Historia y Cultura

AMLO salva Altán y revive CFE; Telecom, la apuesta por internet

13 JUN, 2022

Activo empresarial

JOSÉ YUSTE

El presidente López Obrador ha decidido sus batallas y sus salvamentos. Feroz crítico del Fobaproa y el salvamento bancario, el mandatario decidió rescatar una empresa, Altán Redes, para brindar internet de cobertura social.

¿Por qué el presidente López Obrador acepta el rescate de Altán Redes? La respuesta es por el internet.

Peña Nieto no estaba equivocado cuando creó Altán Redes, con la que se quería dar un internet de cobertura social,

accesible en precio y hasta la comunidad más alejada.

ALTÁN SE LICITÓ

Se creó Altán Redes, una Asociación Público-Privada, donde el gobierno ponía la red de 700 Mhz, administrada por la empresa pública Promtel. El gobierno también ponía dos hilos de fibra, a través de Telecom de México.

El proyecto de Red Compartida se licitó. El ganador fue el empresario español Eugenio Galdón. Galdón era famoso por haber creado la cablera Ono, en España.

Sin embargo, desde el principio, Altán Redes tuvo una estructura accionaria complicada, donde proveedores y clientes eran también sus socios. Y no encontró el punto de equilibrio entre su compromiso de dar cobertura a la población y la rentabilidad.

Galdón terminó cediendo su puesto a Bernardo Sepúlveda, el excanciller mexicano. Y a finales de 2019, Salvador Álvarez, otro directivo español que había dirigido

Maxcom y Nextel, fue designado director de Altán.

LAS REUNIONES DE AMLO CON SEPÚLVEDA Y ÁLVAREZ

Sepúlveda y Álvarez pudieron ver en varias ocasiones al presidente López Obrador, quien los recibió y asumió la idea de la Red Compartida de Altán.

Altán no da directamente ni telefonía ni internet. Altán sube a su red a otras compañías telefónicas móviles, les renta de manera económica su red y fibra, y son las telefónicas las que brindan el servicio al usuario final.

Fue teniendo problemas Altán para cumplir con su compromiso social, de abarcar 92.2% de cobertura de la población para 2024. A principios de año no pudo cumplir con sus compromisos en su título de concesión. Pero, además, su modelo de negocios fue deteriorándose, sus deudas aumentando, y su estructura de capital era inoperante.

Terminó en concurso mercantil.

AMLO TRATA DE SALVAR INTERNET PARA TODOS

Y se alinearon los astros. El presidente López Obrador de varias juntas con Sepúlveda y Álvarez, conocía bien la empresa de Asociación Público-Privada. Y a mitad del sexenio obradorista, no había nada sobre su promesa de Internet para Todos.

Así, el Presidente decide lanzarse al primer salvamento de una empresa, de Altán Redes. Nafin, Bancomext y Banobras, la banca de desarrollo gubernamental, otorgarán 161 millones de dólares de capital fresco para reestructurar Altán. Y claro, el gobierno como el principal aportador de capital, reestructura la empresa.

Sepúlveda y Álvarez serán sustituidos por Anthony McCarthy (viejo conocido en reestructuras) y por Carlos Lerma, nada menos que el jefe de asesores del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.

Altán seguirá siendo Asociación Público-Privada, pero la mano la llevará el gobierno. Se especula que podría quedar dentro de CFE Telecomunicaciones.

El López Obrador quiere internet de cobertura social, cumplir una promesa clave de campaña, pero también llegar a dispersar sus programas sociales. Para ello necesita a Altán

Redes, que se sumará a CFE Telecom, que le acaban de nombrar nuevo director, David Pantoja.

Así, López Obrador lanza el primer salvamento empresarial de su sexenio.

Alta inflación será prolongada, advierte Jonathan Heath

ECONOMÍA

El subgobernador del Banco de México (Banxico), Jonathan Heath, recordó que la inflación ha ido al alza debido a una combinación de factores. Foto: AFP

POR: AURA HERNÁNDEZ

PLAYA DEL CARMEN-. México padecerá una alta inflación por un periodo prolongado de tiempo, “y se debe actuar”.

Así lo aseguró Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México (Banxico), quien recordó que la inflación ha ido al alza debido a una combinación de factores, muchos de ellos inesperados como la disrupción en la cadena de suministro o la guerra.

Al participar en el 11º Foro de Emisoras, organizado por la Bolsa Mexicana de Valores, indicó que estos choques han hecho que tanto el banco central como las instituciones financieras, los economistas y todos los que tratan de ver la trayectoria de la inflación, tanto en el país como en el resto del mundo, fallen en sus expectativas.

