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Historia y Cultura

Niegan senadores del PRI pacto sobre militarización, pero…

 
Francisco GarfiasFrancisco Garfias               
 
Arsenal
 
 
 


El grupo parlamentario del PRI en el Senado, como tal, no reconoce ningún pacto con Morena para impulsar un nuevo dictamen, con cambios, para la permanencia de los militares en tareas de seguridad pública, después de 2024.

Admite, eso sí, acercamientos de sus senadores Manuel Añorve y Jorge Carlos Ramírez Marín con el morenista presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Eduardo Ramírez. “El grupo no avala la versión del pacto”, nos dicen en la oficina de comunicación social de la bancada del PRI en la Cámara alta. El senador Añorve reconoció, sin embargo, que se abrió la posibilidad de enriquecer el dictamen.

Uno de los temas en los que el tricolor no quita el dedo del renglón es el de un presupuesto fijo para policías estatales y municipales, en una cantidad similar a la que recibirá la Guardia Nacional en 2023: 34 mil 500 millones de pesos. Se ve difícil.

 
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Le preguntamos al morenista Eduardo Ramírez sobre el estado de la negociación con el tricolor. “Estamos en la construcción de un acuerdo. Aún no hay nada. Vamos a esperar al martes”, respondió.

La postura del PRI sobre el particular será fijada oficialmente hasta el próximo lunes, en la reunión que sostendrá la bancada con el coordinador, Miguel Ángel Osorio Chong.

* La propuesta de paz para Ucrania del presidente López Obrador, presentada ayer en la ONU por el canciller Marcelo Ebrard, tendrá el mismo destino que su Plan Mundial de Solidaridad y Bienestar, que presentó en ese foro en 2021: el olvido.

¿Quién se acuerda de que propuso que el G20 hiciera donaciones del 0.2% del PIB y que las mil personas o corporaciones más acaudaladas del planeta contribuyan con el 4% de su fortuna ? Ni él.

El Plan de Paz trae vicios de origen. López Obrador no consultó previamente ni al papa Francisco, ni al primer ministro de la India, Narendra Modi, si querían formar parte de esa Comisión de Paz. Tampoco consultó al gobierno de Putin, ni al de Volodímir Zelenski, de Ucrania, que, por cierto, ya lo bateó, por considerar que su plan es “prorruso”.

Del tema hablamos con el diputado del MC, Salomón Chertorivski Woldenberg, quien viajó en julio pasado a Ucrania, invitado por diputados de aquel país.  Nos dijo: “Se nota su ausencia (de López Obrador) en los foros internacionales y en el diálogo bilateral con otros mandatarios. No trae el pulso de lo que se está viviendo”.

Preguntó: “¿Tiene algún filtro de que las partes lo ven como un posible mediador? ¿Conoce a fondo lo que las partes buscarían en una posible mediación? ¿Platicó con quienes está proponiendo como mediadores? Es un distractor más. Cuando estás discutiendo sobre la militarización del país, cuando estás discutiendo el problema de la seguridad en México ¿te vas a hablar de seguridad en otras partes del mundo?”.

 
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Salomón, por cierto, nos dijo que la semana que entra, una delegación de diputados de Ucrania visitará por primera vez México. Están invitados al Palacio Legislativo de San Lázaro. “Les interesa transmitir lo que está ocurriendo en su país”.

* Vimos ayer muy enojada a la diputada trans, de Morena, María Clemente García Moreno. No acaba de digerir la petición que “hace como un mes” le hizo su empoderada compañera de bancada Aleida Alavez: que renuncie a su curul para que asuma su suplente Mizayra Nayelli Reyes Morales.

“Ella dice que es una instrucción, pero no quiso aclarar de quién. A menos de que sea de Claudia Sheinbaum, a quien yo no apoyo en sus aspiraciones. No creo que tenga interlocución en Palacio Nacional”, dijo.

—¿Por qué no denunció hace un mes?, cuestionamos.

—Porque me dio miedo. El poder da miedo, repuso.

María Clemente ya había amagado con renunciar a la bancada de Morena en abril de este año, justo después de que el diputado del PAN, Gabriel Quadri, la llamara “señor”.

Dijo, entonces, que sus compañeros de bancada no sólo la habían abandonado, sino que ejercían violencia de género en su contra. Ayer señaló: “He tenido diferencias con el grupo (de Morena), pero nunca he votado en contra. He promovido todas sus iniciativas. Es falso que yo traiciono a la 4T. Simplemente soy legisladora y hago valer mi derecho y mis opiniones”.

