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Historia y Cultura

Hasta donde vaya el Presidente

 

Pascal Beltrán del Río

Pascal Beltrán del Río

Bitácora del director

 

El lunes pasado, 5 de febrero, no sólo se cumplieron 107 años de la promulgación de la Constitución, sino 94 años de la toma de posesión de Pascual Ortiz Rubio, un presidente al que la candidata oficialista Claudia Sheinbaum parece dispuesta a emular.

Aquél ató su suerte a las decisiones de Plutarco Elías Calles, el llamado Jefe Máximo de la Revolución, a tal punto que las voces maledicentes propalaban la idea de que la banda tricolor que le ceñía el cuerpo era de oropel y que el poder real lo ejercía el general sonorense.

“Aquí vive el Presidente, pero el que manda vive enfrente”, pintó alguien en un muro a los pies del Castillo de Chapultepec –la entonces residencia oficial del Ejecutivo–, aludiendo a la casa del expresidente Calles, ubicada en la esquina de las calles Mariano Escobedo y León Tolstói, colonia Anzures.

Ortiz Rubio había competido en los comicios presidenciales extraordinarios de noviembre de 1929 con José Vasconcelos, quien había sido secretario de Educación, pero a éste no lo había vencido su contrincante, sino el propio Calles, quien se encargó de orquestar una elección de Estado para imponer a su candidato, un político que llevaba ocho años viviendo en el extranjero, los últimos tres como embajador de México en Brasil.

Durante los siguientes dos años y medio, se hizo en México la santa voluntad del Jefe Máximo –al punto de que las reuniones de gabinete se realizaban en la casa de éste–, hasta que Ortiz Rubio, harto del papelón que le había tocado desempeñar y hostilizado por los callistas más rojos en el Congreso, presentó su renuncia, al día siguiente de su segundo Informe, el 2 de septiembre de 1932, en medio de la peor crisis económica que haya vivido el país en tiempos modernos.

Igual que Ortiz Rubio con Calles, Sheinbaum se ha dejado conducir por el presidente Andrés Manuel López Obrador, olvidando la máxima de que, cuando dos personas van en un mismo caballo, una va adelante y otra va detrás.

Y ya no sólo es cuestión de que repite textualmente las palabras del tabasqueño. La simbiosis ha llegado a tal punto que López Obrador es quien ha diseñado el plan de gobierno de su potencial sucesora. Lo hizo el lunes, en público, en el aniversario de la Carta Magna y de la toma de posesión de Ortiz Rubio, lanzando un paquete de reformas constitucionales, mismo que ha dicho, sin sonrojarse, tiene el propósito de incidir en la temporada electoral, definiendo el “proyecto de nación” del movimiento político que él encabeza.

 

 
 
 
 
 

 

 

 

Al día siguiente, reunida con dirigentes y legisladores de su partido, Sheinbaum admitió que las 20 iniciativas de reforma anunciadas por López Obrador y enviadas a la Cámara de Diputados “son parte del programa que vamos a presentar el 1 de marzo a la ciudadanía como inicio de la campaña electoral”.

La relación entre el Presidente y su candidata ha roto con una regla que, en buena medida, ha permitido la gobernabilidad del país. Ésta consiste en que el mandatario saliente acepta morir políticamente para que quien lo suceda pueda ejercer la Presidencia sin ataduras. El 7 de septiembre, López Obrador entregó a Sheinbaum un “bastón de mando”, simbolizando el relevo en Morena, pero éste sólo ha resultado ser un trozo de madera.

El poder no se comparte, así que, de ganar ella la elección del 2 de junio, sólo habrá dos posibilidades: que las decisiones de fondo se tomen en la finca de López Obrador en Palenque, hasta donde peregrinarán sus allegados, o que ella rompa con su predecesor, dando pie a un escenario complicado y quizá convulso, en el que la figura de revocación del mandato penderá sobre la cabeza presidencial, como espada de Damocles.

“Iré, en mi gobierno, en materia revolucionaria, hasta donde fueron los señores generales Obregón y Calles”, prometió Ortiz Rubio en un acto de campaña en Guanajuato, el 16 de agosto de 1929, según se consignó en la portada de Excélsior del día siguiente.

Para entonces, Obregón llevaba un año muerto. El único que quedaba para ver cumplida esa promesa era Calles y vaya que lo hizo. Terminada la aventura del Maximato, ningún candidato oficialista demostró tal sujeción al Presidente saliente… hasta ahora.

