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Historia y Cultura

Ausencia del Estado …y de las ideas

 

Pascal Beltrán del Río

Pascal Beltrán del Río

Bitácora del director

 

El martes 29 de agosto un autobús de la línea México-Tizayuca fue incendiado en la colonia El Cid, de ese municipio hidalguense, luego de que sujetos interceptaran la unidad, amenazando con armas de fuego al conductor, a quien golpearon salvajemente. De acuerdo con la alcaldesa Susana Ángeles Quezada, ese ataque estuvo relacionado con prácticas de extorsión que afectan a distintas líneas de transporte público en esa parte de la mancha urbana de la capital del país.

En protesta por la falta de seguridad, empresas que brindan el servicio pararon operaciones durante dos días y el viernes pasado bloquearon en tres puntos la carretera federal México-Pachuca. Durante el fin de semana, Ángeles Quezada negoció con mandos militares y policiacos para echar a andar un operativo de vigilancia sobre el corredor, que cruza los municipios mexiquenses de Ecatepec y Tecámac.

Cuidados por elementos de la Guardia Nacional, Ejército y seguridad pública municipal, los choferes reanudaron las corridas el pasado fin de semana. Sin embargo, exhortaron a las autoridades a volver permanente el operativo, pues en otras ocasiones la vigilancia había desaparecido a los pocos días de haberse instalado.

Una garantía de que esta vez no sucedería lo mismo parecía ser el compromiso de evaluar cada tres meses los resultados del reforzamiento de la seguridad. Lo absurdo es que las acciones coordinadas militares y policiacas no pudieron evitar el asesinato, ayer por la mañana, de un chofer de la propia línea México-Tizayuca, por individuos que abordaron su autobús, bajaron a los pasajeros y, tras obligar al conductor a avanzar 200 metros, lo bajaron de la unidad y lo mataron a sangre fría, dejando su cuerpo tirado sobre el asfalto.

Ese crimen ocurrió cuando tenía apenas unas horas de haberse apagado la algarabía por el nombramiento de Claudia Sheinbaum como “coordinadora de los comités de Defensa de la Cuarta Transformación”, la cual originó un agrio intercambio verbal entre las dirigencias nacionales de los partidos del oficialismo y de la oposición, con las infaltables expresiones de vanagloria y burla que caracterizan los debates en la política mexicana.

El crimen que relato —uno de tantos que ocurren todos los días en México— sucedió también el día que se iniciaba formalmente el proceso electoral en México, cuyos tiempos no han sido respetados por quienes aspiran a la Presidencia en 2024.

Dice mucho el que ningún político haya condenado los hechos en los que la delincuencia se burló de la presencia de soldados y policías y, cuando ya clareaba el día, ejecutó, sobre una de las autopistas más concurridas del país, a un trabajador de una empresa que apenas unos días antes había realizado paros para protestar por las extorsiones. 

Hay una evidente ausencia del Estado en muchas partes del país —como Tecámac, donde ocurrió el homicidio referido— y ese hueco está llenándolo la delincuencia. El actual gobierno, al que sólo le queda un año de cuerda, seguramente nada hará por frenar la arremetida criminal. Pero lo más desalentador es que el tema no ha aparecido entre los primeros escarceos de la contienda presidencial de 2024, con lo que debemos esperar que el año que entra y los que vienen seguiremos en las mismas o peor.

Por lo pronto, así iremos a las campañas: con una delincuencia envalentonada, que no duda en bajar a un chofer de un autobús y asesinarlo en plena autopista para mandar el mensaje de que sus cuotas ilegales se pagan o se pagan; con ciudadanos indefensos, a quienes dejan como único recurso realizar paros o bloqueos para que se conozca la dramática realidad que viven, y con políticos que suspiran por ser gobernantes sin tener la más remota idea de cómo darle la vuelta a la capitulación de la ley.

