Francisco GarfiasArsenal
Algo traía el Presidente con su nombre en la mañanera de ayer, celebrada en Zacatecas. “Ya no soy Andrés Manuel, sino soy Augusto”, dijo al revirar, burlón, a la crítica que hizo Denise Dresser al controvertido decretazo.
Ese “acuerdo interno”, como lo llama López Obrador, coloca las obras del gobierno como tema de seguridad nacional, con todo lo que eso implica en términos del derecho a la información, transparencia y violación a los artículos sexto, 49 y 134 de la Constitución.
La politóloga del ITAM lo califica, ni más ni menos, como “golpe de Estado”. El Inai anunció que lo va a controvertir ante la SCJN, para evitar que el gobierno reserve, por seguridad nacional, de manera generalizada y anticipada, la información relacionada con los proyectos y obras que lleva a cabo.
En la Cámara alta, 93 senadores de oposición pusieron ayer contra la pared a Olga Sánchez Cordero, presidenta de la Mesa Directiva, al entregarle un escrito en el que exigen presente también una controversia contra el decretazo.
Morena y sus aliados querían votarlo para desecharlo. Tienen mayoría. Pero al final de uno de los debates de más altura que se haya tenido en esta Legislatura, prevaleció la prudencia. El tema no se votó en el pleno. Sánchez Cordero, exministra de la SCJN, admitió que tenía “dudas fundadas” sobre el interés del Senado para presentar la controversia. Solicitó al área jurídica de la Cámara una opinión sobre la legitimidad de la demanda opositora, antes de tomar una decisión.
* El Presidente alega que el decretazo tiene el propósito de proteger el Tren Maya, el Transístmico, la refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, contra amparos de sus adversarios políticos. “Es para agilizar trámites”.
Denise Dresser no lo ve así. En Twitter dio a conocer su postura: “Nos acaban de dar un golpe de Estado. El decretazo presidencial implica la rendición del poder civil ante el poder militar. Para proteger/perpetuar su visión, López Obrador institucionaliza el cogobierno con las Fuerzas Armadas…”.
Al Presidente no le gustó el comentario. Entre risas, que camuflaban molestia, dijo que Dresser “no se midió y es académica, da clases en el ITAM. Debe cobrar un dineral, pobres muchachos”. La palabra presidencial transformó a Denise en la villana favorita de los chairo bots y en heroína de los antipejes. Entre todos la convirtieron en tendencia. Más de 31 mil tuits a las 19 horas.
La activista no le dejó la última palabra al mandatario. Luego de los señalamientos en Zacatecas, puso otro tuit: “Al dedicarle 10 minutos en la mañanera a lo que escribo, López Obrador confirma que mi crítica es certera. Vivimos la erosión de la democracia en México, por la vía de la militarización, el decretismo, el estado de excepción y el abuso del poder”.
* El Presidente también dijo ayer que se deja de llamar Andrés Manuel si no se resuelve el desabasto de medicinas. No dijo para cuándo, pero por enésima vez aseguró que ya se compraron. El problema ahora es la distribución.
El desabasto se agudizó con la llegada de López Obrador a Palacio Nacional. La decisión de sustituir el sistema de adquisiciones, que encabezaba el IMSS, bajo pretexto de combatir la corrupción, fue la punta de lanza de la grave situación que se ha vivido en México con las medicinas. López Obrador entregó la compra pública de medicamentos a la UNOPS. El organismo de la ONU no cumplió con lo pactado. Es público que ante el retraso en la entrega de las “claves” (medicamentos) por parte de ese organismo, se tuvieron que hacer compras de emergencia a sobreprecio en el extranjero.
* “Es por Morena, voy a luchar dentro de Morena, no me voy a apartar, pero voy a estar en la boleta (del 2024)”, le dijo el senador Ricardo Monreal a Adriana Delgado, conductora del programa El dedo en la llaga.
En el programa, que se transmitió anoche por El Heraldo Televisión (Canal 10 de TV abierta), el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado dejó claro que su idea no es apartarse del ideario del presidente López Obrador.
Pregunta obligada es qué va a hacer si el candidato presidencial de Morena se elige vía encuestas, como ordena el Presidente. ¿Se queda en el guinda?
* Cero y van dos que se deslindan de la formación del Frente Cívico Nacional. A Tonatiuh Guillén le siguió Alberto Begné. “Conozco y respeto a varios integrantes, pero no tengo ningún vínculo con él”, nos dijo vía WhatsApp.
El FCN se presenta hoy en el WTC. Es una organización integrada por ciudadanos. Pretende servir de puente con los partidos de oposición para procesar un amplio acuerdo que permita elegir un candidato único de la oposición en 2024.