Cuando le preguntamos las razones por las cuales Alavez le pidió su renuncia, nos dijo: “Me habían dicho que ella está promoviendo que yo ya no quede en la Coordinación de Diversidad y Género, porque no soy su abyecta”, puntualizó.

 

El round que la oposición le ganó al Presidente

 

Francisco GarfiasFrancisco Garfias                 
 
  Arsenal
 
 
 

Las tropas parlamentarias de Morena (el copyright es del senador Germán Martínez) fallaron en su intento de tomar la Constitución para modificar un transitorio y permitir la permanencia de los militares en las calles hasta el 2028.

El grueso de los senadores del PRI, PAN, MC, PRD y Plurales resistieron todo el arsenal que el gobierno federal puso a disposición del coordinador de Morena, Ricardo Monreal, para tratar de doblarlos. 

El dictamen no logró la mayoría calificada que requiere cualquier reforma constitucional y, por lo pronto, fue regresada a comisiones para hacerle modificaciones. De este modo, la mayoría oficial evitó que se votara y se desechara, lo que implicaría no volver a presentarla en este periodo de sesiones. 

Las comisiones de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos Segunda tienen 10 días para modificar el dictamen o dejarlo en la congeladora, en caso de que no lograran convencer al puñado de senadores de oposición que les faltan (las versiones hablan de tres o cuatro). Pero si le mueven una coma, regresaría a San Lázaro, que es la Cámara de origen.

* En la sesión de ayer, pronto quedó claro que el Bloque de Contención no había cedido a presiones de gobernadores, ofertas de futuro político, promesas de recursos para los estados, amenazas a los que tienen cadáveres en el clóset. No los intimidó la presencia en el Senado y sus alrededores del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández; otros nos aseguran que vieron al procurador fiscal de la Federación, Félix Medina Padilla, con el senador Manuel Velasco, del PVEM. ¿Qué hacían allí? Podemos imaginarlo.

Fue el propio Ricardo Monreal, coordinador de Morena, el que dio la señal inequívoca de que no tenía los votos para aprobar la permanencia de los militares cuatro años más de lo que hoy marca la Constitución. El coordinador ocupó el turno de la senadora Lucía Meza, para proponer que se aplazara la votación. “Yo pienso que nos podemos dar más tiempo. Yo no estoy por la prisa. No me ganan los tiempos... Estoy dispuesto a seguir discutiendo este tema”, dijo Monreal.

El ¡noooo! del Bloque de Contención fue contundente. Al senador del Grupo Plural, Gustavo Madero, le brincó una duda. Preguntó al morenista: ¿Por qué votaron contra la moción suspensiva que propuso el PAN y ahora quieren regresar el dictamen a comisiones?

Respuesta de Monreal: “La moción suspensiva que aquí se presentó yo estaba fuera. No la vi… Pude cometer un error al no estar presente en la moción suspensiva. Pero estamos en posibilidades de corregir, de regresarlo a comisiones y debatir con profundidad el 5o transitorio”. Y eso fue lo que ocurrió.

El senador de Zacatecas había señalado previamente:

“¿El 5º transitorio? Trata de extender el plazo a 2028 para que (los militares) realicen labores de seguridad pública. Nadie habló en 2019 —cuando se puso ese transitorio que obliga a las Fuerzas Armadas a regresar a sus cuarteles y bases en marzo del 2024— de que se estaba militarizando el país. Nadie, en su sano juicio, puede pensar que en 18 meses vaya a existir un cuerpo policiaco del nivel del Ejército. En 18 meses tienen que regresar a los cuarteles. Los únicos que estarán contentos son los integrantes de la delincuencia organizada”.

La panista Xóchitl Gálvez pidió el micrófono por las alusiones. Les dijo sus verdades a morenos y rémoras: “Quieren posponer el debate, porque no tienen los votos. No les alcanzó todo el dinero del mundo para corromper a la gente”.

 
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* La priista Claudia Ruiz Massieu puso el tono de animosidad que prevaleció a lo largo del debate.

Empezó por señalar lo que todos queremos: Que termine la violencia y la inseguridad, que México tenga policías capacitadas, que las Fuerzas Armadas mantengan su prestigio y apego social, que sus integrantes dejen de ser vejados y humillados por los criminales.

