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Historia y Cultura

Viólese y constrúyase

 

Jorge Camargo
 
 

Vaya enredo nacional e internacional que ha creado el C. Presidente con su decreto para considerar como “seguridad nacional” la obra pública federal que lo catapultaría a encabezar el gobierno más opaco de toda la historia desde que se elevó a rango constitucional la transparencia para frenar la corrupción.

Vaya militarismo que ha materializado, y que ha preocupado a las élites castrenses en México y en Estados Unidos, en cuyos pasillos de su Congreso se refrenda que sólo la Marina les resulta confiable.

Incluso, un portavoz de este lado ha dejado saber allá que las recientes palabras del titular de la Sedena no corresponden al sentir de su alto mando.

Veamos. El decreto del C. Presidente recurre al concepto de “seguridad nacional” para crear una clase de afirmativa ficta y reserva de información que permita la aprobación de los trámites de la obra pública en un plazo de cinco días. Pero que hace nugatorio el derecho de defensa.

Además de violar la Constitución mexicana, viola tratados y jurisprudencia nacional e interamericana, y la misma Convención de la ONU contra la corrupción.

Al pasar por alto este amplio marco, lo que hace es violar los derechos humanos de todas y todos los mexicanos, morenistas o no. Enumeremos. Incumple, entre otras, la Convención Interamericana contra la Corrupción y la ya citada Convención de la ONU.

La Carta Democrática Interamericana establece la importancia de la transparencia de las actividades gubernamentales, la participación y la libertad de expresión como componentes fundamentales de la democracia, porque son elementos de vital importancia para la consolidación y funcionamiento del Estado democrático de derecho.

Este decreto oculta a los ciudadanos lo que hace el gobierno con el dinero y los probables impactos ambientales en las comunidades, por ejemplo. Y al atacar al Inai, por llevarlo a juicio ante la Corte, viola otros derechos.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos señala que los derechos a “buscar” y a “recibir” informaciones se garantizan en el artículo 13 de la Convención Americana, que protege el derecho que tiene toda persona a solicitar el acceso a la información bajo el control del Estado, con las salvedades permitidas bajo el régimen de restricciones regulado en dicho instrumento.

La Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos también imponen a los Estados obligaciones jurídicas a efectos de garantizar, de manera plena y efectiva, el derecho a buscar y a recibir información.

La Cofece, así como colegios y barras de abogados, y empresarios nacionales y extranjeros, partidos políticos y organizaciones civiles han advertido de tales riesgos y se sumarán a las demandas contra este instrumento administrativo.

Por cuestión de espacio, algunas anotaciones. El Ilustre y Nacional Colegio de Abogados destaca que el Presidente viola el artículo 89 y ordena a sus subalternos inobservar las leyes que protestaron guardar.

Crea “excepciones regulatorias inequitativas” interpretando indebidamente el artículo 26 constitucional; viola la Ley de Seguridad Nacional y los derechos a la información y otros derechos humanos, catalogando las obras de infraestructura en el orden de las de seguridad nacional.

Este instrumento no blinda a los funcionarios de violar la ley en lo individual y ser sometidos a juicio de responsabilidad e inhabilitaciones.

La Cofece advierte que un proyecto que sea declarado de interés público y seguridad nacional no implica que las contrataciones relacionadas encuadren como una excepción a la licitación de acuerdo a las leyes respectivas.

EN OTRAS COSAS. Asesinan a 11 mujeres diariamente en México; dos mil 840 asesinadas de enero a septiembre y los narcotraficantes despueblan regiones, imagínese si no hubiera ganado como dice.

Yo o el caos

Yo o el caos

Pascal Beltrán del Río
 
Bitácora del director
 
 

El 2 de agosto de 1975, casi cuatro meses antes de la muerte del dictador Francisco Franco, la revista satírica española Hermano Lobo publicó en su portada una caricatura del dibujante Ramón Rodríguez, conocido simplemente como Ramón.

“¡Nosotros o el caos!”, pontifica un político desde la tribuna. “¡El caos, el caos!”, reclama a gritos la multitud en la plaza. “Es igual –replica el orador–, también somos nosotros”.

El cartón, próximo a cumplir medio siglo, refleja una actitud muy común en los gobernantes: pretender que, sin ellos, la sociedad estaría sumida en el desastre y que los gobernados no tienen de otra más que estar agradecidos con ellos.