La inflación quizá ya no va a subir mucho más de lo que estamos viendo ahorita, pero sí se va a estancar por un periodo más largo de lo que estamos pensando y, por lo tanto, creo que necesitamos tener una postura monetaria consiste con el fenómeno inflacionario que estamos enfrentando”, consideró.

El subgobernador fue claro en que la política monetaria per se no va a solucionar el problema de la alta inflación, que alcanzó 7.65% en mayo de este año, pero tiene que prepararse para contar con una postura consistente. De ahí que el banco central haya comenzado a subir la tasa de referencia, aunque no con la misma rapidez con la que ha subido la inflación.

Recordó que en la anterior junta de política monetaria, la discusión fue alrededor de si se subían 50 o 75 puntos base, quedando el consenso en 50, por lo que para la reunión del próximo 23 de junio sí espera una postura más contundente.

Obviamente tenemos que votar. Soy uno de cinco y ya más o menos tienen una buena idea por dónde voy a votar, pero yo casi les puedo adelantar, en mi opinión, que creo que sí va a haber mayoría y vamos a ver el aumento de 75 puntos”, confió.

Mientras que la discusión en dicha reunión se centrará sobre si en agosto vuelven a aumentar 75 puntos o se regresan a 50 puntos, lo cierto es que, de acuerdo con Heath, se mantendrán varios movimientos al alza en la tasa.

Dijo que medidas como el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) sí está ayudando y lo hace principalmente a través del tope al precio de la gasolina.

Por: Aura Hernández

*clm

Frentes Políticos

Frentes Políticos

1. ¿Bromista? ¿Qué puede afectarle a Alejandro Murat, gobernador de Oaxaca, que su partido fuese arrasado en las elecciones del pasado domingo, si en la misma semana es anfitrión en la visita presidencial? “Con gusto recibimos una vez más al presidente Andrés Manuel López Obrador, e integrantes de su gabinete a tierras oaxaqueñas; trabajaremos en unidad los tres órdenes de gobierno para brindar atención a las poblaciones afectadas”, escribió festivo en redes sociales. Para nada se asoma la desazón de que el PRI haya perdido Oaxaca por ¡35 puntos! frente a Morena. Por el contrario, sonriente respondió a los reporteros cuando le preguntaron ¿qué embajada le gustaría?: “Yo voy a ser precandidato”, adelantó, “pero a su tiempo”. En política, hasta los perdedores ganan.

2. Cosecha. México anunció de manera formal que se suma a la Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica, propuesta por el presidente Joe Biden, durante la inauguración de la IX Cumbre de las Américas. La iniciativa tiene como objetivo fomentar el crecimiento de las economías de la región, priorizando enfoques que disminuyan la desigualdad entre las sociedades, proteger a las personas más vulnerables y fomentar la creación de empleos bien remunerados. “Frente a las nuevas realidades, nuestro país reitera la necesidad de buscar nuevos mecanismos que nos permitan impulsar el crecimiento económico para todos”, subrayó la Cancillería. Marcelo Ebrard transparenta en redes cada paso que da.

3. Menos autos, más vida. El Gobierno de la Ciudad de México apuesta por el transporte público por razones ambientales, porque es el que más personas mueve, las cuales son las que menos recursos tienen. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, aseveró que entre el 70 y el 75% de los habitantes de esta ciudad se mueven en transporte público; sólo entre el 25 y el 30% tiene un automóvil, entonces el transporte público mueve a la mayoría. “Son las personas que menos recursos tienen y nuestro gobierno está orientado a mejorar la calidad de vida de los que menos tienen”, dijo. Propone bajarse del auto y subirse a la bicicleta, entre otros puntos. ¡Eso es velar por la salud!

4. ¡Fuera!, ¡Fuera! “Por favor, Alejandro, urge que renuncies”. Así se expresa un militante del tricolor mediante un video compartido en redes sociales en el que se lanza en contra de su dirigente nacional, Alejandro Moreno. El hombre resume la actuación de su líder: “A los priistas. Como militante priista, le exijo la renuncia a Alejandro Moreno Cárdenas de mi partido. Por favor, Alejandro, desde que llegaste al PRI no hemos ganado ningún estado. Hoy fueron dos estados más: Hidalgo y Oaxaca, en el 2021 ocho estados, por favor, Alito, ¡renuncia! Desde Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, soy Mauricio Palomeque, y exijo tu renuncia”. Fuertes declaraciones en contra de quien dice que hay tiro para el 2024. ¿Alito llegará al 24? Se ve lejos…

5. Primer plano. Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda, no sólo participó con éxito en la reunión del Consejo de Ministros de la OCDE, donde se analizan los retos socioeconómicos de la pandemia y la transición verde para futuras generaciones; también se reunió con el australiano Mathias Cormann, titular del organismo; con el primer ministro italiano, Mario Draghi; con la ministra noruega de Exteriores, Anniken Huitfeldt, y con el presidente de Senegal y líder de la Unión Africana, Macky Sall. Ramírez de la O, doctor en economía por la Universidad de Cambridge, fue vicepresidente de las sesiones, en esta importante cita en París. Forjando juntos el mejor escenario, y con agenda llena, confirmó el calificado rol de México en el concierto internacional. Se ganó otro diez.