“El problema —señaló— es que este debate no se trata de nada de eso… Este debate trata de cumplir una consigna para profundizar la militarización del país. Este debate trata de demostrar que se puede intentar doblar a la oposición en perjuicio de las instituciones democráticas”.

El panista Damián Zepeda no desentonó: “El único motivo por el que estamos aquí, debatiendo esta reforma para militarizar el país, es porque el gobierno hizo uso político de la justicia y logró, por esa vía, los votos (del PRI) en la Cámara de Diputados”.

* Las seis organizaciones de la sociedad civil que se presentaron el martes en el Senado para exigir a los senadores del Bloque de Contención votar en contra de la reforma al transitorio se declararon ayer en sesión permanente. 

El Frente Cívico Nacional, Sí Por México, Poder Ciudadano, Sociedad Civil México, Poder Ciudadano y los exgobernadores del PAN que pertenecen a Unidos por México permanecerán vigilantes de lo que ocurra las próximas semanas con la aplazada reforma.

Madero y Kumaichi: historia de amistad

Madero y Kumaichi: historia de amistad

Carlos Almada cuenta los motivos del embajador japonés para salvar la vida de la familia del expresidente en la Decena Trágica

VIRGINIA BAUTISTA | 05:04 hrs.
 
 
 
 
 
Carlos Almada

Un samurái en la Revolución Mexicana, de Carlos Almada, se presentará el próximo martes, a las 18:00 horas, en la Fundación Miguel Alemán. 

 
El idioma francés motivó la amistad entre las familias del expresidente Francisco I. Madero (1873-1913) y el diplomático japonés Horiguchi Kumaichi (1865-1945), quien fue embajador en México de 1909 a 1913 y dio asilo a la esposa, los padres y dos hermanas de Madero en plena Decena Trágica, salvando sus vidas.

La esposa de Kumaichi era de nacionalidad belga y los Madero eran todos francófonos, habían estudiado en Bruselas y, según se desprende de biografías y diarios, hicieron una buena amistad. Los vínculos entre México y Japón eran ya muy importantes”, afirma en entrevista Carlos Almada.

El diplomático recrea este suceso histórico poco conocido en su libro Un samurái en la Revolución Mexicana (Debate), en el que narra la historia de esa amistad a partir de los diarios personales de Kumaichi, entrevistas con los descendientes de ambas familias y una acuciosa investigación. 

Explica que se sabía que la familia de Madero y unas 40 personas más se habían refugiado cuando la Decena Trágica en la Embajada de Japón, pero no se conocían los detalles.

La Decena Trágica fueron diez días de batalla urbana en la ciudad, más de cinco mil muertos; fueron los días más violentos de la historia de la capital mexicana desde su conquista por Hernán Cortés. Los acontecimientos sucedieron del 9 al 18 de febrero de 1913 de una manera vertiginosa.

Sí se recuperó la memoria pasada la etapa más cruenta de la Revolución, en los años 30. Se le concedió el Águila Azteca a Kumaichi, vino en 1935, pero probablemente por la guerra esta historia se fue diluyendo”, agrega.

Añade que otra razón para que se olvidara el suceso es que “murieron los protagonistas mexicanos, en particular doña Sara Pérez de Madero, quien siempre se negó a hablar de la Decena Trágica porque fue traumática para ella”.

Indica que el embajador nipón trabajó con cuatro presidentes mexicanos: Porfirio Díaz, Francisco León de la Barra, Madero y Victoriano Huerta. “Observó una conducta muy cuidadosa, en la que protegía los intereses de su país, no entraba en conflicto con otros diplomáticos y fue muy respetuoso con México”, añade.

Almada confrontó el diario de Kumaichi y los telegramas que enviaba a la cancillería japonesa, que eran escuetos. “No le miente nunca a su gobierno, pero tampoco le dice lo que está pasando, porque teme que le pidan retirar a los Madero de su residencia y eso era enviarlos al matadero”.

 

Alianzas, seguridad y vándalos

 

Jorge Fernández MenéndezJorge Fernández Menéndez     
Razones
 
 

No nos engañemos, lo que se discutió esta semana en el Senado, con un evidente triunfo de la oposición, fue el futuro electoral, tanto para los comicios de 2023 como los federales de 2024. Lo que estaba en disputa era si había condiciones o no de establecer alianzas opositoras o si la operación del gobierno había terminado, como parecía ser hasta la semana pasada, de romperlas.