 

 

 

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La Realidad Oculta de la Seguridad en México: Un Análisis Crítico

 

 

La Realidad Oculta de la Seguridad en México: Un Análisis Crítico 🕵️♂️🔍

Arturo Cervantes Trejo

Arturo Cervantes Trejo

Experto en Salud Pública y Líder en Políticas de Prevención de Violencia y Seguridad Vial | Analista de Datos y Especialista en AI | Visionario en Soluciones de Responsabilidad Social Corporativa

45 artículos 

Introducción 🌐La reciente afirmación del Presidente Andrés Manuel López Obrador, describiendo a México como un país "pacífico", ha generado un intenso debate.Este artículo busca explorar la autenticidad de esta declaración, contrastando las estadísticas de crimen y violencia en México y examinando los costos económicos asociados. 🇲🇽💬

Análisis de las Estadísticas de Crimen de ENVIPE

📊Según el informe ENVIPE 2023, el costo total debido a la inseguridad y el delito en México fue de 319 mil millones de pesos, equivalente a 1.08% del PIB nacional y 8,192 pesos por persona afectada. Esta cifra es una gran subestimación, y aún así cuestiona la percepción de un México pacífico y destaca la gravedad de la situación de seguridad en el país.

💸🚔Contraste con Estudios Independientes 📈Nuestro estudio publicado en PubMed presenta un análisis de costos muy diferente al informe gubernamental, mostrando una discrepancia significativa en la evaluación del impacto económico de la violencia y la delincuencia en México. El costo del crimen y la violencia en México para 2023, estimado en US$199,452,503,533, lo que corresponde al 15.1% del PIB nacional.

Esto equivale a que cada una de las más de 4.5 millones de unidades de negocio gaste US$42,000 al año, o que cada adulto gaste US$2,032 anualmente. De esta cifra, la mayor parte corresponde a costos directos e indirectos para el gobierno, que ascienden al 72% del costo total anual para el país. El 23% del costo es soportado por el costo directo de victimización a personas adultas y sus familias. Alrededor de la mitad del costo anual, o el 7%, corresponde a delitos cometidos con armas de fuego.

Por último, el costo del crimen y la violencia para las empresas privadas asciende al 4.4% del costo total, con US$8,468 millones en 2023. de acuerdo con nuestro estudio.Este contraste pone en duda las declaraciones oficiales y subraya la necesidad de una evaluación más objetiva y transparente.

🔍💰Modelo de "Pathfinders": Un Ejemplo a Seguir 🌍Observando el modelo de "Pathfinders SDG16+", vemos cómo otros países han implementado estrategias de prevención de la violencia basadas en evidencia científica. México podría beneficiarse enormemente de adoptar un enfoque similar, basado en datos y un profundo análisis de las causas raíz del delito.

📚✨Conclusión 🎯Es crucial que México reconozca la realidad de su situación de inseguridad y violencia, y que nuestros gobiernos adopten un enfoque basado en evidencia para abordar la violencia y el crimen. La paz y la seguridad son frutos de políticas bien fundamentadas, no solo de percepciones gubernamentales.

🕊️🇲🇽Llamado a la Acción 📢Invitamos a los lectores a sumarse a la conversación y abogar por políticas de seguridad más informadas y basadas en la evidencia para mejorar la situación en México. 💬👥 #CienciaPrevieneViolencia @ahaukin

 

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Estado: localizable
Experto en Salud Pública y Líder en Políticas de Prevención de Violencia y Seguridad Vial | Analista de Datos y Especialista en AI | Visionario en Soluciones de Responsabilidad Social CorporativaExperto en Salud Pública y Líder en Políticas de Prevención de Violencia y Seguridad Vial | Analista de Datos y Especialista en AI | Visionario en Soluciones de Responsabilidad Social Corporativa
Fecha de publicación: 6 días
45 artículos

Este artículo compara los análisis oficiales de INEGI con estudios independientes para ofrecer una visión más amplia y profunda de la situación de inseguridad en México, desafiando las percepciones de AMLO de que "México es un país pacífico" y destacando la importancia de estrategias basadas en la ciencia y los datos. 🌟📝

A la mala

 

Cecilia Soto

Cecilia Soto

 

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           Al ministro Alberto Pérez Dayán , con mi solidaridad.

 

Derrotados el plan A de reformas a la Constitución para destruir al INE, el plan B de reformas electorales mediante leyes inconstitucionales y con la seguridad de que las reformas constitucionales que presentará hoy el Presidente para demoler la Suprema Corte de Justicia y desaparecer los organismos autónomos, como el Inai y la Cofece, tendrán tanta suerte como George Foreman frente a Mohamed Ali, ¿hay razones para marchar el próximo domingo 18 para cuidar y defender la democracia? Aunque el Presidente no tiene la mayoría constitucional en el Congreso, lo que le ha impedido conseguir la aprobación a sus iniciativas de reformas constitucionales, a la mala ha venido montando todos los elementos para garantizar una elección de Estado y para desmontar las herramientas de una democracia genuina y pluralista.

