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Historia y Cultura

La educación en abandono

 

Martín EspinosaMartín Espinosa
 

 

Dentro de las asignaturas pendientes de este incipiente régimen está, sin duda, la educación. Y no solamente desde los primeros niveles de la llamada Educación Básica, sino que esta crisis atraviesa los terrenos de la educación media superior y la llamada superior o universitaria, a pesar del programa “lanzado” en esta administración con las Universidades del “Bienestar”.

Además de los otros “tres pilares de la mesa” que conforman la Salud, la Seguridad y la Economía, nuestro país cursa por serias dificultades en materia educativa, las cuales se han profundizado por la pandemia de covid-19 que golpeó fuertemente al mundo a principios del 2020.

Pero la crisis ya venía profundizándose. De acuerdo con el segundo informe trimestral sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública, que dio a conocer recientemente la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), entre enero y junio de este año la Secretaría de Educación Pública (SEP) pasó de tener un gasto programado de 183 mil 900 millones de pesos a recibir únicamente 158 mil 973 millones de pesos; es decir, sufrió un recorte de alrededor de 25 mil millones a los previamente aprobados en el Paquete Económico para el ejercicio 2022, lo que significó una disminución del 17.9 por ciento del presupuesto original.

Lo peor de todo es que, si se compara dicha cifra con la inversión pública de las obras “emblemáticas” de este sexenio, el recorte en Educación equivale a lo otorgado al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), del que depende la construcción del Tren Maya, que recibió 20 mil 901 millones de pesos más del monto aprobado inicialmente.

 
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Estudios recientes de organismos internacionales han advertido que, en México, el rezago educativo ha puesto en riesgo a toda una generación de estudiantes. La evidencia más reciente muestra que, durante la pandemia, los mexicanos perdimos, en promedio, aprendizajes equivalentes a dos años de escolaridad. Por lo menos 628 mil jóvenes han interrumpido sus estudios, lo que implica una caída por debajo del nivel que teníamos en 2008 en porcentaje de jóvenes que asisten a la escuela.

Antes de la pandemia, alcanzábamos un promedio de aprendizajes de 3o. de secundaria. Hoy, el conocimiento se ubica por debajo del equivalente al primer grado de dicho nivel escolar.

A nivel país, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha estimado que, para los próximos 80 años, este fenómeno le podría costar a México un monto acumulado de hasta 136 por ciento del PIB de 2019. Esto implicaría que nuestro país dejaría de producir hasta 1.7 por ciento del PIB cada año, lo que equivaldría al monto total de gastos que ese mismo año ejerció la SEP.

De ese tamaño es el reto que tendrán, a partir de septiembre, las nuevas autoridades educativas el país.

 

UNA DE LAS MEJORES ALCALDÍAS DEL PAÍS

Sin duda alguna la llamada Ciudad Blanca, capital del estado de Yucatán, se ha consolidado en los últimos años como uno de los lugares más atractivos del país en todos los sentidos. Y, en gran medida, esa labor la han realizado de la mano el alcalde Renán Barrera y el gobernador Mauricio Vila, ambos panistas, quienes hace unas horas fueron ratificados, uno como candidato a gobernar el estado y el otro como “fuerte aspirante” a contender por la candidatura presidencial al interior de las filas blanquiazules. En el marco de su primer informe de su tercer periodo al frente de la administración emeritense y bajo el lema “Mérida, más fuerte que nunca”, Barrera Concha destacó las acciones emprendidas por su gobierno para superar los desafíos en materia de “movilidad urbana” que se han presentado por el inusitado crecimiento de la capital yucateca: el cuidado al medio ambiente, el desarrollo social y humano y la seguridad pública. Marko Cortés, líder nacional del PAN, “arropó” tanto a Barrera como a Vila y los presumió como grandes “activos” del blanquiazul.