El argumento es que, por muy mal que estén las cosas, peor estarían si el destino hubiera decidido que alguien más se hubiera hecho cargo de la nación.

Pese a que la premisa es imposible de probar, sirve para etiquetar como partidarios del caos a los críticos de las acciones del gobierno. Pues sí, ¿a quién, en su sano juicio, se le antoja estar peor?  

El miércoles, en su conferencia mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador recurrió al discurso de “nosotros o el caos”. Cuestionado sobre si su gobierno asumiría el pago de la deuda de Pemex, el mandatario afirmó que él aplica una política contraria a la de “los tecnócratas corruptos y sus jefes”, que pretendían arruinar a esa empresa y a la Comisión Federal de Electricidad.

“Nada más imaginen que no se hubiese dado el cambio en el 18 –agregó–, ya Pemex estaría en bancarrota, la Comisión Federal lo mismo, y un caos en el país. No soy adivino, pero tengo sensibilidad. Si no hubiese cambiado esa política de saqueo, el país estaría hundido, no hubiesen podido enfrentar la pandemia como lo hicimos, hubiese costado muchísimo más vidas, estaría el país destrozado”.

Como digo, es imposible saber qué habría pasado en caso de ganar otra opción política las elecciones de hace tres años. Aun así, es fácil de sostener que Pemex no ha dejado de ser un lastre para las finanzas públicas y es temerario especular que con un gobierno distinto habrían muerto más de las 293 mil personas que, de acuerdo con datos oficiales –o 454 mil, si tomamos en cuenta el exceso de mortalidad–, han fallecido a la fecha.

Pero no es nuevo ese planteamiento en México. En los discursos de otros presidentes podemos encontrar afirmaciones igualmente incomprobables.

Por ejemplo, en su último Informe de Gobierno, el 1 de septiembre de 1988, Miguel de la Madrid aseveró: “Hemos superado dificultades que hubieran doblegado a otras sociedades. Podemos felicitarnos, los mexicanos, porque nuestra vialidad como nación está reafirmada: salimos adelante (…) Unidos hicimos que fueran falsos los vaticinios de quienes, con desconocimiento de la fortaleza del pueblo de México, pronosticaban el derrumbe de las instituciones”.

 

O José López Portillo, en su cuarto Informe, en 1980: “En el primer momento lo importante era salvar la estructura productiva. Era la única que teníamos. A ella estaban vinculadas las ordenaciones del empleo y las instituciones de justicia social que funcionan. La primera etapa bianual, restauración de la economía, se cumplió a satisfacción, lográndose, además, una de las dos prioridades del plan original, la energética. Fue posible porque todos lo quisimos y con ello recobramos la confianza en nosotros mismos. De no haber sido así, no quiero imaginar el abismo en que estaríamos”.

O Luis Echeverría, en su segundo Informe, en 1972: “A pesar de los problemas que heredamos tanto del pasado remoto como de épocas recientes; a pesar de los obstáculos que levantan, a cada paso, tanto los partidarios del inmovilismo, como los de la anarquía, la actual administración ha renovado los fundamentos de nuestra convivencia democrática (…) La simulación y el engaño comienzan a pertenecer a otra época. Hemos elegido la verdad sobre el eufemismo y la mentira a medias. El pueblo no admite sistemas de poder cerrado ni decisiones tramadas en la sombra. Rechaza a los falsificadores de la democracia y a los publicistas de un ilusorio progreso”.

Recurrentemente, los gobernantes someten retóricamente a sus gobernados a una falsa disyuntiva: ellos o el desastre, el abismo, el caos.

Marcha atrás

 

Pascal Beltrán del Río
 
 
Bitácora del director
 
Andrés Manuel López Obrador ha dejado muchas veces en claro que no quiere pasar a la historia como un Presidente que provocó una crisis económica.

Durante los primeros dos años y medio de su gobierno, el tabasqueño actuó en consecuencia. En materia macroeconómica, se apegó a los dictados de la ortodoxia neoliberal. Por ejemplo, en cuanto al respeto a la autonomía de Banco de México, López Obrador fue absolutamente escrupuloso. 

