Historia y Cultura
OMS alerta ante aumento de hospitalizaciones por covid; “el virus está cambiando”
La doctora María Van Kerkhove alerta debido a que en las últimas semanas se ha registrando un aumento en las hospitalizaciones y de los ingresos en la UCI, debido a contagios de covid-19
La líder técnica de covid-19 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la doctora María Van Kerkhove, insistió en la necesidad de reforzar la vacunación del covid-19 ante la presencia de nuevas variantes porque "aún hay una gran brecha en la cobertura de refuerzo", ya que "solo el 58 por ciento de la población mundial tiene una dosis de refuerzo".
Con respecto a la cobertura vacunal, la doctora Kerkhove detalló, durante la rueda de prensa de la OMS de este jueves, que, aunque no tienen datos de todos los países, "la cobertura de la serie primaria a nivel mundial es de alrededor del 82 por ciento en los grupos de mayor edad" mientras que, en la dosis de refuerzo, "esta cifra es de alrededor del 58 por ciento, pero en África solo el ocho por ciento".
"En la región del Mediterráneo Oriental la cobertura de refuerzo es del 27 por ciento, en el sudeste asiático del 30 por ciento, en América del 67 por ciento, en Europa del 68 por ciento, y en la región del Pacífico Occidental del 75 por ciento", explicó asegurando que "hay una gran brecha en términos de cobertura de refuerzo", y que "esos son los grupos de edad críticos que necesitan esas vacunas para prevenir enfermedades graves y la muerte".
En cuanto al aumento de casos de covid-19 en las últimas semanas, la doctora Kerkhove ha asegurado que "hay varios países que están notificando aumentos en la detección de casos y, lo que es más preocupante, en varios países de las Américas y de Europa se está registrando un aumento de las hospitalizaciones y de los ingresos en la UCI y la vacunación, además de un diagnóstico precoz y una atención clínica temprana, previene enfermedades graves y la muerte".
Por este motivo, la especialista insistió en que "no es necesario esperar a vacunarse, especialmente si se pertenece a un grupo de riesgo, sigue siendo de vital importancia para salvar la vida de las personas".
"El virus está evolucionando, el virus está cambiando, continuamos nuestro seguimiento de las variantes que están en circulación, la variante de interés, EG.5 es alrededor del 39 por ciento de las secuencias globales en este momento y la variante BA.2.86, que es una variante bajo vigilancia, sigue siendo números bajos", advirtió la experta de la OMS.
VACUNAS ADAPTADAS A LAS NUEVAS VARIANTES DEL COVID-19
Con respecto a la posibilidad de vacunarse con una vacuna adaptada a las nuevas variantes como las XBB, el subdirector General de Cobertura Sanitaria Universal/Enfermedades Transmisibles y No Transmisibles de la OMS, el doctor Jérôme Salomon, ha anunciado que, tras la aprobación de las primeras vacunas monovalentes XBB en Estados Unidos y en la Unión Europea, "en 10 días el Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización de la OMS se reunirá para valorar el uso de la vacuna monovalente XBB".
Asimismo, ha destacado que "también están estudiando de nuevo a los grupos prioritarios" y que, "sin duda, reforzarán el mensaje de vacunar a esas poblaciones y revacunar a esas poblaciones vacunadas".
"No obstante, el mensaje es muy claro: la vacunación con cualquiera de las vacunas covid-19 disponibles si las personas corren riesgo de enfermedad grave y muerte no debe retrasarse mientras se desarrollan estas nuevas vacunas", advirtió.
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La maestra idiota
En la misma tribuna que utiliza el Presidente para dar sus conferencias mañaneras, el 16 de agosto se llevó a cabo una sesión para defender los nuevos libros de texto gratuitos. A la maestra Ana María Prieto Hernández le correspondió presentar el libro México, grandeza y diversidad.
