Obviamente con varios millones de dólares más a su cuenta bancaria cualquiera estaría feliz.
Todo lo cual me hizo recordar aquellos tiempos de mi juventud, en que junto con otros amigos de secundaria íbamos a la arena Unión a ver entrenar a los boxeadores de entonces, que nosotros teníamos como ídolos: Fredy Felix, Nacho Rubio, Aristeo Chavarin, Everardo y Jesse Armenta, Julio Kid Ramos, Joe Valdez, Joe Conde, Chamaco Castillo, Chichi Ontiveros, Rudy Montiel, Mayico Robles y mi amigo Mateo Valenzuela, y muchísimos más, unos fueron campeones nacionales, otros como Everardo que peleó con grandes boxeadores de talla internacional en E.U., y entonces leíamos los periódicos del D.F. que nos traían todas las noticias de lo que pasaba en el mundo del box mexicano.
Los nombres de Luis Spota, Dr. Gilberto Bolaños Cacho y Dr. Horacio Ramírez Mercado, nos eran muy conocidos, ya que ellos de alguna manera mandaban en la Comisión de Box y Lucha del D.F. y cuidaban sobre todo de la salud de los boxeadores, pero, igualmente, de que las peleas fueran “derechas”, que no enfrentaran boxeadores en decadencia o maletas con los que ya se veía que eran mucha pieza para ellos; había equilibrio y sobre todo, la Comisión evitaba las tranzas, y si las hubo, seguramente nada tuvieron que ver esos señores; su prestigio estaba muy por encima del dinero.
Cuando trabajé, muy chamaco, en Fabricas Automex,S.A. hoy Chrysler de Mexico, S.A., conocí a Don Francisco Uribe, que fuera boxeador ( lo anunciaban como Panchito Uribe) y entonces era el líder del sindicato de trabajadores de Automex, y de una organización de ex boxeadores; por cierto, les daba trabajo allí, así conocí a varios ex pugilistas que eran encargados del aseo de las oficinas, algunos de ellos fueron campeones nacionales, pero las mujeres y los amigos, los dejaron en la vil pobreza, era la historia que me contaban, uno de ellos, Chebo de la Torre que fue campeón nacional de los gallos que se lo ganó al gran "acorazado de bolsillo" Luis Castillo, y andaba también José “Joe” Chincolla, que me comentó vino a Los Mochis, Sinaloa y peleó contra Kid Bachomo, a quien conocimos como referee en los tiempos de la arena Unión.
Tanto Chebo como Joe tenian problemas de lenguaje, apenas se les entendía lo que decían, los golpes recibidos fueron la causa; en sus épocas peleaban cada semana o si se podía un día si y otro también, y ellos ganaran o perdieran bajaban del ring tintos en sangre, ellos subian a darse con todo y muchas veces fueron bajados en camilla para llevarlos al hospital general. De ese tamaño eran aquellos boxeadores.
Chebo fue un gran campeón y perdió su título ante Edel Ojeda que fue un grande del boxeo mexicano y para muestra va lo siguiente:
"El brillante zurdo Edel Ojeda tuvo una magnífica carrera, aunque muy corta, debido a las obligaciones que contrajo en torno a su profesión de Ingeniero. Combatió profesionalmente de 1949 a 1956, en la que conquistó 15 victorias, a cambio de 3 derrotas y 2 empates.Conquistó el título nacional gallo imponiéndose a Chebo De la Torre, y derrotó además a clasificados mundiales como Tommy Umeda, Piero Rollo, Luis Galvani y a los mejores mexicanos de su tiempo, entre ellos Luis Castillo, Fili Nava, Genaro Serafín y varios más.".¡Descanse en Paz el gran campeón!.Eso se escribió el día de su fallecimiento.
Uribe, no fue un gran boxeador, pero logró dos triunfos por decisión sobre Bernabé “babe” Vazquez, que fuera varios años campeón nacional de los ligeros, y también enfrentó a Rodolfo Ramirez, que fuera de los grandes boxeadores de la época del Chango Casanova, Kid Azteca, Joe Conde, Carlos Malacara, Tony Mar, y Rodolfo "El Rielero" Ramírez llegó a pelear contra ellos y contra el gran campeón mundial de los welter Henry Armstrong, un negro californiano que nada más ganó 151 peleas de 181 que peleó, de ellas 101 por knockout, perdió 21 siendo noqueado sólo 2 veces, y, empató 9.
Grande, de talla internacional fue Ramírez a quien enfrentó Panchito Uribe perdiendo por decisión nuestro conocido; quiuen tuvo que retirarse por problemas de retina en uno de sus ojos, motivo por el cual usaba gafas con lentes negros.
Pues volviendo al surco, Panchito Uribe, si bien no destacó como boxeador, si lo hizo como persona humana y, siempre defendió a sus boxeadores y a su profesión, siempre estuvo en contra de las mafias de apostadores, que son las que estropean el deporte, y, siempre habló bien de los señores comisionados Spota, Bolaños y Ramírez.
Comisión de Box y Lucha en USA?
Precisamente, son los comisionados de E.U. los que hace mucho tiempo han venido fallando y se recuerdan peleas en las que han favorecido los intereses de los promotores o de los apostadores, que se yo, y han dado decisiones absolutamente increíbles, dando el triunfo a los perdedores, como fue el caso de Juan Manuel Marquez a quien le quitaron triunfos sobre el famoso “PacMan” Pacquiao, y hemos visto otras peleas en las que afectaron a otros peleadores. Si existe, parece que no existe.
La que parecía iba a ser una gran pelea entre el Canelo Alvarez y JC Chávez Jr. ,simplemente era para que la gente se calentara al ver ganar al Canelo, a quien ya lo habían firmado para pelear contra Gennady Golovskin, campeón mundial mediano, pero, ambos púgiles subieron a bailar toda la noche, y si hubo ganador fue porque el arbitro los amenazó con bajarlos del ring, ya que ninguno de los dos tiró golpes en serio, ambos se tenían miedo, los dos estaban apanicados, pensaban en que si se abrían a pelear en serio uno de los dos se iria a la lona noqueado. Así fue como el Canelo soltó más golpes para llenar el expediente.
Todo lo que hoy se diga como disculpa, será como escupir la cara del aficionado que pagó, por ver la pelea que no fue, en la arena o por TV.
La gran gloria del boxeo mexicano JULIO CESAR CHAVEZ así con mayúsculas, debe estar escondido por la verguenza en la que lo ha puesto su hijo, él, que fue tan gran boxeador, sobre todo valiente; que fue lo que le faltó a Julito; si hoy estuviéramos comentando de una derrota de ese muchacho, tal vez diríamos , perdió pero cayó de cara al sol en busca de la gloria, como caen los grandes; pero, no fue así.