Jueves, Noviembre 28, 2024
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¿Qué le espera en la ONU a la propuesta mexicana?

Pascal Beltrán del RíoPascal Beltrán del Río             

  Bitácora del director

 
 
 

Bajo la presidencia del experimentado diplomático húngaro Csaba Kőrösi, la Asamblea General de la ONU comienza este martes su 77º periodo de sesiones, en el que los temas dominantes serán la guerra en Ucrania; la inflación y la inestabilidad económica; el terrorismo y el extremismo ideológico; la degradación ambiental y las inundaciones catastróficas, las sequías y los incendios, y las consecuencias de la pandemia.

Se trata del primer encuentro presencial del órgano principal de Naciones Unidas desde que se inició el confinamiento a causa del covid, por lo que se espera una participación copiosa de líderes, quienes acudirán a Nueva York para hablar en representación de sus respectivos países.

Se ha informado de la asistencia de rostros reconocidos en el escenario mundial, como el presidente estadunidense Joe Biden, quien hablará mañana miércoles y no el día de la apertura de sesiones, como dicta la tradición, a causa de su viaje a Londres para estar presente en el funeral de la reina Isabel II.

También acudirán los presidentes de Francia, Emmanuel Macron; Turquía, Recep Tayyip Erdogan, e Irán, Ebrahim Raisi, entre otros, así como los primeros ministros del Reino Unido, Liz Truss; Canadá, Justin Trudeau, y Japón, Fumio Kishida. Entre los líderes ausentes estarán los presidentes de China, Xi Jinping, y de Rusia, Vladimir Putin.

Salvo en los peores momentos de la pandemia, cuando se permitieron intervenciones virtuales, los países sólo se pueden hacer escuchar en tribuna mediante la presencia de sus representantes en la sede de la ONU. Sin embargo, esta vez se hizo una excepción: el viernes pasado, una mayoría abrumadora de 101 países miembros dio su aval al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para que presente un mensaje pregrabado.

Otro ausente será el presidente López Obrador, quien ha anunciado que enviará una propuesta de paz para el conflicto Rusia-Ucrania, consistente en un cese al fuego mundial. En su discurso del 16 de septiembre hizo una presentación general de su iniciativa —que será entregada a la Asamblea General por el canciller Marcelo Ebrard—, sólo para ser refutado al día siguiente por el gobierno ucraniano, cuyo vocero, Mykhailo Podolyak, sostuvo que una tregua como la que propone el mandatario mexicano acabaría sirviendo a Rusia para rearmarse.

López Obrador reaccionó con molestia a la respuesta ucraniana. En Twitter, el domingo pasado, opinó que se desechaba su plan por “sectarismos o intereses de élite”. Y ayer, en su conferencia mañanera, sostuvo que por “vulgaridad mental” se había distorsionado el sentido de su propuesta para ponerlo a él “del lado de Rusia”. Ayer, en este espacio, le decía que a Ebrard le costará mucho trabajo cabildear la iniciativa de López Obrador. Por un lado, el secretario general de la ONU, el portugués António Guterres —a quien el Presidente mexicano propuso como mediador—, declaró que sería “muy ingenuo” pensar que está cerca un acuerdo de paz entre Moscú y Kiev. Asimismo, uno de los propósitos de la estancia del presidente Macron en Nueva York será convencer a los países que se han mantenido neutrales respecto de la invasión rusa a que se coloquen del lado de Occidente.

No parece que la idea de López Obrador vaya a cosechar mucho apoyo en la Asamblea General de la ONU, luego de que ya ha sido descartada por una de las partes y porque tendrá que competir con otras visiones sobre el conflicto y los demás temas que estarán a discusión durante la semana.

Ebrard tendrá que hilar fino para que en Nueva York no surja una andanada de descalificaciones a la propuesta, que parece estar fincada en el desconocimiento del escenario mundial y el atrincheramiento en la política interna. 

BUSCAPIÉS

El “largo camino” que han recorrido juntos en la política Ricardo Monreal y Andrés Manuel López Obrador podría llegar a un fin abrupto si el líder senatorial no consigue los votos suficientes para aprobar mañana la minuta que busca prolongar hasta 2028 la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública. Desde el gobierno se leería que la utilidad de Monreal se habría agotado.