 

BUSCAPIÉS

*Muestra del nulo pudor que genera la incapacidad para lidiar con la inseguridad es que el primer gobernador del oficialismo en aparecerse anoche en el restaurante El Mayor, donde Claudia Sheinbaum recibió el “bastón de mando” de manos del presidente Andrés Manuel López Obrador, haya sido el michoacano Alfredo Ramírez Bedolla, cuyo estado está desangrándose.

Al estilo Camacho

 

Pascal Beltrán del Río

Pascal Beltrán del Río

Bitácora del director

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Antes de que se produjera el desenlace de la contienda por la candidatura presidencial del oficialismo –marcada desde el inicio a favor de Claudia Sheinbaum–, varios analistas predijeron que Marcelo Ebrard no rompería con Morena y Andrés Manuel López Obrador, porque dicha ruptura sería contraria a su biografía.

“Marcelo nunca ha roto con sus jefes”, decían. En eso, se equivocaron. Ebrard desconoció el proceso y prácticamente cantó su salida de Morena, alegando el descubrimiento de un gran número de anomalías (que aún no ha detallado). Sin embargo, en algo atinaron: su reacción de ayer está enraizada en su biografía, pues guarda un gran parecido con la que tuvo Manuel Camacho Solís cuando perdió la carrera presidencial de 1994 contra Luis Donaldo Colosio.

Tanto Ebrard como Camacho reaccionaron con gran disgusto ante su derrota. Una diferencia es que el segundo tuvo de asesor al primero, que en ese otoño de 1993 le sugirió no aventar todo y buscar acomodo en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Y un jefe, el presidente Carlos Salinas de Gortari, que aceptó la propuesta y lo acogió en el gabinete.

Ebrard no parece contar con un asesor así. Falta ver si el presidente López Obrador encuentra la manera de contentarlo, aunque, por las declaraciones de ayer de Ebrard, no parece que él esté interesado en un arreglo. Aunque es indudable que la ruptura de Ebrard perjudica el proceso de selección del oficialismo, lo daña mucho más a él. Por convencido que esté de que lo vencieron a la mala, el excanciller no debió romper.

Primero, porque no puede hacer nada al respecto. El proceso no tiene un mecanismo de impugnación. En pocas horas, Sheinbaum habrá recibido el bastón de mando que prometió López Obrador y esta contienda interna será historia. Nada puede hacer Ebrard para cambiar el resultado; ante todo, porque éste procede de la voluntad presidencial.

Segundo, al abandonar el conteo –o ser expulsado, como alega él–, el excanciller deja también la potencial suplencia de la candidatura. Si se me permite el símil, el segundo lugar en un certamen de belleza no abandona el escenario porque sabe que, en alguna eventualidad, puede ceñirse la corona.

 
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Camacho se refugió en la SRE luego del destape de Colosio, pero después vino el alzamiento zapatista del 1 de enero de 1994 y, por las razones que se quiera, el exregente asumió un protagonismo demasiado grande, al punto de que opacó la campaña del candidato presidencial. Y cuando éste fue asesinado, la suplencia no recayó en Manuel Camacho, sino en Ernesto Zedillo. Parece que Ebrard no aprendió de esa experiencia.

 

 

 

Tercero, el pataleo de Ebrard lo pone en riesgo político. Cualquier cosa que salga mal para el oficialismo en los siguientes meses será motivo de que le echen la culpa a él. Eso sucedió con Camacho, cuya presencia en el homenaje de cuerpo presente que se hacía a Colosio en la sede nacional del PRI fue rechazada tajantemente. Por cierto, tocó a Alfonso Durazo –protagonista, ayer, en el acto de destape de Sheinbaum– pedir a Camacho que se retirara.

De haber aceptado su suerte como irremediable, Ebrard estaría calentado en el bullpen. La candidatura de Sheinbaum no será oficial en los próximos dos meses y medio. Hay tiempo de sobra para que el presidente López Obrador pueda repensar su decisión. Hoy el relevista potencial es otro, quizá Adán Augusto López Hernández. En un escenario en el que se caiga la candidatura, Ebrard estará en la tribuna, donde sólo puede fungir de villano favorito.