Desafuero para Alito por no querer ser Amlito

 

Francisco GarfiasFrancisco Garfias                                                                                         Arsenal
 
 
 
Minutos después de que el fiscal de Campeche, Renato Sales, solicitara en San Lázaro su desafuero por enriquecimiento ilícito, nos mensajeamos con el diputado Alejandro Moreno Cárdenas, presidente del CEN del PRI.

El hombre sabe que pueden ir más lejos con su caso. “Son capaces de todo, porque quieren instaurar una dictadura. Los vamos a enfrentar con la ley y la Constitución.

Y más adelante: “Es una vacilada. No tienen nada. Puro show mediático. Usan distractores cuando el país se les cae a pedazos”.

 
Alito nos dejó claro que no ha pensado ni por un segundo abandonar el país para salvar su pellejo. “¿Como crees? Hay que defender la democracia, las instituciones, las libertades en México. “Primero muerto antes de que instauren una dictadura. Hay que darle para adelante. Denunciar lo que ocurre. Están destruyendo el país”.

* Renato Sales estuvo ayer en la Cámara de Diputados para presentar la solicitud de desafuero en contra del dirigente del PRI. Tuvo el cuidado de decir que los audios que ilegalmente hizo públicos la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, no forman parte de la carpeta de investigación. Sabe que no tienen valor alguno en un juicio.

En rueda de prensa conjunta con el morenista Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Mesa Directiva en la Cámara de Diputados, el fiscal sostuvo que hay una desproporción entre los ingresos que percibió Moreno Cárdenas y las propiedades a su nombre.

Tasó en 130 millones de pesos la mansión que tiene Alito en Lomas de Castillo, Campeche (la que fue cateada), y dijo que tiene propiedades en Champotón, Country Club, Torreón y Ciudad de México.

* El caso huele a revancha política. Allí está como prueba el recado que le pasó, vía telefónica, el senador del Verde, Manuel Velasco, para advertirle, antes de que se votara la reforma eléctrica: “si no jalas, se van a ir con todo”.

Mas allá de las imputaciones de enriquecimiento ilícito que se le hacen, está claro que al dirigente del PRI le pasan factura por no haber votado a favor de esa reforma, considerada en Palacio como la más importante del sexenio. De haber escuchado a Velasco, seguiría siendo Amlito.

Pero no hizo caso de las advertencias que Velasco le hizo a nombre del “número dos” del régimen y se le fueron con todo. No se necesita un sesudo análisis para afirmar que no estaría donde está si el PRI hubiese votado la reforma eléctrica.

 
* Moreno, por cierto, sacó un video sobre la nueva embestida en su contra, alrededor de las 5 de la tarde, dijo:

“Una vez más, el gobierno de Morena demuestra la manera ilegal, selectiva y autoritaria como utilizan las instituciones del Estado mexicano para perseguir e intimidar a sus opositores.

“De Morena no espero justicia, espero venganza. Me amenazaron que se dejarían venir con todo y lo están cumpliendo. Aquí estoy y aquí seguiré. No van a doblarme ni me van a asustar. Menos van a conseguir que el PRI apruebe reformas para destruir a México”, advirtió.

* El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas le dio otra vuelta a la tuerca en su relación con el presidente López Obrador. El teacher, López-Dóriga, le preguntó ayer, en Radio Fórmula, cómo veía el gobierno de la 4T.

“Veo con preocupación la situación del país, más allá del gobierno. Una violencia que crece y una economía que no crece. Mucho deterioro en los servicios públicos.

“Ojalá se tomaran medidas para corregir estas situaciones. Hay asesinatos, enfrentamientos, muchos tiros, muchos balazos. Esto no es lo que queremos para el país”.

A los que hablan como Cuauhtémoc Cárdenas el presidente López Obrador los califica de “exagerados” al servicio de los “conservadores corruptos”, llámense académicos, intelectuales, columnistas, científicos, universitarios. ¿Se atreverá con el ingeniero? Veremos.

