese partido (los de Coahuila, Estado de México, Hidalgo y Oaxaca) y los otros llegaron al cargo por otras siglas (Campeche, Durango, Jalisco, Nayarit, Puebla, Quintana Roo, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas). 

En las actuales campañas para renovar las gubernaturas en seis estados, el PRI no sólo tiene candidatos propios, como el duranguense Esteban Villegas, el oaxaqueño Alejandro Avilés, la quintanarroense Leslie Hendricks y la hidalguense Carolina Viggiano, sino que ha sido semillero de otros, como la duranguense Marina Vitela, el hidalguense Julio Menchaca y el tamaulipeco Américo Villarreal, quienes tienen la oportunidad de ganar las elecciones postulados por otros partidos. 

 En el Senado de la República, de los 128 integrantes, por lo menos 31, casi la cuarta parte, son o fueron miembros del PRI, incluyendo a los 13 miembros de la bancada tricolor y, Ricardo Monreal, el presidente de la Junta de Coordinación Política. 

En la Cámara de Diputados, el presidente de la Jucopo, Rubén Moreira, es priista. E Ignacio Mier, líder de la bancada mayoritaria, lo fue por un tiempo. En el gabinete presidencial, los secretarios de Gobernación, Adán Augusto López, y de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, militaron en el PRI, lo mismo que el director general de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett. Del PRI también surgió Dante Delgado, dirigente de Movimiento Ciudadano. 

Probablemente en los meses por venir, dependiendo de los resultados electorales, podría ocurrir una nueva sangría de priistas. El presidente López Obrador dio la impresión de estimularla durante la discusión de la reforma constitucional en materia eléctrica, cuando conminó a los legisladores del PRI a recordar el legado de Cárdenas y López Mateos. 

 Las presiones del gobierno federal para que los priistas dieran al oficialismo los votos que requerían para conformar la mayoría necesaria acaba de ser confirmada por un audio que difundió ayer por la tarde el dirigente nacional Alejandro Moreno, envuelto, él mismo, en su propio audioescándalo. En la conversación telefónica, el senador Manuel Velasco le transmitió lo que parecían amenazas del secretario de Gobernación para doblar al PRI y obligarlo a apoyar la reforma, o al menos así lo interpretó Moreno, quien grabó el diálogo “por seguridad”. 

Total, que el PRI, la organización surgida de la Revolución Mexicana para apaciguar la lucha de los caudillos, el partidazo de la política mexicana durante siete décadas, al que tantas veces han dado por muerto, resultó ser como la materia: no se destruye, sino simplemente se transforma. 

BUSCAPIÉS 

*Esta Bitácora cumple 15 años de publicarse. Agradezco a mis jefes Olegario Vázquez Raña, Olegario Vázquez Aldir y Ernesto Rivera la posibilidad de compartir mis puntos de vista, y a usted, querido lector, el tiempo que dedica a leerme. 

Sí, sí pasa algo

 

María Amparo CasarMaría Amparo Casar                                                                                          A juicio de Amparo
 

 

Podríamos pensar que es muy difícil que, en un gobierno con los índices de desempeño como los del actual, los dichos puedan superar a los hechos, pero después de 850 conferencias matutinas, es válido cuestionar esta premisa. 

Pobreza, desigualdad, violencia, corrupción, impunidad, recesión, ejercicio discrecional del poder, desprecio por el Estado de derecho. Todos a tope. En cada uno de estos indicadores se han roto los récords impuestos por los tan denostados gobiernos neoliberales. 

También se han roto otros indicadores que son difíciles de medir y que no entran en los rankings nacionales o internacionales: la desmesura en la palabra presidencial, las ofensivas denostaciones a sus adversarios, las descalificaciones propinadas a sus críticos, las expresiones sobre las instituciones del Estado, el trato a la oposición política y las falsedades que se cuentan por decenas de miles. 

 Si ya ha quedado demostrado que son muy pocos los límites a la voluntad del Presidente, no encuentro ninguno para frenar sus excesos verbales. No importaría mucho si sus palabras no tuvieran consecuencias, pero las tienen. 