Por último, si Ebrard piensa en postularse por otro partido –no hay muchos, quizá sólo Movimiento Ciudadano–, existe un antecedente que debiera ponerlo a pensar: el de Ezequiel Padilla, quien, casualmente también fue secretario de Relaciones Exteriores, en el gobierno de Manuel Ávila Camacho.

Padilla fue un poderoso canciller, además de un extraordinario orador. Ayudó a su jefe a navegar por las aguas turbulentas de la Segunda Guerra Mundial y tuvo un papel protagónico en la fundación de la ONU. Aseguraba que sería el candidato presidencial del PRM, pero Ávila Camacho se decidió por Miguel Alemán, y Padilla se fue a la oposición, postulado por el Partido Democrático Mexicano, con el que obtuvo 19% de los votos.

Frentes Políticos/ 8 de septiembre de 2023

 

 

Frentes Políticos

Frentes Políticos

 

 

 

 

1. Evolución. La consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei, aseguró que el instituto cuenta con solidez y está listo para enfrentar el proceso electoral del 2 de junio de 2024. Señaló que los consejeros están convencidos de que la democracia es el mejor de los sistemas para encauzar la lucha política por el poder y su transferencia, por lo que comprometió al instituto a realizar todas las actividades legales necesarias para que el INE sea “el ancla democrática”. Que el discurso se note en acciones, porque la vara la dejaron alta los exconsejeros Lorenzo Córdova y Ciro Murayama.

2. Punto y aparte. Con la entrega del bastón de mando por parte de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, a Claudia Sheinbaum, coordinadora de la Defensa de la Cuarta Transformación, termina el ciclo más importante del Ejecutivo federal, garantizar la continuidad. Por ello, López Obrador afirmó que su etapa como líder social concluyó. “Es una mujer honesta, con principios e ideales, muy preparada y con experiencia”, puntualizó. El ejercicio inédito de las encuestas, dijo, fue un ejemplo de democracia, palabra que define el destino de los pueblos. Que así sea.

3. Ruidoso. El morenista Daniel Sibaja comentó que hubo una probable manipulación en la encuesta, lo que provocó malestar en el equipo de Claudia Sheinbaum, coordinadora de la Defensa de la Cuarta Transformación. No pensó en las consecuencias al acusar al proceso de “ilegítimo”. Olvidó que formaría parte del organigrama mexiquense con la gobernadora Delfina Gómez, quien lo tenía incluido como parte de su gabinete. Ahora, cuentan, ya están reconsiderando su incorporación. No es bueno comenzar una nueva etapa confrontados. Sibaja se olvidó del paso uno: la unidad.

4. Muévanse todos. Al grito de “¡jefa, jefa!”, Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa, informó que solicitará licencia al Congreso de la Ciudad de México, para separarse del cargo a partir del próximo 15 de septiembre, para “revitalizar el movimiento de la 4T” y buscar la candidatura al Gobierno de la CDMX para 2024. Brugada aseguró que la ciudad caminará, pues “no queremos retrocesos y no vamos a ceder ni un paso a la derecha”. Y como alcaldesa, ¿le cumplió a Iztapalapa? Partamos de ahí.

5. Perdidos. Semanas después del homicidio de Hipólito Mora Chávez, la Fiscalía General de Michoacán, entidad gobernada por Alfredo Ramírez Bedolla, aseguró que existían 25 órdenes de aprehensión en contra de quienes participaron en el ataque. Para sorpresa de todos, el martes, el fiscal Adrián López Solís reafirmó esta misma cantidad de mandatos judiciales y anunció una recompensa de 100 mil pesos por información que ayude a la localización de los probables responsables. Pasa el tiempo y el gobernador Ramírez Bedolla sigue acumulando casos pendientes. Ni cómo ayudarlo.