* Ya que estamos: AMLO ha sido distante, omiso e injusto con Ricardo Monreal, a quien los seguidores de Claudia Sheinbaum acusan de la derrota de Morena en la CDMX.

Y es que cuando el Presidente habla de su sucesor sólo menciona a sus corcholatas para el 2024: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López. Eso les da ventaja a los tres aspirantes sobre el senador de Zacatecas.

A Monreal le preguntaron en Cancún, Quintana Roo, sobre esas diferencias que hace AMLO con él.

Respondió: “Desde el momento que sólo se refiere a los tres, por supuesto que no hay piso parejo, pero tampoco me voy a suicidar por eso”.

Al Presidente no le cuadra que Monreal actúe con la libertad que le otorga ser miembro de otro poder y públicamente lo contradiga. No le va a gustar la postura del coordinador de los senadores de Morena sobre el anunciado decretazo para que la Guardia Nacional pase totalmente a la Sedena. “La Guardia debe mantener su carácter civil”, según Monreal.

Dijo más: “Cualquier cambio de naturaleza jurídica de la Guardia Nacional requiere modificaciones a la Constitución. Eso lo digo con toda honestidad. Ningún ordenamiento está por encima de la Constitución”.

¿Están oyendo, morenos?

El acuerdo de la Guardia Nacional y la sucesión

 

José Buendía HegewischJosé Buendía Hegewisch                                                                                      Número cero
 
 

El acuerdo presidencial para entregar la Guardia Nacional al Ejército envía una señal política clara sobre la revisión del papel de las Fuerzas Armadas en la democracia. La iniciativa debilita la perspectiva civilista que las marginó de las decisiones políticas y acotó a la seguridad nacional. Esta es la discusión de fondo que plantea la solución de López Obrador ante el debilitamiento de la gobernabilidad y su pretensión de asegurar la continuidad de su proyecto más allá del sexenio. 

La polémica es trascendental porque rompe el paradigma civilista sobre el rol de los militares del último medio siglo, que se asentó en su marginación política ante las historias de golpes militares y represión en América Latina en contra de la democracia. Bajo esta perspectiva, la militarización de la seguridad pública es un retroceso por la capitulación de las instituciones civiles en una función central del Estado. Y que, sobre todo, les abre el juego en la deliberación de los asuntos políticos desde la seguridad y la protección de la ciudadanía hasta en decisiones como la sucesión presidencial. 

De prosperar, la iniciativa convertiría al Ejército en un nuevo actor en el relevo de gobierno, sobre todo si, como pretende el Presidente, lograra su permanencia en las calles más allá de 2024, como limita la ley de la Guardia Nacional. 

 
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Su viabilidad es más que dudosa porque requeriría el aval de la Corte a un acuerdo inconstitucional o una reforma que, difícilmente, transitaría por la “moratoria” legislativa de la oposición el resto del sexenio; pero, por lo pronto, la polémica está abierta. 

 Ante ella, los militares guardan silencio por su verticalidad y disciplina con el poder presidencial, pero, también, por parecerles que no es para tanto o, cuando menos, que se trata de funciones que los últimos gobiernos ya les han transferido. A pesar del discurso civilista, la expansión militar ha sido la constante desde los gobiernos de Calderón y Peña Nieto, y en todos los casos, a través de la violación del marco constitucional. Paradójicamente ha sido su fracaso lo que apuntala la revisión del rol de los militares, aunque tampoco han dado resultados. 

Al respecto, López Obrador lo justifica, al igual que sus antecesores, como única salida a la crisis de seguridad y pérdida de gobernabilidad, aunque ha dado un paso más hasta ubicarlos en un lugar estelar de su gobierno también en obras de desarrollo y servicios públicos. Pero no ha podido pacificar al país con ellos, aunque ahora trata de explotar una nueva “ola” de violencia en Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California para avivar la discusión y persuadir de la necesidad de los militares ante policías municipales y estatales incapaces de proteger a la población sin la intervención del Ejército. 

