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¿Es posible la inmortalidad a través de la tecnología? Todavía no, sin embargo, el transhumanismo es el siguiente paso rumbo para alcanzarla. Se trata de adaptar el cuerpo a nueva tecnología para ser más fuertes, más poderosos y más eficientes. Y en esta revolución digital la medicina ya podría controlar enfermedades como el cáncer en los próximos 15 años.
No tarda el día en que sea necesario incluir un módulo de "Big Data" en la formación de los estudiantes de medicina, pues el desarrollo de nuevas tecnologías y la rápida evolución de las herramientas digitales, trastoca esta disciplina y, sobre todo, nuestro sistema de salud, debido a la importante ruptura que se hace respecto a las técnicas médicas tradicionales.
Con esto llegará una revolución en la manera de proveer servicios de salud, pues cada día habrá menos intermediarios entre el médico y el paciente, ya que a nivel global la preocupación por la prevención ya alcanzó niveles sin precedentes y la presencia del médico tradicional tiene menos lugar en beneficio de las nuevas herramientas informáticas.
Estos cambios –ya irreversibles–, más que tratarse de una simple revolución o de la ruptura de una tradición, promueven el surgimiento de una nueva práctica con los más poderosos recursos informáticos, yendo de la genética, a la robótica quirúrgica, pasando por la telemedicina. Con una nueva comunidad de pacientes y de la mano de las computadoras y teléfonos inteligente –ahora los nuevos médicos desencarnados–, esta situación preocupa a unos, mientras que su eficacia es un triunfo para otros.
Una medicina sin médico
El mercado de la medicina es inmenso, no solo en términos económicos, también en la abundancia de información. La explosión de la burbuja informática en materia de genética, por ejemplo, sobrepasa toda capacidad humana.
Forzosamente existe una mediación por parte de las máquinas, por los algoritmos y por la inteligencia artificial, ya que lo que llevaría siglos de analizar con la mano y el cerebro humano, ya lo hacen las máquinas en menos tiempo. Así, asistimos a la marginalización del rol del médico, que será sustituido progresivamente por estos algoritmos y máquinas cada vez más sofisticadas y precisas.
“El médico del año 2030 tendrá la función de una enfermera de hoy. Porque él mismo estará sujeto a la inteligencia artificial”, afirma Laurent Alexander, presidente de la empresa belga DNAVision, empresa líder en Europa en el campo de la secuenciación del ADN y fundador del sitio Doctissimo, quien a propósito de los peligros exponenciales de la innovación, señaló en su intervención durante la Cumbre Económica Grand Sur en Bordeaux, que "el tsunami tecnológico al que asistimos demanda una respuesta económica, moral y ética urgente. Y nada, ni nadie está listo. Es un shock tanto tecnológico como psicológico", marcado por el desarrollo de tecnología irreversible creada por Google, Amazon, Facebook y Apple, en los campos de la nanotecnología, la biotecnología y la informática.
Esto sin duda genera un shock en el campo de la medicina, propio de una situación que no se veía venir. De la misma manera que taxistas o conductores de autobús no podrían haber prevenido la creación de automóviles que se conducen solos. Si Uber revolucionó la manera en que nos transportamos, Google car, es una mala noticia para Uber.
Internet al servicio de la enfermedad
De acuerdo con el Dr. Alexander Laurent, la derrota del cáncer tiene una fecha: 2030. ¿Quiere decir esto una “cura”? No precisamente, pero esto significa que estará bajo control como el SIDA lo está al día de hoy.
“El cáncer será una enfermedad crónica. Como el SIDA, que es una enfermedad que conlleva tratamientos pesados, pero uno ya no muere de eso. Pues bien, el cáncer se convertirá en una enfermedad de la misma naturaleza”.
Se ha marcado la fecha del 2030, porque hasta entonces será que el análisis genético de los tumores y los nuevos tipos de terapias funcionarán en su totalidad. Tendremos tratamientos basados en las características genéticas de los tumores de cada persona, y habrá un sistema de detección temprana, gracias a la secuenciación de la sangre de cada individuo para detectar la presencia de un tumor, incluso años antes de que sea visible en el escáner. Incluso desde antes de nacer.
En este sentido, los vencedores del cáncer serán prácticamente los informáticos, en lugar de los médicos, “pues será la nanotecnología y la potencia informática la que permita reducir el cáncer de manera significativa en los próximos quince años”, señala Laurent.
Para analizar un tumor se deben tener 20 mil millones de datos en información para precisar las características genéticas de dicho tumor. Lo que llevaría siglos determinar con la capacidad humana, a la tecnología le llevará cuestión de horas, e incluso se tratará a todos los cánceres con una terapia personalizada a cada individuo. “Para comprender al enemigo, debemos conocer sus debilidades, sus características. La ‘Big Data’ será la principal arma contra el cáncer de aquí a 15 años”.
En efecto, los médicos podrían llegar a desaparecer gradualmente en la media en que las computadoras ocupen un espacio más activo e importante en el seno del sistema de salud, pues este gran volumen de datos no puede ser procesado por un cerebro humano. Necesitamos computadoras con sistemas expertos en algoritmos. La manera en que la medicina tradicional puede sobrevivir al futuro, es que los médicos se especialicen en estas técnicas informáticas que no se entienden en la actualidad.