Mentir de forma inescrupulosa y decir que estamos en un momento estelar no pasaría de ser una ficción insostenible, pero de pronto se cruzan barreras inaceptables. Tan sólo en los últimos días irrumpió en dos ocasiones en el debate público con un discurso que no es admisible en un jefe de Estado y de gobierno. 

Ante la persecución y huida de elementos militares por parte de civiles armados en Nueva Italia, Michoacán, el Presidente no sólo calificó de actitud responsable la respuesta que tuvieron las Fuerzas Armadas, sino que ahora se cuida a los militares y también a los integrantes de las bandas porque “son seres humanos”. 

No señor. El Estado no está para proteger criminales, sino para perseguirlos, atraparlos y consignarlos. Lo único que les debe garantizar es el derecho al debido proceso. A los que tiene que proteger es a los ciudadanos y las ciudadanas de las agresiones y atentados de esos delincuentes. A ellos y a ellas: periodistas, médicos, defensores de derechos humanos, activistas, mujeres acosadas y violadas, desaparecidos, productores extorsionados, choferes asaltados, transeúntes y la larga lista de víctimas que se sigue acumulando. En democracia hay dos tareas prioritarias del Estado. La primera es mantener el monopolio del uso legítimo de la fuerza. La segunda es hacer valer el Estado de derecho. Con el primero se combate a los criminales. Con el segundo se les somete a investigación, juicio y sentencia. En la democracia mexicana ninguna de estas dos tareas parece estar funcionando. 

En esta administración se ha pasado por alto la detención de los criminales aun cuando se les pesca en flagrancia. Ya pasó mucho tiempo desde que, en octubre de 2019, el Presidente ordenó la liberación de Ovidio Guzmán luego de haber sido detenido en una vivienda del fraccionamiento Tres Ríos en Culiacán. El hecho quedará para la historia. 

Apenas este fin de semana fue más lejos. Periodistas de diversos medios que iban a cubrir la gira presidencial a Sinaloa y transitaban por la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo fueron sorpresivamente detenidos en un retén controlado por un grupo de 10 personas con uniformes militares, chalecos antibalas, camionetas sin placas, armas cortas y cuernos de chivo. Cuando el Presidente fue informado del acontecimiento lo único que acertó a decir fue: “No pasa nada”, “No hay ningún problema”, “Me siento contento, seguro, seguro, seguro”. 

 Qué suerte. Pertenece a la minoría de mexicanos que se sienten no triplemente seguros, sino, apenas, seguros. La última encuesta de Percepción sobre Seguridad Pública del Inegi (2021) reporta que más del 75% de los ciudadanos se siente inseguro en su lugar de residencia. 

 
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No sólo eso. El Presidente resta importancia o de plano niega, aunque se le presente la evidencia, que parte del territorio nacional está en manos del crimen organizado y que, de manera reiterada, las Fuerzas Armadas o la Guardia Nacional tengan que emprender la retirada. 

¿De verdad no pasa nada cuando en México se registran en lo que va del sexenio más de 110 mil homicidios dolosos, 3,224 feminicidios, 36 periodistas asesinados y 94 asesinados, en promedio, diariamente? A mí me parece que sí pasa algo y que lo que pasa es muy grave. 

Pero, más allá de las palabras que indignan a cualquiera, el problema es que si el Presidente de verdad piensa que no pasa nada, la conclusión lógica es que no hay nada por hacer. 

Eso es lo que parece estar haciendo el Presidente respecto a la seguridad del país: nada. 

¿Otro mercado negro?

 

Yuriria SierraYuriria Sierra                                                                 Nudo gordiano
 
 

Decisiones equivocadas. Pocas políticas tan conservadoras como las encaminadas a la prohibición. No sólo porque se apela a la falsa creencia de que, con ellas, se levanta un muro inquebrantable, sino por sus repercusiones ante el tema que se busca contener. Prohibir el alcohol, por ejemplo, no impide que las personas que desean ingerir queden lejos de su alcance. Ahí están los varios episodios en los que una “ley seca” se impone en regiones del país. 