Sin embargo, algo se rompió en mayo pasado. En su conferencia matutina del miércoles 19 de ese mes, López Obrador deslizó un reclamo al banco central por no haber entregado a su gobierno remanentes por operaciones financieras en 2020.

“Tendrían ellos que explicar por qué en otros sexenios sí había remanentes y ahora no hubo”, dijo el Presidente.

Casi un mes antes, el 23 de abril, Banxico explicó que este año no fue posible asignar recursos a la Tesorería de la Federación derivados de sus operaciones financieras y revaluación de activos porque hacia finales de 2020 el tipo de cambio registró una apreciación significativa, por lo que “no resultó un remanente de operación”.

Luego de los comentarios del Presidente, el subgobernador Gerardo Esquivel –quien fue propuesto por López Obrador– publicó una serie de tuits en los que explicó la política que rige la entrega de los remanentes de operación.

“Ninguna administración debiera anticipar recibir un remanente en el futuro”, escribió. “No habrá remanente si no hay depreciación cambiaria significativa”.

Las respuestas del banco central no gustaron nada a López Obrador. Todavía no se secaba la tinta de ese intercambio, cuando el Presidente dio a conocer que no apoyaría al gobernador Alejandro Díaz de León para repetir por un periodo al frente de la institución. Y anunció que, para sucederlo, propondría a “un economista con dimensión social”.

El suspenso duró poco. El 9 de junio, apenas pasadas las elecciones intermedias, López Obrador anunció que su candidato para dirigir el banco central sería su secretario de Hacienda, Arturo Herrera, y éste sería reemplazado como responsable de las finanzas naciones por Rogelio Ramírez de la O. Aunque los mercados esperaban la ratificación de Díaz de León, la propuesta de enviar a Herrera a Banxico no fue tan mal digerida. 

Lo que pasó en los siguientes cinco meses y medio es un misterio. La formalización de la postulación de Herrera ante el Senado de repente se retiró sin mayor explicación. Ante las especulaciones, el líder de la mayoría, Ricardo Monreal, anunció el martes que el Ejecutivo había dado marcha atrás a la propuesta y que estaban en espera de una nueva.

La petición le había llegado a Monreal, en agosto, por medio del todavía consultor jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra. Cuando Herrera quiso saber qué pasaba con su nominación, el líder senatorial le informó que ya no era candidato. Pidió una explicación y Monreal le recomendó que buscara al Presidente. De acuerdo con el propio exsecretario de Hacienda, eso fue lo que sucedió y allí se enteró de lo que ya era un hecho.

 

La reconsideración sobre Herrera y la contrapropuesta de que sea la subsecretaria de Egresos de Hacienda, Victoria Rodríguez Ceja, quien se convierta en gobernadora de Banxico provocó un deslizamiento súbito del peso frente al dólar (ayer cerró en 21.43, una caída de 1.21% en la jornada).

En un semestre, se abolló el escrúpulo en la relación con el banco central, pero ¿a qué se debió? El Presidente afirmó ayer que el cambio de señal en su propuesta tenía que ver con abrir mayores espacios a las mujeres. Si de verdad fue eso, ¿por qué no hacerlo desde el principio, por qué permitir que la política monetaria del país se contamine por los chismes que rodean la abrupta caída de Herrera?

¿Será que, como dice la rumorología, Herrera, aún como secretario de Hacienda no acató las indicaciones presidenciales de no distribuir equitativamente y con apego a lo que dice la ley las participaciones federales a las entidades federativas previo al pasado proceso electoral y que López Obrador habría sido informado de dicha desobediencia por Ramírez de la O?

Habría que saberlo, pues los manejos de los últimos seis meses podrían dar al traste con el propósito presidencial de jamás tener que vivir una crisis económica autoinfligida.

 

Los otros datos

 

Yuriria Sierra
 
 
Nudo gordiano
 
 

El ejercicio es muy sencillo, pero doloroso, escribir en Google: “feminicidio México”, los resultados que arroja: “Deficientes investigaciones de feminicidios en el Estado de México violan los derechos de las mujeres a la vida integridad personal y al acceso a la justicia”, un comunicado de Amnistía Internacional; Feminicidio e impunidad en México: Un contexto de violencia estructural y generalizada, un trabajo de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos; Las cifras oficiales de feminicidios en México no reflejan la realidad de este delito, una publicación de Animal Político, donde se contrastan las cifras del Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio con los del Sistema Nacional de Seguridad Pública; Sólo el 20% de los feminicidios en México tiene sentencia condenatoria, una nota en Infobae, basada en una declaración de Fabiola Alanís Sámano, titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. 