Aliste los tenis, busque el protector solar, encuentre las prendas rosa INE y blanco, escoja la cachucha, convoque a familia, vecinos y amigos, consulte la lista de ciudades y plazas en los que habrá marchas. Ya son cerca de cien: hoy hay más razones para marchar que el 13 de noviembre y que el 26 de febrero. La pendiente que lleva a nuestro México a un gobierno autoritario es hoy más pronunciada. Defender la democracia, fruto de, por lo menos, tres generaciones, es algo que debe movilizar a todos y a todas, con o sin simpatías partidarias, con militancia en organizaciones guiadas por causas incluyentes, a ciudadanos y ciudadanas que nunca han marchado, incluidas personas que nunca han votado. Me explico:

1. Aprovechando huecos en leyes y en diversos procedimientos legislativos, el Presidente aprieta su cerco en contra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Poder Judicial de la Federación. Busca destruirla y sustituirla con un coro de adoradores semejante a la mayoría levantadedos de Morena en el Congreso. El nombramiento como ministra de Lenia Batres, notoriamente ignorante en temas constitucionales y creyente en la necesidad de quitar todo freno y contrapeso al proyecto populista del Presidente y de su discípula candidata, es muy grave. Con su voto y el de las ministras Esquivel Mossa y Loreta Ortiz, garantiza tres votos. Si el ministro Luis María Aguilar, que se retira en diciembre, fuera sustituido por otro talibán, se perderían los ocho votos necesarios para tener la mayoría calificada que hasta ahora ha permitido — especialmente a partir de la llegada de la ministra presidenta, Norma Piña— tener una Corte autónoma, fiel a la Constitución y no al gobierno en turno. Otros tres ministros se retiran durante el próximo sexenio La amenaza de juicio político contra el ministro Alberto Pérez Dayán, por su voto de calidad en la derrota de las reformas a la Ley Eléctrica, es otra muestra de la voluntad por doblegar al Poder Judicial. Sin un Judicial independiente, con una Corte doblegada, se avanzaría aún más hacia el camino que ya recorrieron Venezuela y Nicaragua.

 

2. De forma semejante, aunque derrotamos la intentona por desaparecer al INE y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el gobierno ha logrado apoderarse de la mayoría en el Tribunal y desdibujar la autonomía del INE, obligando a la renuncia de numerosos funcionarios experimentados, sustituyéndolos por funcionarios que, en el mejor de los casos, desconocen la cultura institucional del INE. La reciente resolución del Tribunal que autoriza a la presidenta del INE a hacer nombramientos clave que no pasan por la decisión colegiada del Consejo, como lo manda la ley y el reglamento, en donde no tiene mayoría, es clara señal de la táctica seguida: si no puedo por la vía legal, entonces, a la mala. El Presidente usa la mayoría en el Congreso para no hacer los nombramientos a los que lo obliga la ley. Así lo ha hecho con el TEPJF y con el Inai. Logró apoderarse de la mayoría en el Tribunal y poner en vilo la existencia del Inai.

Los monitoreos del INE encontraron que, especialmente en los medios del Estado, se favorece mayoritariamente a la candidata oficialista. En el programa de Jenaro Villamil, titular del Sistema Público de Radiodifusión del Estado (SPR), se dedicaron 4 horas a Sheinbaum y menos de dos horas a cubrir a la candidata de oposición. Especialmente en Canal 11, Xóchitl Gálvez tuvo 36 menciones negativas contra 46 positivas para Sheinbaum. El viernes 2 de febrero, la Comisión de Quejas y Denuncias del INE ordenó dar de baja a 921 personas que se habían apuntado candidatos a ser capacitadores y asistentes electorales; de éstas, 610 eran de la coalición de Morena. Todo esto: intento de control de las autoridades electorales y desviación de los recursos públicos a favor del oficialismo, apunta a una elección de Estado.

 
 
 
 
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Democracia o autocracia: eso es lo que se juega en las próximas elecciones. Resistamos y llenemos las plazas este próximo 18 de febrero. La democracia necesita demócratas.