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 Seguramente lo veremos el próximo fin de semana en alguno de los seis estados que tienen elecciones. ¿Una “ley seca” anunciada con días de antelación, como sucede generalmente, impide que ciudadanos tomen precauciones y hagan compras de “pánico”? Aquí en la CDMX ocurre un fenómeno particular: la medida suele dictarse según la alcaldía, pero territorios que comparten frontera, pero no esta política, permiten escenarios tan absurdos como que en una misma avenida, pero distinto lado de la acera, el acceso al alcohol no represente problema alguno. El principio es el mismo: la falsa idea de control. Ayer, Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto con el que se prohíbe la distribución y comercialización de los vapeadores y cigarros electrónicos.  También recibió un premio de la OMS por este tipo de acciones. Desde luego que, en el marco del Día Mundial sin Tabaco, este anuncio queda como la imagen perfecta de quien vela por la salud de los ciudadanos, sin embargo, ¿de qué forma el Estado va a evitar que esto genere un mercado negro? Eso no lo han dicho. Así como la “ley seca” no logra inhibir el consumo, ¿qué nos asegura que con el decreto estos dispositivos dejarán de entrar a territorio nacional? ¿La no regulación de las drogas ha impedido su uso y tránsito por territorio nacional? 

 El consumo de tabaco, como de cualquier otra sustancia adictiva, es, desde luego, un asunto de salud pública, pero no se resuelve con la prohibición. Si el argumento en este caso es la mercadotecnia que existe sobre estos productos, cuyo objetivo es la población joven, como sucede en EU, tampoco hay de parte del gobierno de México acciones encaminadas a la atención integral. Apenas hace unos días hablamos de la desafortunada campaña Yo decido, también meses atrás señalamos los spots contra las adicciones plagados de mensajes trillados. Si ése es el límite de su enfoque, estamos perdidos. Una adicción no se ataja con campañas que apelan a la culpa y la revictimización, ¿hasta cuándo harán de la información la herramienta esencial de políticas públicas para casos como éste? 

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 Cualquier ley que apele a la prohibición como eje rector está destinada al fracaso, porque ni siquiera con leyes y castigos rigurosos se impide la comisión de un delito, menos aún se inhibirán deseos y prácticas individuales. La prohibición jamás ha sido el camino, porque justo también su otra inevitable consecuencia es la aparición de un mercado negro no regulado que, muchas veces, se sale de las manos. 

Economía de EU sufre caída del 1.4% al cierre del 1T

 

ECONOMÍA 

 

 
El Producto Interno Bruto (PIB) de EU registró una caída del (-)1.4% interanual durante el 1T del 2022, revelan datos del Departamento de Comercio. Foto: iStock

El Producto Interno Bruto (PIB) de EU registró una caída del (-)1.4% interanual durante el 1T del 2022, revelan datos del Departamento de Comercio. 

 MARIO JOSE ALVAREZ MONROY
 
     
 
 
La economía de los Estados Unidos se tropieza, dado que el Producto Interno Bruto (PIB) registró una caída del (-)1.4% interanual durante el primer trimestre (enero-marzo) del 2022. 

Los datos del Departamento de Comercio son muy inesperados debido a que el pronóstico de los especialistas apuntaba un alza del 1.1%. Incluso es la primera caída registrada desde el 2020, al registrar una racha de seis trimestres al alza. 

 

La principal causa es el déficit comercial, ya que existe un aumento en las importaciones y un menor crecimiento en los inventarios. El gasto público también afectó al PIB al sufrir una contracción.

La disminución del PIB real reflejó disminuciones en la inversión en inventarios privados, las exportaciones, el gasto del gobierno federal y el gasto de los gobiernos estatales y locales, mientras que las importaciones, que son una sustracción en el cálculo del PIB, aumentaron", explicó el análisis de Bureau of Economic Analysis( BEA). 

Los gastos de consumo personal, la inversión fija no residencial y la inversión fija residencial aumentaron".

Y esto no es todo, la economía estadounidense también afronta el mayor nivel de inflación en 40 años.

Aún así se mantienen activas las expectativas de que la Reserva Federal (Fed) opte por elevar agresivamente la tasa de interés hasta en 50 puntos base, esto sucederá el próximo miércoles 4 de mayo.

Sin duda la economía de EU afronta graves problemas, todo dependerá de la rapidez con la que solucionen las tensiones geopolíticas y en las cadenas de suministro.

Con información de Investing y Reuters 

*amm

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