El ejercicio es revelador y crudo cuando cambiamos las palabras: “México, mujer asesinada”; aquí no hay interpretaciones, es lo que se vive en las calles: Familia pide justicia para mujer asesinada por exesposo en la CDMX; Exigen justicia para Adriana Arana, mujer asesinada en viaducto Miguel Alemán, etcétera. 

A principios de esta semana se presentó el Informe Mensual de Seguridad de octubre, Rosa Icela Rodríguez aseguró que la incidencia de feminicidios bajó casi 15% durante ese mes respecto al mismo periodo de 2020. Pero Nosotras Tenemos Otros Datos, una organización que refuta los números oficiales, afirma que no es que haya disminuido la incidencia de feminicidios, sino que se ha reducido su clasificación. Precisan que si hace un año cada 24 horas 10 mujeres eran asesinadas sólo por su género, ahora son 20. Patricia Olamendi, una de las integrantes de este grupo, detalla que de los más de 5 mil asesinatos de mujeres registrados en el país entre enero y septiembre pasado, apenas 700 fueron clasificados como feminicidios, el resto quedaron como homicidio doloso o culposo, lo que no obliga a una investigación con perspectiva de género. 

El nivel de impunidad en nuestro país, y no es que necesitamos pruebas, tiene en el llamado “primer feminicidio” su más grande ejemplo. Se llamaba Nadia Alejandra, tenía 24 años cuando fue asesinada en el Estado de México. La mataron su exesposo, Bernardo, e Isidro, su cuñado. A pesar de las denuncias presentadas para dar constancia del ambiente de violencia en el que vivían ella y sus tres pequeños, las autoridades jamás ordenaron medidas de protección. El 12 de febrero de 2004 su cuerpo fue hallado, tenía un cordón de zapatos en el cuello, por lo que autoridades determinaron suicidio. La familia no se dio por vencida y logró que fuera dictaminado como feminicidio. Isidro fue detenido tres años después, lo sentenciaron a 46 años, pero apeló y fue liberado en 2010, las autoridades no consideraron el testimonio de los pequeños que presenciaron el crimen como una prueba determinante. Sigue libre. Bernardo, el exesposo, fue detenido en 2012, pero hace cuatro años libró una sentencia, también está en libertad. 

Mucho se ha hablado sobre el cambio cultural que debemos empujar para que, desde casa, se aniquilen usos y costumbres donde germina la violencia de género, pero el Estado tiene la obligación de dar certeza cuando estos casos aparecen para que no haya impunidad. No es pesimismo, pero aún no hay señales de cuándo sucederá, la lucha feminista se entiende hoy sólo como juego político: “Vamos a seguir apoyando, protegiendo a las mujeres, enfrentando y combatiendo el feminicidio... los conservadores se volvieron feministas, claro, pura hipocresía…”, expresaron ayer por la mañana.

ADDENDUM. Hay que resaltar los esfuerzos en Yucatán para que los 106 municipios tengan sus propios institutos de la mujer, gracias al exhorto que el gobernador Mauricio Vila Dosal hizo a las alcaldesas y alcaldes. En los hechos, es el único estado con este tipo de instancias para la prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres para respetar sus derechos.

 Si de seguridad hablamos, Vila logró, gracias a sus buenas gestiones con la Federación, un cambio para mejorar la calidad de vida de la policía y los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública para que puedan obtener créditos y así adquirir una vivienda propia a través del Infonavit, lo cual convierte a Yucatán en el primer estado en contar con un programa de apoyo y financiamiento. Enhorabuena.

 

“Ya no soy Andrés Manuel, soy Augusto….”

 

Francisco GarfiasArsenal
 

 

 
 Algo traía el Presidente con su nombre en la mañanera de ayer, celebrada en Zacatecas. “Ya no soy Andrés Manuel, sino soy Augusto”, dijo al revirar, burlón, a la crítica que hizo Denise Dresser al controvertido decretazo.