La protesta de AMLO a Biden por la cumbre

José Buendía Hegewisch Número cero

El liderazgo de EU cotiza a la baja en su zona natural de influencia en América Latina, como revelaron las protestas y declinaciones a la cumbre por las exclusiones de la potencia. La región vive una nueva ola de dirigentes nacionalistas de centroizquierda e izquierda, que se observan lejos de las prioridades de Washington. La mayoría quiere sentar las bases de una nueva relación más sana y equilibrada que supere la pesadilla diplomática de la era de Trump, aunque en medio de desacuerdos y escaso apoyo de la Casa Blanca.

Las ausencias, entre ellas la de López Obrador, son indicativas del momento de la relación. Por un lado, los latinoamericanos comienzan a resistir la intromisión de Washington que, a su vez, muestra poca comprensión con los nuevos tiempos y olvido de los problemas de la región.

Por ejemplo, tener que enfrentar el covid con vacunas rusas y chinas sin contar con mayor asistencia de EU. Y, en cambio, ver que persisten bloqueos y aislamiento, no obstante algún guiño con la relajación de restricciones a Cuba y Venezuela, pero sin incluirlos en las invitaciones.

Por el otro, el gobierno de Biden pretende recuperar el peso de la influencia de su país, tras los años de agresión y hostilidad de Trump cuando, por ejemplo, construyó un muro virtual para la migración latinoamericana y obligó a México a servir, en los hechos, como tercer país seguro para los refugiados. Pero lo hace con planteamientos poco convincentes y escasos recursos que destinar al desarrollo regional. Su gobierno ha intentado sin éxito introducir nuevos enfoques a las políticas migratorias, pero éstos siguen respondiendo a su agenda política interna y a la “guerra” con los republicanos hacia la elección de medio término, en vez de resolver la crisis. En la cumbre ofreció acoger a 20 mil refugiados de la región este año y en 2023; una cantidad mucho menor que los 100 mil ucranianos que ha recibido de la guerra.

Al derecho de admisión que impuso Washington se atribuyen los fiascos de la reunión, pero sus escasos resultados demuestran la dificultad de relanzar una agenda regional como se pretendía. López Obrador y otros presidentes que declinaron participar, leyeron la debilidad interna de Biden en sus esfuerzos por salvar la cumbre y su reducida capacidad para potenciar la cooperación económica con las Américas. Ofreció una hipotética alianza para la prosperidad como fórmula para sustituir el comercio con China y acuerdos genéricos para enfrentar la crisis migratoria. En concreto, 314 millones de dólares e inversiones privadas por mil 300 millones en Centroamérica para frenarla. Otra vez, nada que ver con los 40 mil millones en ayuda militar y económica a Ucrania.

López Obrador ha reclamado a EU el incumplimiento del acuerdo de inversión por 4 mil millones de dólares para evitar la migración, mientras su gobierno sigue ocupado en perseguir migrantes ilegales desde hace más de tres años y acoge a los refugiados que ellos regresan en la frontera.

Su negativa a asistir es una forma de protestar contra ese estado de cosas y de presionar por una mayor cooperación económica, aunque sin abandonar su colaboración en la crisis migratoria, lo que enfurecería a la Casa Blanca. Es por ello que el gobierno de Biden se limitó a expresar que “lo entendemos” e inmediatamente anunciar su próxima visita en julio.

El Presidente fue un protagonista de la cumbre sin asistir. La jugada no tenía desperdicio porque además de elevar su exigencia a EU, le sirve para fortalecerse como referente de liderazgo nacionalista hacia América Latina; al contrario de lo que Biden quiere representar en la región con su preocupación por los gobiernos autoritarios y la inestabilidad en Centroamérica. En la zona hay nuevos tipos de dirigentes que ya no parecen dispuestos a asumir gratuitamente y sin chistar los dictados de Washington sin ni siquiera figurar entre sus prioridades. López Obrador sabe del peso de la crisis migratoria para la agenda política doméstica de Biden y también conoce los nuevos equilibrios políticos en Latinoamérica con fuerzas de izquierda y progresistas, que un Biden concentrado en la guerra en Europa, no termina de calibrar. Por eso le fue mal con una cumbre, que lejos de reforzar su influencia en la región, resultó en un fortalecimiento de la confianza y la seguridad de los latinoamericanos frente al vecino del norte.