 El terror por los ataques entre bandas criminales y el daño a la población civil además sirven para elevar la discusión al terreno de la seguridad nacional como parte de un proyecto transexenal. En Chihuahua, dijo el Presidente, se agredió a la población civil, “algo que no se había presentado”, en un esfuerzo por perfilar los nuevos términos del debate y retomar la iniciativa frente al mayor pendiente de su administración. 

El avance de un esfuerzo político, así les aseguraría un lugar preponderante en el próximo sexenio. 

La crítica al acuerdo ha llegado a señalarlo como un golpe militar a la Constitución, con una retórica anclada en la historia antidemocrática de las Fuerzas Armadas de la Guerra Fría. 

 Pero sin detenerse en que han evolucionado y hoy no responden a la política de sabotaje que alentó EU en esa época. 

 
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 Por ejemplo, confesaba Juan González, asesor de Biden para América Latina, hace 40 años EU habría intentado impedir eltriunfo de Petro en Colombia o saboteado su gobierno, y no hay que olvidar que las recientes protestas en el continente no han dado lugar a golpes de Estado o a la represión abierta como entonces. 

 Por eso, lo más relevante del acuerdo es el nuevo arreglo político, no sólo el problema constitucional, y el costo que supone abandonar las instituciones civiles para la justicia. Y ello sin que el nuevo rol de los militares ofrezca hasta ahora ninguna prueba de eficacia contra el crimen y de ser incorruptibles, como trata de persuadir el Presidente como la única solución a un problema que no ha podido resolver.

En sentido contrario a la realidad

 

 

Jorge Fernández MenéndezJorge Fernández Menéndez                                                  Razones

 

 

 
 

La posición del gobierno federal sobre los muy graves disturbios de la semana pasada en Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, Baja California y Michoacán, incluyendo la desafortunadísima intervención de ayer de Liz Vilchis, recuerda un viejo chiste: aquel en que un conductor escucha en la radio, mientras conduce a toda velocidad por el Periférico, que un automóvil transita en sentido contrario por esa vialidad y el conductor exclama: uno no, son miles. Que medios y periodistas de distintas posiciones y concepciones observen lo mismo no le hace revisar al gobierno sus ideas preconcebidas: los lleva a inventar una conspiración. La sola idea de calificar como “propaganda” de los grupos criminales lo sucedido: decenas de negocios, tráileres, automóviles quemados, muertos, heridos, pánico social, el negar enfáticamente una acción concertada que su propia información confirma, es tan desconcertante como decepcionante.

 
La explicación que muchos dan a esta respuesta tan alejada de la realidad, responsabilizando a los medios de crear un clima de terror que en realidad crean los criminales abusando de la impunidad con que muchas veces actúan, es que mientras el Presidente conserve sus niveles de popularidad no aceptará una crítica en ningún tema y que no se moverá de sus posiciones, aunque la realidad indique la exigencia de hacerlo. Puede ser, pero la popularidad presidencial, como muchas cosas en la política, es una entelequia, sobre todo cuando se la confronta con la propia opinión de la gente sobre la seguridad.

Vamos a una fuente oficial, la encuesta de seguridad del Inegi, dada a conocer en julio y que analiza el segundo trimestre del año, de abril a junio pasado. Resulta que, al contrario de la popularidad presidencial, cuando hablamos de la seguridad, el 67.4% de las personas se siente inseguro, ese índice crece hasta un alarmante 72.9% cuando se trata de mujeres, o sea que siete de cada diez mujeres no se sienten seguras en el país. Cuando esa pregunta se lleva a ciertas ciudades, los índices alcanzan porcentajes inmanejables: el 97.2% de los habitantes de Fresnillo, Zacatecas, se siente inseguro; el 83% en Tijuana; el 78% en Mexicali; el 85% en Guadalajara; el 86% en Uruapan; el 80.5% en León; el 66.5% en Ciudad Juárez, y estamos hablando de ciudades importantes, imaginemos cómo se vive la inseguridad en las áreas marginales o las rurales que están bajo control criminal.