 

 

 

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AMLO-Biden: ni disculpas ni acuerdos

AMLO-Biden: ni disculpas ni acuerdos

Jorge Fernández Menéndez

Jorge Fernández Menéndez

Razones

 

La plática telefónica entre los presidentes Biden y López Obrador debe haber sido muy poco gratificante para Palacio Nacional. El Presidente llevaba varios días exigiendo una disculpa pública del gobierno de EU por los reportajes, con fuentes de distintas agencias estadunidenses, sobre el supuesto financiamiento de los Beltrán Leyva en su campaña de 2006, con acusaciones durísimas y exigencias de reivindicación contundentes.

Este fin de semana hablaron largo los dos presidentes y no hubo disculpa ni aclaración alguna. Hablaron de migración y, si nos atenemos a los dos comunicados, uno de la Casa Blanca y otros de Palacio Nacional, no hubo acuerdos, más allá de la muy protocolar frase de que discutieron desafíos y se comprometieron a continuar su asociación productiva. Para La Casa Blanca, simplemente se decidió reforzar el esfuerzo conjunto para contrarrestar organizaciones criminales que trafican con drogas, armas y personas. Ni una palabra de la DEA, las investigaciones periodísticas, las acusaciones, fundadas o no.

En México quizás estuvieron en otra conversación porque el boletín oficial habla de otras cosas. Enfatiza que López Obrador le dijo al presidente Biden que cualquier ley aprobada que ignore las causas del fenómeno de la migración está condenada a ser letra muerta y que México y Estados Unidos son libres para decidir de manera propia sus políticas migratorias. El texto permite suponer que los esfuerzos conjuntos no lo son tanto, y que presumiblemente tendremos un endurecimiento de la política migratoria de los Estados Unidos, como por otra parte ya lo ha adelantado el propio Biden.

Según la versión mexicana, el presidente López Obrador volvió a decirle a Biden cuáles eran los temas que podrían aligerar la crisis migratoria, las cuatro condiciones que le había presentado a Antony Blinken en la reunión de fines de diciembre. Y si es así, la lejanía es y será más palpable que nunca.

Ya hablamos de esos cuatro puntos. El primero es que Estados Unidos financie con 20 mil millones de dólares a los países que expulsan más migrantes en la región, lo que tendría alguna lógica si esos países se comprometen, por ejemplo, a establecer regímenes democráticos o condiciones mínimas de seguridad y libertad, si se garantiza que esos recursos no terminaran en los terrenos siempre fértiles de la corrupción.

 

Y los países más expulsores de migrantes, fuera de México (el mayor de todos), son Venezuela, Cuba, Nicaragua, Honduras y Haití. Difícilmente en esas naciones se podrían garantizar esas condiciones. El segundo punto que plantea el presidente López Obrador es absolutamente irrealizable en estas condiciones: la prometida amnistía a 12 millones de latinos que tendrían opción a recibir la nacionalidad en la Unión Americana. Ése fue un gran objetivo de campaña de Biden, pero no tiene ni tendrá, aunque gane en noviembre próximo, los votos necesarios para hacerlo. Lograrlo sería fantástico para Biden, pero sencillamente está fuera de sus posibilidades y su opción será, lamentablemente, hacer más duro el tránsito fronterizo.

Pero los otros dos puntos entran directamente en el ámbito de la confrontación. Se trata del levantamiento del bloqueo a Cuba y de acabar con las sanciones a Venezuela, dos de los principales expulsores de migrantes hacia EU, dos países donde un porcentaje altísimo de la población (8%) ha migrado ante la falta de libertades, de oportunidades, del hambre y la represión. México sigue manteniendo una estrechísima relación con los regímenes de Díaz-Canel y Maduro, hace con ellos negocios petroleros para tratar de eludir las sanciones, maneja divisas, contrata personal innecesario, los reconoce incluso a niveles insólitos, como cuando hace dos años, el discurso del Día de la Revolución, en México, lo pronunció el presidente cubano Díaz-Canel.

 

 
 
  

Ahora, ante la ruptura de Maduro de los acuerdos con Estados Unidos para convocar a elecciones libres en el segundo semestre de este año, lo que incluyó la ilegal inhabilitación por 15 años de la principal candidata de la oposición, María Corina Machado, la detención de otros 15 dirigentes acusados de organizar un complot para asesinar a Maduro (olvide que no se presentó una sola prueba y que los detenidos son todos dirigentes políticos que siempre han optado por la vía pacífica ¿para qué lo harían si las encuestas muestran que Corina Machado tiene más de 70% de aprobación en las encuestas y el régimen de Maduro no pasa de 20%?), el gobierno de México, tan presto para cuestionar a otros gobiernos como Ecuador, Bolivia o Perú, para criticar a Milei y defender a Petro, no ha dicho ni una palabra, ni una denuncia o queja.