Bastón de mando

Bastón de mando

Yuriria Sierra

Yuriria Sierra

Nudo gordiano

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Ayer, México presenció un acto de gran relevancia y simbolismo político cuando Andrés Manuel López Obrador entregó el “bastón de mando” a Claudia Sheinbaum como coordinadora del movimiento de la Cuarta Transformación (o sea, candidatura presidencial), tras su victoria en las elecciones internas de Morena. Este acto, aparentemente simple, encierra profundas reflexiones sobre el poder, sobre su obtención, su ejercicio y, finalmente, su entrega.

El “bastón de mando” es un símbolo ancestral que ha representado el poder y la autoridad en diversas culturas a lo largo de la historia. En México, también, para los pueblos originarios, significa, adicionalmente, el cuidado del entorno y los recursos naturales. Este símbolo, entregado ayer, lleva consigo la carga de una gran responsabilidad y, a la vez, la expectativa de un liderazgo honesto, congruente, responsable y comprometido con el bienestar de la sociedad.

El acto de tomar el poder es uno que a menudo se llena de expectativas y promesas. Cuando un líder asume el mando, es común que se hable de cambios, reformas y transformaciones. Como bien dijo Abraham Lincoln, “casi todos los hombres pueden soportar la adversidad, pero si quieres probar el carácter de un hombre, dale poder”. El poder otorga la capacidad de realizar cambios significativos, pero también pone a prueba la integridad y los principios del líder que lo posee.

Sin embargo, lo que hace este acto de entrega del bastón de mando particularmente significativo es la idea de soltar el poder. En la historia de la humanidad, son pocos los líderes que han sabido cuándo es el momento adecuado para entregar el poder y retirarse de la escena política (incluso cuando las leyes se los mandata, la persona encuentra psicológica y emocionalmente complicado y retador su cesión, la renuncia interna). Quizá la grandeza de un líder se mida no sólo por la forma en la que ejerce o acumula poder, sino sobre todo en la grandeza con la que puede soltarlo cuando es momento. En palabras de Nelson Mandela, “la valentía no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él”. La valentía de López Obrador al tomar la decisión de pasar el bastón de mando a Claudia Sheinbaum es un recordatorio de que el poder no debe ser eterno ni concentrado en una sola persona. Evidentemente, a un personaje como López Obrador es difícil imaginarlo en un acto voluntario de empezar a construir su salida, pero, como también sabemos, es un líder a quien lo que más le importa es su lugar en la Historia —con mayúsculas—, sabe, mejor que nadie que los personajes que se aferran al poder, destruyen o ensucian inevitablemente su proyecto y su memoria. Tal vez Andrés Manuel sabe que (justamente porque tiene tanto poder) quizá sólo él mismo deba obligarse a la autocontención en beneficio propio y de su legado.

La entrega del poder es esencial para garantizar una transición pacífica y democrática en una sociedad. La entrega simbólica del bastón representa, sí, un acto de continuidad, pero, al mismo tiempo, debe ser un acto de apertura hacia nuevas voces y liderazgos. Debe representar un acto de control y responsabilidad, un reconocimiento de que el poder debe ejercerse con límites y en beneficio del pueblo.

En última instancia, el acto de tomar y soltar el poder es una parte esencial de la democracia y de la construcción de un país más justo y equitativo. La entrega del bastón como un recordatorio de que el poder no es un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar un objetivo más grande: el bienestar y el progreso de la sociedad.

 
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“Tengan la certeza que voy a estar a la altura de las circunstancias, que vamos a caminar juntos y juntas en unidad y que jamás traicionaré el anhelo de seguir construyendo un México aún más justo, fraterno, soberano, libre y democrático”, fue una de las líneas dichas por Claudia Sheinbaum, quien, desde anoche (oficialmente), empieza ya a construir y moldear la que será su propia propuesta, proyecto y dirección de mando.