Ese “acuerdo interno”, como lo llama López Obrador, coloca las obras del gobierno como tema de seguridad nacional, con todo lo que eso implica en términos del derecho a la información, transparencia y violación a los artículos sexto, 49 y 134 de la Constitución.

La politóloga del ITAM lo califica, ni más ni menos, como “golpe de Estado”. El Inai anunció que lo va a controvertir ante la SCJN, para evitar que el gobierno reserve, por seguridad nacional, de manera generalizada y anticipada, la información relacionada con los proyectos y obras que lleva a cabo.

 

En la Cámara alta, 93 senadores de oposición pusieron ayer contra la pared a Olga Sánchez Cordero, presidenta de la Mesa Directiva, al entregarle un escrito en el que exigen presente también una controversia contra el decretazo.

Morena y sus aliados querían votarlo para desecharlo. Tienen mayoría. Pero al final de uno de los debates de más altura que se haya tenido en esta Legislatura, prevaleció la prudencia. El tema no se votó en el pleno. Sánchez Cordero, exministra de la SCJN, admitió que tenía “dudas fundadas” sobre el interés del Senado para presentar la controversia. Solicitó al área jurídica de la Cámara una opinión sobre la legitimidad de la demanda opositora, antes de tomar una decisión.

* El Presidente alega que el decretazo tiene el propósito de proteger el Tren Maya, el Transístmico, la refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, contra amparos de sus adversarios políticos. “Es para agilizar trámites”.

Denise Dresser no lo ve así. En Twitter dio a conocer su postura: “Nos acaban de dar un golpe de Estado. El decretazo presidencial implica la rendición del poder civil ante el poder militar. Para proteger/perpetuar su visión, López Obrador institucionaliza el cogobierno con las Fuerzas Armadas…”.

Al Presidente no le gustó el comentario. Entre risas, que camuflaban molestia, dijo que Dresser “no se midió y es académica, da clases en el ITAM. Debe cobrar un dineral, pobres muchachos”. La palabra presidencial transformó a Denise en la villana favorita de los chairo bots y en heroína de los antipejes. Entre todos la convirtieron en tendencia. Más de 31 mil tuits a las 19 horas.

La activista no le dejó la última palabra al mandatario. Luego de los señalamientos en Zacatecas, puso otro tuit: “Al dedicarle 10 minutos en la mañanera a lo que escribo, López Obrador confirma que mi crítica es certera. Vivimos la erosión de la democracia en México, por la vía de la militarización, el decretismo, el estado de excepción y el abuso del poder”.

* El Presidente también dijo ayer que se deja de llamar Andrés Manuel si no se resuelve el desabasto de medicinas. No dijo para cuándo, pero por enésima vez aseguró que ya se compraron. El problema ahora es la distribución.

El desabasto se agudizó con la llegada de López Obrador a Palacio Nacional. La decisión de sustituir el sistema de adquisiciones, que encabezaba el IMSS, bajo pretexto de combatir la corrupción, fue la punta de lanza de la grave situación que se ha vivido en México con las medicinas. López Obrador entregó la compra pública de medicamentos a la UNOPS. El organismo de la ONU no cumplió con lo pactado. Es público que ante el retraso en la entrega de las “claves” (medicamentos) por parte de ese organismo, se tuvieron que hacer compras de emergencia a sobreprecio en el extranjero.

* “Es por Morena, voy a luchar dentro de Morena, no me voy a apartar, pero voy a estar en la boleta (del 2024)”, le dijo el senador Ricardo Monreal a Adriana Delgado, conductora del programa El dedo en la llaga.

En el programa, que se transmitió anoche por El Heraldo Televisión (Canal 10 de TV abierta), el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado dejó claro que su idea no es apartarse del ideario del presidente López Obrador.

Pregunta obligada es qué va a hacer si el candidato presidencial de Morena se elige vía encuestas, como ordena el Presidente. ¿Se queda en el guinda?

* Cero y van dos que se deslindan de la formación del Frente Cívico Nacional. A Tonatiuh Guillén le siguió Alberto Begné. “Conozco y respeto a varios integrantes, pero no tengo ningún vínculo con él”, nos dijo vía WhatsApp.

El FCN se presenta hoy en el WTC. Es una organización integrada por ciudadanos. Pretende servir de puente con los partidos de oposición para procesar un amplio acuerdo que permita elegir un candidato único de la oposición en 2024. 

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