Biden le ganó a López Obrador

Leo Zuckermann Juegos de poder

En este espacio, desde hace muchos años, he dicho que López Obrador me recuerda a esos agresivos jugadores de póquer que siempre están doblando las apuestas. Son muy exitosos para ganarle a los que se asustan fácilmente, aunque tengan buenas barajas. Sin embargo, suelen perder cuando se enfrentan a jugadores valientes que tienen muchas fichas y se puede dar el lujo de perder varias manos con el fin de comprobar si el agresivo está o no faroleando. Inevitablemente llega el momento en que el valiente con muchas fichas le gana al bravucón que siempre está doblando las apuestas.

Acabamos de atestiguar otro caso. El Presidente mexicano anunció que, si el mandatario de Estados Unidos no invitaba a Cuba, Venezuela y Nicaragua a la Cumbre de las Américas, él no asistiría a dicha reunión. Y, bueno, pues Biden no quiso y López Obrador se quedó sin ir a la cumbre.

Era lógico. Biden nunca iba a aceptar esta condición. De ninguna manera le iba a regalar a sus adversarios internos la foto con algún representante de las dictaduras cubana, venezolana o nicaragüense. Mucho menos en año electoral.

Biden no es un “buen hombre” como dice López Obrador. Es un buen político que lleva décadas jugando en las grandes ligas de la política estadunidense y no se iba dejar amedrentar aceptando una demanda extranjera que le hubiera costado votos en su país.

Biden es un jugador con más fichas que López Obrador. Puede darse el lujo de que el jefe del Estado mexicano no asista a la Cumbre de las Américas y no pasa nada. López Obrador, en cambio, perdió la partida. Se perdió la oportunidad de tener un mayor impacto en su agenda de invitar a todos. Le dejó todo el liderazgo crítico a la política exterior estadunidense y a la nueva figura de la izquierda latinoamericana: el presidente chileno, Gabriel Boric. Éste, al igual que López Obrador, estaba en contra de la marginación de Cuba, Venezuela y Nicaragua, pero fue a decírselo en su cara al Presidente de Estados Unidos con una mayor cobertura mediática. México, en cambio, tuvo una participación testimonial con una delegación presidida por el canciller Marcelo Ebrard.

López Obrador subió la apuesta, Biden dijo “voy”, López Obrador abrió su juego, no tenía buenas barajas y perdió.

Peor aún, Biden sacará la legendaria libretita de la que hablaba Lyndon B. Johnson, donde el presidente de Estados Unidos debe apuntar todas la cosas buenas y malas que le ocurren para, llegado el tiempo, premiar a los que ayudaron y castigar a los que lo perjudicaron.

Biden ya tiene apuntadas varias en las que López Obrador lo ha tratado de fastidiar. Hasta ahora ha sido muy cauto en no castigarlo porque lo necesita para detener las olas de migrantes que están tratando de cruzar al país vecino del norte.

Pero eso no significa que no llegará el momento en que le cobre las facturas a López Obrador. Y, como suelen hacer los avezados políticos de Washington, será donde más le duela al Presidente mexicano.

Como todo imperio, tienen que demostrar su poder de vez en cuando. Por eso, como reza el dicho, no conviene meterse con Sansón a las patadas. Estados Unidos es un país muy poderoso, con muchísimas fichas que jugar y puede darse el lujo de enfrentar las bravuconerías de López Obrador. Mi intuición es que el castigo llegará en 2024 con el fin de afectar el principal objetivo del Presidente mexicano: la continuidad electoral de su proyecto político.

Mientras tanto, lo irán desgastando en todo tipo de temas. Que si prohíben el paso del aguacate, tomate o atún mexicanos a Estados Unidos. Que si lo demandan porque no está cumpliendo el T-MEC. Que si cierran temporalmente la frontera para revisiones sanitarias. Que si no le dan visas a los legisladores que apoyan a Rusia. Que si no comparten información de inteligencia. Que si critican a México por la gran cantidad de periodistas asesinados. Que si aprueban más dinero para organizaciones no gubernamentales que fiscalizan el uso de recursos públicos. Que si le bajan el nivel a la interlocución a los funcionarios mexicanos.

En este espacio aplaudí la paciencia y disciplina de López Obrador para no pelearse con Trump. No le convenía ni a él ni a México. Gracias a ello, logró que se aprobara un nuevo T-MEC y se llevara la fiesta en relativa paz con el poderoso vecino.

Pero no ha hecho lo mismo con Biden. Lo ha subestimado creyéndose más poderoso. Por lo pronto, el estadunidense ya le ganó una partida. Más las que vienen, porque eventualmente le van a cobrar las facturas. Eso les pasa a los jugadores bravucones que se creen más listos que los otros que están en la mesa.

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