La decisión de Samuel

 

 

Pascal Beltrán del Río

Pascal Beltrán del Río

Bitácora del director

 

En el horizonte de la contienda de 2024, el gobernador neoleonés Samuel García parece el único con capacidad de lanzar una candidatura presidencial por Movimiento Ciudadano que no resulte meramente testimonial.

Una pregunta es si querrá.

El mandatario estatal ha coqueteado con la idea, presumiendo que él sería el único aspirante joven en una carrera en la que el resto de quienes participen tendrá 60 años o más (él tiene 35). Dice estar meditando su decisión y que la comunicará próximamente.

Otra pregunta es si le conviene.

En la elección de 2021, García mostró que es capaz de venir de atrás y ganar. Sin embargo, competir por la Presidencia es un juego muy distinto a hacerlo por la gubernatura. Aquélla requiere de una estructura nacional, que ni él ni su partido tienen.

Para ser justos, la candidatura de García podría ser atractiva en Nuevo León y otras partes del norte del país, donde el regionalismo es muy fuerte y existe una cultura distinta. Sin embargo, ése es un voto por el que también competirá con fuerza Xóchitl Gálvez como candidata del Frente Amplio. 

Otro nicho para el gobernador podría ser el voto joven, pero recordemos que más de la mitad de los ciudadanos inscritos para votar supera los 40 años y, frente a ellos, quizá García no comenzó muy bien la exploración de sus posibilidades de competir, pues casi tildó de viejitos a todos los que tienen mayor edad que él. 

Ayer, en entrevista con Imagen Radio, Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey —quien el lunes anunció que no será candidato presidencial—, me dijo que si Movimiento Ciudadano está decidido de participar en la contienda por su cuenta, más vale que sea con un candidato fuerte y que él no ve otro más que Samuel García. Sin embargo, acotó, el gobernador tiene una situación política complicada a nivel local, donde está enfrentado con la oposición en la legislatura estatal.

Para que García pudiera irse de candidato a la Presidencia, requeriría que el Congreso local le apruebe la licencia. Y suponiendo que lo hiciera, para sacárselo de encima, la mayoría opositora decidiría quién se queda en su lugar.

La situación interna en Movimiento Ciudadano tampoco está a pedir de boca, pues la rama jalisciense de MC, que concentra la parte sustancial del partido, se ha declarado en rebeldía ante la decisión de su dirigente nacional de no sumarse al Frente Amplio. Y Colosio, quien era visto como otro prospecto fuerte, puso entre las razones para no competir, el que su candidatura sería percibida como un factor de desunión en la oposición, lo cual, se infiere de su declaración, resultaría igual con cualquier otro aspirante que postule MC.

Aunque el estilo de gobernar de Samuel García no agrada a todos sus paisanos, no puede negarse que ha puesto a Nuevo León en el mapa, al convertirse en un artífice de la atracción de inversiones del nearshoring. No obstante, buena parte de su trabajo ha sido la siembra y aún no ha llegado el tiempo de la cosecha.

El gobernador debiera verse en el espejo de su antecesor, Jaime Rodríguez El Bronco, a quien nada le ayudó su candidatura presidencial en 2018. Buscar ahora la Presidencia, a la mitad de su mandato y en el marco de una elección que ya luce polarizada, seguramente lo dañaría en lo local, no prosperaría en lo nacional y terminaría beneficiando más a MC que a él en lo personal, pues el partido cosecharía muchas diputaciones y ayuntamientos, pero él se cortaría las alas para una futura participación, como la contienda presidencial de 2030.

 

  • BUSCAPIÉS

*Hoy es el día de la verdad para el oficialismo. Las corcholatas están citadas a las 5 de la tarde para conocer los resultados de la encuesta. El protagonista de la jornada será Marcelo Ebrard. Si gana, porque ganó contra todos los pronósticos. Si pierde, porque su reacción y sus planes serán la nota. Y como le decía ayer, si se arma un pleito en Morena, el presidente López Obrador lo verá desde Sudamérica.

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