Explicaba la docente el nuevo modelo educativo que trata de desterrar el individualismo para sustituirlo por un enfoque de transformación comunitaria. De pronto, en medio de su perorata, la docente se puso a saltar y bailar (es un decir), dizque imitando a un alumno presumido: “Es el individualismo de ‘yo aquí y yo sí sé, y yo me saco diez y tú te sacaste cinco, lero, lero, maromero. Yo sí voy a ser exitoso y tú no’. No es eso. Ahora el asunto es ‘somos uno para todos y todos para uno’”, remató la maestra en plan de mosquetera.
Al margen de su pésimo performance que le valió todo tipo de burlas en las redes (aquí el genial video de Rictus por ejemplo: https://twitter.com/monerorictus/status/1701700369775251525), la profesora claramente no tiene idea de cómo se comportan los niños y adolescentes en las escuelas. Yo no he conocido a ningún buen estudiante que le haga bullying a uno malo. Al revés. Son los vagos los que se burlan de los disciplinados a los que molestan por “cerebritos”, “nerds”, “matados” o “tetos”.
Y, ojo, sí digo que son buenos y disciplinados los estudiantes con las mejores calificaciones.
¿Acaso hemos perdido la razón para decir lo contrario?
¿Los padres de familia ya no deben premiar a sus hijos por haber sacado un diez en una materia?
Por el contrario, ¿tienen que tacharlos egoístas que sólo persiguen el éxito en la vida? “Ay, mi hijito, ya no te esfuerces para estudiar y sacar mejores calificaciones. Lo importante es que contribuyas a tu comunidad, aunque seas un asno que no sabe hacer nada”.
Me van a perdonar, pero yo vengo de una generación donde todavía se ve bien el mérito individual. Aplaudimos estudiar y trabajar para sacar un diez.
Claro, hay quienes tienen un talento natural para obtener buenas calificaciones. Pero otros sí tienen que quemarse las pestañas. Y está comprobado empíricamente que las altas calificaciones producen un mayor éxito en la vida (por lo menos en lo laboral). No a todos, desde luego, pero sí es un indicador que promueve la movilidad social.
Yo no he conocido a ninguna mamá que presuma que su hijo reprobó una materia. En cambio, me he topado con muchas que cacarean con orgullo que su hijo terminó una carrera gracias a las altas calificaciones que obtuvo en la primaria, secundaria y preparatoria.
Si eso es individualismo, que ahí me anoten.
Además, el argumento de la maestra Prieto es a todas luces falaz. Como si la Secretaría de Educación Pública estuviera en una disyuntiva entre formar seres puramente individualistas o meramente comunitaristas.
Al respecto, retomo un comentario que ayer me envió una amiga de una maestra después de ver el video de Prieto:
“Qué posición tan ridícula, el aprendizaje colaborativo nunca ha estado en contra de permitirle a cada estudiante desarrollar su máximo potencial. Actuaciones Educativas de Éxito como la de ‘grupos interactivos’ se sustenta en grupos heterogéneos donde los más aventajados en un tema ayudan a sus compañeros a resolver problemas difíciles fortaleciendo el aprendizaje entre pares”.
Efectivamente, existen modelos probados que combinan lo mejor de los dos mundos: la mejora individual y la comunitaria. Los alumnos más aventajados ayudan a los demás para todos salir adelante. Esto no implica minimizar el mérito de aquellos estudiantes que sacan buenas calificaciones.
Entiendo la aversión de la Cuarta Transformación a la meritocracia. Tenemos un gobierno que está en contra de una sociedad basada en el mérito. Lo consideran como una chocante característica del capitalismo salvaje. Del sálvese quien pueda. De cada uno que se rasque con sus propias uñas. De la competencia implacable donde sólo ganan los mejores.
Yo sí creo en la meritocracia, pero también en el derecho de todos los individuos a comenzar con un piso mínimo de bienestar social para que cualquiera pueda desarrollar sus habilidades y, así, tener éxito en la vida.
Si no, ¿cuál es la alternativa?
¿Que idiotas y vagos tengan los mejores puestos en la sociedad para que la maestra Prieto haga un nuevo performance gorjeando: “Yo aquí y yo no sé, y ya no hay calificaciones, pero yo soy un ignorante y tú un sabio, lero, lero, maromero. ¡Yo sí voy a ser exitoso y tú no!”?