Cuando se le pregunta a la gente sobre qué pasará con la seguridad, 34.6% dice que seguirá “igual de mal” y otro 28.5% sostiene que “empeorará”. O sea que más del 63% piensa que no habrá mejora alguna en esos índices. Es como una foto en negativo de la popularidad presidencial. Todas son percepciones, la diferencia es que una parte de una apreciación personal, del afecto por una persona, y la otra una percepción creada por las realidades cotidianas.

Hay un punto adicional muy preocupante: el de la confianza en las instituciones. Poner a militares, marinos y guardias nacionales a desmentir y minimizar los hechos ocurridos la semana pasada terminará afectando los altos índices de confianza que aún tienen esas instituciones, que están por encima de la propia popularidad presidencial: según la encuesta del Inegi, la Marina tiene un índice de confianza del 86%; el Ejército del 83%, y la Guardia Nacional del 74.5 por ciento. ¿Qué sentido tiene erosionar esos altos índices de confianza con una versión a todas luces alejada de la realidad, calificando de propaganda criminal hechos que trascienden ese calificativo, y que no se atiene siquiera a sus propias investigaciones sobre lo sucedido?

Hace ya algún tiempo dijimos aquí que en los altos niveles del Ejército mexicano se creía que habría una suerte de explosión de violencia en la medida en que se avanzara en los golpes al Cártel Jalisco Nueva Generación. Algo similar adelantamos también en el libro La Nueva Guerra, del Chapo al fentanilo (Grijalbo, 2021). Con el CJNG, decíamos, pasará algo similar a lo sucedido con Los Zetas: por su propia integración, por lo centralizado de su estructura de mando al mismo tiempo que su crecimiento se da como una suerte de franquicia, esa organización criminal ante los golpes recibidos, la enfermedad de su líder El Mencho y la detención de muchos de sus familiares cercanos, terminará implosionando. Eso sucedió con Los Zetas (y con los Beltrán Leyva) al final del gobierno de Calderón, con la caída de sus líderes, de sus familiares y operadores cercanos: implosionaron en medio de una explosión de violencia. Esa es una explicación verosímil y realista de lo que está sucediendo ahora con el CJNG y sus organizaciones aliadas, asociadas, con base en un enemigo común: el Cártel de Sinaloa. Los hombres que están en control de las Fuerzas Armadas lo saben perfectamente, no tiene sentido exponer como verdad rencores políticos ajenos en lugar de exhibir una narrativa que, además, generaría mayor confianza en esas mismas instituciones.

Pero ya hemos visto que la realidad parece ir en sentido contrario de las percepciones, por lo menos las de Palacio Nacional.

Importamadrismo manifiesto

 

Francisco GarfiasFrancisco Garfias                                                                                          Arsenal
 
 
 

Nunca como ahora los actores políticos en el poder han hecho caso omiso de las leyes electorales, sin importarles un comino las consecuencias. El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, reporta que la Comisión de Quejas y Denuncias del INE tiene más trabajo que nunca. Ha emitido una cantidad inédita de medidas cautelares por violaciones a los ordenamientos electorales. El 90 o 95% ha sido validado por el Tribunal Electoral, asegura.

Las evidencias están por todos lados. El país está tapizado de propaganda electoral de las corcholatas de Morena que aspiran a la candidatura presidencial. ¿Quién las paga? ¿De dónde sale la lana? Desde Palacio Nacional les dieron luz verde para realizar actos anticipados de campaña que justifican bajo cualquier pretexto.

 

Ante este importamadrismo manifiesto, Lorenzo Córdova volvió a advertir que el INE aplicará la ley mientras la ley sea la que es y las prohibiciones sean las que son. “El orden constitucional es mucho más potente que los actores políticos que tienen poco apego democrático por las reglas”, advirtió.