El verdadero problema no era, ni es, la extensión de la participación militar en seguridad pública hasta 2028. Más allá de cualquier declaración, todos los actores de gobierno, de todos los partidos, son conscientes de que ella será imprescindible y que no es posible a partir de marzo de 2024 transitar por la senda, ya de por sí tortuosa, de la seguridad pública sin participación militar. Esa participación se da y tendrá que continuar, aunque en este debate muchos han cometido el error de despreciar o minimizar el papel de las Fuerzas Armadas.

El punto del debate era ver si la dirigencia priista estaba en condiciones de vencer la oposición interna que reside, sobre todo, en el Senado y que se combina con otro factor: la autonomía que tendrá el Estado de México para impulsar una candidatura propia y hacerlo en alianza con el PAN. Tampoco todos en el blanquiazul querían esa alianza: para muchos, el PRI les estorba más de lo que les apoya, y entre ellos estaban, por ejemplo, el senador Damián Zepeda y, tras bambalinas, el propio presidente nacional, Marko Cortés.

Lo ocurrido el miércoles en el Senado modificó ese escenario y la versión que había crecido en los últimos días de que la alianza PRI-PAN-PRD es posible en el Estado de México, más allá de las diferencias con la dirigencia que encabeza Alito, se está convirtiendo en realidad. La negociación se ha establecido entre las dirigencias y aspirantes locales con la obvia participación del gobernador. Enrique Vargas habría aceptado resignar su candidatura ante quien sea la aspirante priista (siguen siendo Alejandra del Moral y Ana Lilia Herrera, con bastantes más posibilidades para la primera) y acordar no sólo una alianza, sino, desde un inicio, un gobierno de coalición, con espacios y carteras muy claras para cada partido. Y, a partir de ahí, ver cómo se encaminan hacia el 2024.

Si se da una alianza de ese tipo, ella puede tener posibilidades en esos comicios, asumiendo, además, que Juan Zepeda, el candidato de Movimiento Ciudadano, tendrá una relativamente buena elección, sobre todo en los municipios del oriente del estado, donde es más fuerte Morena, e incluso que el Verde podría ir solo, sin alianzas con Morena. Otro factor que influye es que Higinio Martínez, quien cuenta con las mayores redes de operación en el estado, ha quedado muy molesto por la designación de Delfina Gómez, en una candidatura que esperaba que fuera suya, se ha quedado la semana pasada con el control de la estructura partidaria en el estado y todo indica que, para que asuma una actitud más activa en la campaña, desde el gobierno federal y la dirigencia de Morena tendrán que hacer una amplia labor de convencimiento.

El otro frente abierto es el interno en el PRI. Sin duda, la forma en que se dio la votación en el Senado debilita a Alito y fortalece a sus opositores. El presidente del PRI insistió mucho en estos días en que dejaba en libertad para ejercer su voto a los senadores y dejó trascender que no se involucraría en la decisión que se tome en el Estado de México, pero, evidentemente, quedó debilitado políticamente porque lo que fue su postura, la que logró imponer en la Cámara de Diputados, no fue compartida en el Senado, donde conviven varios pesos pesados priistas con influencia real en el partido. Y esos son los sectores que están dispuestos a avanzar en una alianza, donde el propio Alito no es bien recibido.

Para el gobierno federal, la división de la oposición era clave, incluso más allá de la aprobación de la participación militar hasta 2028, aunque esa reforma se veía como un reaseguro para el futuro. Lo cierto es que el haber metido en forma tan forzada (a través de una diputada del PRI, entre gallos y medianoches) la iniciativa de reforma constitucional (que, en mi opinión, es muy viable), el no haberla negociado ni siquiera internamente, el no haberle dado tiempo para que madure, era también una declaración de intenciones: era demostrar que se podían imponer reformas rompiendo ese Bloque de Contención en el Senado. Un bloque que salió fortalecido, por lo menos de este round, que es parte de una pelea de mucho más larga duración.

 

VÁNDALOS

 
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Los actos de vandalismo que esta semana cometieron supuestos estudiantes de Ayotzinapa en la embajada de Israel y en la Fiscalía General de la República son inadmisibles. No sólo por el grado de violencia, sino también porque resulta evidente que poco y nada tienen que ver con la agenda que dicen enarbolar. El simple hecho de que se utilicen explosivos contra policías o que en una embajada de alto riesgo como la de Israel no sólo se agreda y vandalice, sino que se lo haga enarbolando banderas palestinas y consignas antijudías, demuestra que detrás hay mucho más y que nada tiene que ver con las víctimas ni con los derechos humanos.