X: @leozuckermann
Sheinbaum, Ebrard y el fantasma de Dilma
José Buendía Hegewisch
Número cero
La entrega de bastón de mando de López Obrador a Claudia Sheinbaum es una forma de transmitir su poder, en lo inmediato, como mensaje a su equipo y a Morena para que acaten el mando de su probable sucesora. Un acto de investidura simbólica que busca procurar obediencia a la elegida para la continuidad de su proyecto y fortalecer su liderazgo el próximo sexenio.
La carrera hacia la Presidencia comienza para ella con un proceso impugnado por su mayor rival interno y su desprendimiento de Morena, como una muestra de los desafíos que encarará la primera mujer con oportunidad real de llegar al poder. La declaración atribuida a Ebrard, “no nos vamos a someter a esa señora”, al desconocer su triunfo, es indicativo de los problemas que enfrentará su liderazgo, primero, para imponerse en las urnas en 2024 y, luego, para gobernar.
El ritual estaba previsto antes del resultado de la encuesta con que Morena eligió a su candidata y tiene varias lecturas. Para unos, la prueba de la tentativa de López Obrador de erigir un Maximato y gobernar a través de su sucesor; o bien, un acto teatral de acento indigenista que comunidades de México y Latinoamérica practican en la transmisión del liderazgo como símbolo de un pacto de autoridad y compromiso. Por lo pronto, sirve como señal clara del máximo líder del movimiento a los grupos internos de obediencia hacia Sheinbaum tras inconformidades que dejó el proceso, y para los decepcionados o desencantados de Morena.
La ruptura de Ebrard es la más grave para la unidad morenista y se asemeja a esos divorcios apalancados porque nadie quiere asumir la responsabilidad. Él no quiere enfrentarse con el Presidente, al que dice “jamás le haría daño político”, no obstante, su estrategia de reventar el proceso, y sin menoscabo de cargadas e irregularidades que beneficiaran a Sheinbaum; tampoco reculó en manchar la interna y opacar una victoria cantada tiempo atrás y ratificada por todas las encuestas. El problema es que el desafío a la unidad, aun a no quererlo, acaba por recaer en el Presidente y su prioridad de un triunfo abrumador en 2024 que evite un Congreso opositor como el que llevó a la destitución de la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en 2016. La experiencia brasileña abre temores que planean sobre un gobierno de Sheinbaum después de que López Obrador deje el cargo, como al también presidente Lula, del PT. El liderazgo fuerte y carismático es intransferible y, por tanto, el mayor reto de Sheinbaum es construir uno propio y distinto. Los peligros son evidentes, como desnudó el riesgo de que la interna descarrilara y provocara el desprendimiento de Ebrard, que ahora recorrerá el país para formar un movimiento propio que perfila la creación de un nuevo partido o ir a reforzar a la oposición.
A pesar de aceptar las reglas del juego, Ebrard se dedicó a torpedear el proceso en medio de coqueteos de la oposición y, finalmente, trató de que se anulara, quizá con la vieja estrategia de negociar con la desobediencia. La estrategia y los tiempos fallaron y no cambiará el resultado. Pero el proceso, en efecto, pudo naufragar por boicots internos e ineficiencias de la dirigencia de Mario Delgado, por las que trataron de culpabilizar a la responsable de la encuesta, Ivonne Cisneros, aduciendo cercanía con Sheinbaum. El levantamiento de la encuesta, como se recuerda, tuvo que prorrogarse dada la renuncia de unos 100 encuestadores por no recibir recursos para viajar y provocar que los primeros días saliera menos de un tercio de los equipos, pero Cisneros logró resolverlo y cumplió con ayuda de Durazo.
