«Quiero agradecer al presidente Andrés Manuel López Obrador por esta visita a Cuba en los tiempos tan convulsos que vivimos», afirmó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al valorar la jornada de intercambios entre ambos mandatarios, sostenidos este domingo, en La Habana. «México siempre podrá contar con Cuba», le aseguró.
«Hemos tratado importantes temas de la agenda bilateral, pero hemos abordado también los temas de agenda regional y los temas internacionales. Le he agradecido al presidente López Obrador su posición firme, de rechazo al bloqueo genocida impuesto por el Gobierno de Estados Unidos a nuestro país en el ámbito comercial, económico y financiero, y, además, al recrudecimiento que tiene ese bloqueo en los momentos actuales», acotó Díaz Canel, quien puntualizó que las relaciones bilaterales son históricas y entrañables.
Expuso que en el marco del encuentro se firmó una Declaración que consolida una nueva etapa en la relación bilateral, y se rubricó un acuerdo de cooperación para aprovechar todas las potencialidades sanitarias, científicas, de esfuerzos conjuntos y de voluntades entre los dos países.
«Coincidimos en lo improcedente de las exclusiones injustificadas de países de nuestra región de los eventos hemisféricos», expresó el mandatario cubano, y le aseguró que la Revolución continuará su marcha triunfal de esperanza y de futuro.
De manos del Presidente Díaz-Canel, le fue impuesta a López Obrador la Orden Nacional José Martí, máxima condecoración que otorga Cuba de la cual dijo sentirse honrado y agradecido.
Díaz-Canel le reafirmó a su par mexicano que «esta era una visita deseada, esperada, anhelada, en la cual podemos trasladarle en nombre del Gobierno y el pueblo cubano, toda la admiración, el respeto y el cariño que le tienen aquí en Cuba por sus expresiones y sus gestos con el pueblo cubano.
«Cuba no olvida cuando usted expresó, para todo el mundo, que el pueblo cubano era un pueblo que por su dignidad y heroísmo merecía ser reconocido como un patrimonio de la humanidad».
El presidente Andrés Manuel López Obrador le respondió que ya podría ser, como dicen los escritores, un lugar común hablar de la amistad entre Cuba y México, pero que estaba aquí para ratificar esa hermandad y solidaridad entre ambos pueblos.
Luego, ante la prensa, reiteró: «Gracias al generoso, solidario y ejemplar pueblo de Cuba. A título personal sostengo que yo nunca he apostado, no apuesto ni apostaré al fracaso de la Revolución Cubana, a su legado de justicia y a sus lecciones de independencia y dignidad. Yo nunca voy a participar con golpistas que conspiran contra los ideales de igualdad y fraternidad universal».
Hizo énfasis en su posición por el levantamiento del bloqueo estadounidense, y recalcó que insistiría «en que no se excluya a ningún país de América a la Cumbre del mes próximo, a celebrarse en Los Ángeles, California, y que las autoridades de cada país decidan libremente si asisten o no a dicho encuentro, pero que nadie excluya a nadie».
El Presidente mexicano había llegado a Cuba al atardecer del sábado, y acompañado por el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, inició la jornada dominical con la colocación de una ofrenda floral en el monumento a José Martí, en el memorial del mismo nombre, en la Plaza de la Revolución. A Martí, dijo poco después, «lo admiro tanto como a Bolívar y a nuestro Juárez».
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