 

La visita de los dragones

 

Federico Reyes HerolesFederico Reyes Heroles   
 
Sextante
 

 

¿Vida o muerte? ¿Cómo equipararlas? Son antónimos. Se puede desear larga vida a una persona, a una institución, a una causa, a una nación, a ese conjunto de sentimientos que nos unen. Entonces: ¡Viva México!

Proclamar la muerte, vitorearla como un anhelo colectivo, habla de un giro enfermizo. El presidente ha hecho de su palabra un tramposo instrumento de evasión, distracción y engaño. Invierte en ella y en trasladar su presencia –que cree redentora– mucho más tiempo que analizar sus actos de gobierno. Cada mañana hay un nuevo ardid, una nueva trampa retórica, una calculada inyección de veneno: “cómo se llama… este intelectual profundo… que hasta la comunidad judía… ¡ah, sí, Alazraki!”. Ese guion, ese sketch, como miles más, fue calculado con alta dosis de perversión. Fingió acordarse de él por su religión. El odio nos gobierna. “¡Muera la corrupción! ¡Muera el clasismo! ¡Muera el racismo!”.

 
La corrupción –de la cual su gobierno es un brillante ejemplo ya internacional– no es un bicho o un personaje mitológico al que debemos matar, el dragón al que se enfrenta San Jorge para salvar a la doncella. ¡Qué fácil sería! La corrupción es el complejo resultado de leyes y reglamentos que la incentivan, de burocracias que la usufructúan, de actitudes ciudadanas muy arraigadas, de empresas que pelean mercados y de la opacidad, como la que aplica a diario este gobierno. Encarnaciones de la corrupción están alrededor de él y las protege. No pregonan con el ejemplo. Aun así, no podemos vitorear la muerte de ellos, para eso hay leyes.

El racismo es un triste fenómeno que se presenta en sociedades pobres y ricas. Varias naciones europeas abominan la migración, de la cual dependen sus economías. En nuestro vecindario –tanto al norte como al sur– hay racismo. En la nación más desarrollada del mundo, arrinconar ese sentimiento ha llevado décadas. Hace medio siglo el racismo era legal. Hoy sigue existiendo. En México hay racismo, sobre todo hacia los indígenas. El color de piel todavía provoca sentimientos de rechazo. Pero, lentamente, nos hemos alejado de esa peligrosa búsqueda: la pureza. El afortunado mestizaje tiñó a nuestra nación. Gonzalo Guerrero, con su descendencia mestiza, es considerado el “padre del mestizaje”. En todo el continente americano hubo mestizaje, por la presencia española, portuguesa, africana, pero también irlandesa, asiática, como en Perú.

Proclamar la muerte del racismo es un irresponsable acto de demagogia. Ese veneno puede provocar violencia. ¿Quiénes son los puros de México? Acaso quieren que se linche a los de piel blanca. El mestizaje es biológico y cultural y es algo deseable, como siempre defendió Carlos Fuentes. Si de verdad se deseara combatir las actitudes racistas, deberían comenzar por las aulas hoy despreciadas. Los mexicanos sólo consideran benéfica a la inmigración europea, ni siquiera vemos de igual a igual a nuestros “hermanos” centroamericanos. Ahí están los números. Si fueran coherentes apoyarían a la Academia Mexicana de la Lengua en su espléndido esfuerzo por actualizar los mexicanismos. En lugar de ello la ahorcan, quizá por su obsesión antihispánica, que –en el fondo– es racista. Si la lucha fuera real, corregirían la vergonzosa persecución de los migrantes.

El clasismo también está en la mente y no “muere” por proclamas. Considerarse éticamente superior es clasismo. Denostar a los “ricos” es clasismo. Criticar a los “aspiracionistas” es clasismo. Preferir como residencia un Palacio de origen imperial es clasista. Calumniar a los que cruzan por Harvard es clasismo. Criticar a los que quieren tener más de un par de zapatos es clasista. Es igual de clasista despreciar a los pobres que a los ricos o a las clases medias. Cabemos todos. Exhibamos un enojo y resentimiento sin fin.

Gritemos vivas a la educación, a la salud, al respeto a las leyes, a la aceptación de los otros, a la vida misma –hoy tan amenazada– y actuemos en consecuencia.

 

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