* El Presidente y sus acólitos en las cámaras legislativas quieren desaparecer el INE tal como está. Nombrar consejeros ¡electos! Se aferran a una reforma electoral que resulte en un tribunal electoral a modo.

Afortunadamente, no tienen la mayoría calificada requerida en el Congreso para una reforma constitucional de ese calado, aunque no descarte que AMLO intente un decreto para imponerla. Allí está ya el ejemplo de la integración de la Guardia Nacional a la Sedena. Ya hay una discusión abierta sobre si las sanciones tendrán algún impacto cuando llegue el 2024, a propósito de los gastos de campaña y, eventualmente, de la elegibilidad de quien haya incurrido en actos indebidos.

Pero, como bien dice Lorenzo Córdova: ése será un asunto que le tocará, en su momento, al INE y al TEPJF.

Por lo pronto, hoy, quien viole la ley, va a recibir las medidas cautelares que corresponden por parte del INE y, eventualmente, las sanciones correspondientes si se determina la falta por parte del Tribunal Electoral, puntualiza.

-El hecho de que los actores políticos hagan caso omiso de la ley ¿qué reflexión le produce? —insistimos.

“El orden jurídico tiene que hacerse valer —y ésa es una responsabilidad de los órganos del Estado—, aunque ello implique amenazas y, en su momento, acusaciones sin fundamento a los órganos electorales.

 
 

“Ya lo vivimos. El año pasado se acusó a quienes integramos el INE de haber abusado en la aplicación de la ley, amenazas personales. Hasta se han presentado demandas penales.

“Fracasaron porque ya se archivaron, y eso quiero agradecerlo a los órganos de la Fiscalía”, puntualizó.

* A Marko Cortés no le gustó la pregunta que le hicimos ayer en el sentido de si estaría dispuesto a sacrificar a Enrique Vargas, precandidato del PAN en el Edomex, en caso de que un aspirante de Va por México se ubicara mejor en las mediciones para elegir al abanderado de la coalición.

Nos vimos obligados a interceptarlo cuando se dirigía a la salida del salón del hotel Barceló donde la alianza PAN-PRI-PRD presentó la comisión que se encargará de la creación de una ley secundaria que reglamente los gobiernos de coalición.

El jefe panista cambió su actitud. Pidió que saliéramos del salón para platicar los dos. Allí nos dijo:

“Lo que hemos pactado con el propio Enrique, en la reunión que ayer tuvimos con el PRD, es poner una regla clara para que vaya el candidato o candidata más competitivo”.

* Va por México, por cierto, arropó ayer a Alito Moreno ante la solicitud de desafuero por enriquecimiento ilícito que hizo en la Cámara de Diputados el fiscal de Campeche, Renato Sales. “El Presidente no puede usar las instituciones del Estado para callar, perseguir, amedrentar a los opositores”, advirtió Marko.

Y el perredista Jesús Zambrano: “No podemos seguir tolerando que se perpetúe, como proyecto, un gobierno pendenciero que persigue a los opositores políticos, al mismo tiempo que es cobarde y protector de la delincuencia, que se alía y hace acuerdos con ellos para ganar elecciones”.

* Nos escribe Gerardo Islas, dirigente de Fuerza por México, para desmentir versiones de que estuvo en terapia intensiva a causa del accidente vehicular que sufrió en la carretera México-Toluca. Vía WhatsApp aclaró que no viajaba con su familia, como se especuló, sino con su chofer. No se registró ninguna pérdida de vidas humanas ni en la camioneta en que viajaba ni en el otro vehículo particular involucrado en el accidente. Islas, eso sí, fue diagnosticado con traumatismo craneoencefálico, por lo que fue trasladado al centro hospitalario MAC, pero ya fue dado de alta. “Gracias a Dios estoy con vida y quienes sufrieron el accidente, también”, puntualizó.

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