Sheinbaum arranca hacia el 2024 bajo el lema unidad y movilización. Pero, sobre todo, comienza a usar el bastón para decidir cargos de su campaña con acuerdos con Monreal, Adán Augusto y Fernández Noroña de integrarlos; en las listas de las gubernaturas con la entrada de García Harfuch, pese a la resistencia de López Obrador y el rezago de Delgado en la CDMX. López Obrador estará detrás de su candidatura, aunque tenga que bajar el perfil para dejar que crezca, pero nadie duda de que tendrá un papel activo en la campaña. Sobre todo porque la gran cuestión es la fortaleza con que llegaría el próximo gobierno en caso de que Sheinbaum se imponga como hoy auguran todas las encuestas, para asegurar la continuidad del proyecto de López Obrador.
¿Pero qué necesidad?
La política es un campo de batalla donde las estrategias y las tácticas se entrelazan en una lucha constante por el poder. Por conservarlo, por conquistarlo, por arrebatarlo o por ejercerlo salvajemente sin el cálculo correcto. En México, este escenario se ha vuelto aún más complejo en los últimos años, con la polarización y la confrontación política que han alcanzado niveles alarmantes. El episodio más reciente y notable de esta batalla política se vivió hoy, cuando Xóchitl Gálvez, senadora y candidata electa del Frente Amplio por México, fue objeto, nuevamente, de feroces ataques desde distintos frentes de Morena y por el mismo presidente López Obrador desde su mañanera.
Lo paradójico de estos ataques es que, en lugar de debilitar o destruir a Gálvez, parecen estar contribuyendo a su crecimiento y consolidación como una figura política relevantísima. ¿Por qué digo esto? Porque, en la política, la victimización puede ser una poderosa herramienta. Lo incomprensible es que, si hay alguien que lo sabe (los réditos de la victimización) es, precisamente, AMLO. ¿Por qué insiste en hacerla crecer? Cuando un político es atacado de manera desproporcionada o injusta puede ganar la simpatía y el apoyo de aquellos que perciben que está siendo tratado de manera injusta. Otra vez, si alguien lo sabe es Andrés Manuel. Y, aun sabiéndolo, lleva ya meses intensificando sus ataques, aunque éstos no hagan sino ponerle a Xóchitl la mesa para devolver las boleas con cañonazos declarativos.
Claudia Sheinbaum, ya candidata de Morena, al igual que ocurrió en las elecciones internas de su partido, ahora lidera las encuestas nacionales rumbo a la elección federal. Sin embargo, parece que algunos no están dispuestos a dejar espacio para la competencia y el debate. ¿No recuerda AMLO el trago amargo que ha debido enfrentar Morena? Pero Xóchitl no es Marcelo: ella no le debe ningún tipo de lealtad a López Obrador. Los ataques hacia Gálvez, quien ha sido muy crítica de la administración obradorista, reflejan una actitud que no tolera voces disidentes y ve moros con tranchete en cualquier competencia democrática, incluso si los números auguran tu victoria.
López Obrador, en el característico tono de su mañanera, dedicó tiempo a criticar a Gálvez de manera personal, acusándola de ser una corrupta por ser empresaria y estar en contra de la transformación que él lidera. Este tipo de ataques sólo sirven para darle a Gálvez una plataforma más amplia y la oportunidad de presentarse como una víctima de la intolerancia política de Palacio Nacional.
Es importante recordar que la política no se trata sólo de ganar batallas momentáneas, sino de construir una imagen y un respaldo sólidos a largo plazo. Atacar a una figura opositora de manera desmedida puede tener el efecto contrario al deseado y fortalecerla en lugar de debilitarla.
En un momento en que México enfrenta desafíos importantes en materia de salud, seguridad y economía, sería más productivo para todos los actores políticos centrarse en propuestas y soluciones en lugar de desviar la atención hacia ataques personales y confrontaciones estériles. La política mexicana necesita un debate constructivo y respetuoso, donde se escuchen todas las voces, incluso las críticas. La victimización no es el camino hacia una democracia fuerte y saludable. En todo caso, hacia las puertas que no querías abrir, si no cesan los ataques de manera despiadada (e ilegal) cada mañana.
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