Al contrario, si nos atenemos a lo que se informó de la conversación con Biden, el presidente López Obrador, como si no hubiera pasado nada, volvió a pedirle a Biden que levante las sanciones a Venezuela (que ya habían sido retiradas hace muchas semanas y vueltas, en parte, a imponer ante la represión política decidida por el régimen).

En esos temas no puede haber punto de contacto alguno entre el gobierno de México y el estadunidense, seguir planteándolo nos aleja tanto de Biden como de Trump, de republicanos y de demócratas, y fortalece la imagen de que tenemos un régimen cada día más autoritario y menos democrático. Por lo pronto, las disculpas de Biden no aparecieron ni por asomo.

 

 

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Píldora envenenada

 

 

Pascal Beltrán del Río

Pascal Beltrán del Río

Bitácora del director

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De todas las iniciativas de reforma que presentará este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador, la que tiene mayor potencial de crear efectos perniciosos es la de las pensiones. Y aquí no se trata –hay que decirlo de entrada– de oponerse a la idea de que los mexicanos que alcancen la edad de jubilación se retiren recibiendo la misma cantidad mensual que perciben.

La palabra jubilación proviene del latín tardío iubilaeus, y éste del hebreo senat hayyobel –literalmente, el año del ciervo–, una celebración que realizaban los antiguos israelitas cada medio siglo.

Es cierto, no hay nada jubiloso en pasar la vejez con carencias. Pero cualquier derecho que adquiere una sociedad, si implica el uso de recursos públicos, tiene que tener viabilidad financiera. De otro modo corre el riesgo de comerse el dinero destinado a otros propósitos, como la salud y la educación, e incluso de posponerse o cancelarse, creando enojo social.

La propuesta lopezobradorista de modificar el actual régimen de fondos para el retiro es la única del paquete anunciado que cuenta, de entrada, con la simpatía de la oposición. Otras, como la transformación del Poder Judicial o la eliminación de organismos autónomos seguramente naufragarán en el Congreso porque el oficialismo no tendrá la mayoría calificada para llevarlas a buen puerto. 

Seguramente la oposición no se atreve a rechazar la primera iniciativa –aun sin conocerla en detalle– porque sería muy impopular decir que se está en contra de que los trabajadores se retiren con cien por ciento de su salario. ¿A quién no le gustaría, en su propio caso, tener semejante derecho?

La cosa es preguntarnos si semejante propuesta es viable en el contexto de un país que está envejeciendo –en cosa de una década, tendrá más habitantes con una edad de medio siglo o más que con 15 años o menos– y en el que las finanzas públicas han sido tensionadas por un gobierno que ha gastado el doble de lo que ha ingresado en el último lustro (900 mmdp contra 450 mmdp) y que generará en 2024 el mayor déficit en seis sexenios y un aumento a tasa anual del año del servicio de la deuda de más del doble del incremento en el gasto de salud (12.8% contra 5.8%), de acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria.

En una conferencia mañanera reciente del presidente Andrés Manuel López Obrador fui criticado por haber preguntado, en mi cuenta de X, de dónde saldrá el dinero para hacer realidad la propuesta presidencial de aumentar los fondos para el retiro.

 

 

 

 

 

Hoy lo vuelvo a preguntar. El viernes pasado, el centro de estudios económicos de Citibanamex calculó que los costos fiscales adicionales de dicha iniciativa “podrían representar 430 mil millones de pesos en 2025 (1.3% del PIB) y aumentarían rápidamente hacia 2% del PIB en menos de diez años”.

Así que, otra vez, ¿de dónde saldrá el dinero adicional, incluso si se busca apoyar a una parte de quienes se retiren y no a todos? En el estado en que este gobierno dejará las finanzas públicas al próximo, sin espacio para aumentar el gasto, no se antoja que la solución sea sencilla.

Recordemos que México aún carga con una tasa de informalidad laboral de más de 53%, lo que representa un doble reto en materia de pensiones. Por un lado, habrá decenas de millones de mexicanos a los que no beneficiaría un eventual aumento en el monto del retiro porque ellos no tendrán pensión alguna –algo que urge cambiar– y, por otro, de entre esos mexicanos no podrán recaudarse, por ahora, los recursos necesarios para pagar el incremento que se está proponiendo.

En México, la formalidad sigue financiando los derechos de la informalidad. Ése es el verdadero problema que no se quiere atender.

Veremos hoy en qué términos se presenta la iniciativa de pensiones. En cualquier escenario, resulta difícil no pensarla como una píldora envenenada que se dejará a la próxima administración, y sobre la que no se están pronunciando, con la claridad debida, las aspirantes Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum. A alguna de ellas le tocará enfrentar el problema.

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