Y no será una tarea fácil, especialmente considerando el deterioro en la seguridad en el país, además de que el encargado de la seguridad pública y nacional, Miguel Ángel Osorio Chong, está buscando ser candidato presidencial en el 2018.
“No me levanto pensando en joder a México”. Este comentario del Presidente Peña probablemente es la frase que mejor expresa la frustración que ha de sentir el Presidente y su equipo sobre la falta de reconocimiento de lo que han hecho por el país. Y sí, en su momento las reformas estructurales le dieron al Presidente Peña Nieto un reconocimiento internacional sobre los avances que eventualmente habrá en México, la realidad cotidiana de los ciudadanos no se tradujo en ese reconocimiento.
Y ahora, de nuevo surge una ola de inseguridad, agravada por la creciente furia del electorado en contra de la corrupción y los corruptos. Y el único que podría darle credibilidad y convencer que se está haciendo un esfuerzo que se traducirá en resultados es el flamante nuevo Procurador el doctor Raúl Cervantes.
Tiene a su favor una amplia carrera académica y mucha preparación, ya que cuenta con un Doctorado en Derecho y cuatro especialidades en distintas áreas: corporativo, financiero, comercio internacional, penal y amparo. Y el haber sido diputado federal en dos ocasiones y además senador de la República, obviamente le dará apoyo político en los momentos difíciles que seguramente enfrentará. Pero, su cercanía a Enrique Peña Nieto, incluyendo la defensa jurídica en el caso Monex, cuando hubo una acusación de que el candidato Peña había incurrido en la compra de votos podría traerle problemas.
De una forma u otra la credibilidad del Procurador está directamente relacionada con la capacidad de distanciarse del Presidente Peña Nieto. Y esto no es fácil, considerando que la forma en que se resuelvan casos, como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa hace dos años, la extradición del Chapo Guzmán y los casos de corrupción de los exgobernadores Duarte y Padrés definirán el legado político del Presidente Peña.
¿Resolverá la “verdad histórica” y presentará ante los padres de los normalistas desaparecidos y a la comunidad internacional una investigación convincente? El representante de los padres de los desaparecidos, Vidulfo Rosales dijo que el movimiento en la PGR preocupa a las víctimas, ya que podrían verse truncos los avances que se habían tenido bajo la dirección de Arely Gómez. Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos anunció que en noviembre regresará a México para dar seguimiento al caso y esta será la primera investigación por parte de una instancia internacional después de que, de manera abrupta, se diera la salida del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
Y aunque sí hay que reconocer de que se volvió a recapturara Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera y podría estar en la antesala de su extradición a los Estados Unidos, el hecho es que sigue en México, y sigue sin resolverse si alguien será castigado por omisión, negligencia o por corrupción por permitir que el capo escapara. En los casos de corrupción, sería catastrófico para el Presidente y para el mismo Procurador si no hay castigo en contra de estos exgobernadores, y otros funcionarios públicos acusados de corrupción. El Presidente necesita condenas. Pero no necesariamente hay las pruebas para condenar a los exgobernadores y otros funcionarios y empresarios que sean cercanos a Peña Nieto.
Ante la preocupación del fortalecimiento de las organizaciones criminales, y el tráfico de heroína a los Estados Unidos, no sorprendería que el nuevo Procurador se convierta en el enlace más importante con el gobierno de ese país y la o el nuevo procurador una vez que pasen las elecciones del 8 de noviembre.
Cervantes podría jugar un papel fundamental en un acercamiento con el nuevo gobierno en Estados Unidos.
Y aunque la ola de violencia que se vive en el país no es responsabilidad del nuevo Procurador, seguramente acabará siendo Raúl Cervantes el portavoz del Gobierno Federal ante este problema, porque el secretario de Gobernación no puede o no quiere por sus intereses electorales. Y la gran interrogante es: ¿Cuánto capital político estará dispuesto a sacrificar el Procurador y el mismo Presidente Peña Nieto, para proteger una posible candidatura de Miguel Ángel Osorio Chong? Cuando se empiecen a elucidar responsabilidades de la violencia en el país, ¿quién va asumir los costos? ¿El Presidente saliente o el que quiere ser Presidente?
El nuevo procurador Raúl Cervantes Andrade es el único que podría ayudar a subir los niveles de popularidad de Enrique Peña Nieto y posiblemente rescatar el legado histórico del Presidente.
Y no será una tarea fácil, especialmente considerando el deterioro en la seguridad en el país, además de que el encargado de la seguridad pública y nacional, Miguel Ángel Osorio Chong, está buscando ser candidato presidencial en el 2018.
“No me levanto pensando en joder a México”. Este comentario del Presidente Peña probablemente es la frase que mejor expresa la frustración que ha de sentir el Presidente y su equipo sobre la falta de reconocimiento de lo que han hecho por el país. Y sí, en su momento las reformas estructurales le dieron al Presidente Peña Nieto un reconocimiento internacional sobre los avances que eventualmente habrá en México, la realidad cotidiana de los ciudadanos no se tradujo en ese reconocimiento.
Y ahora, de nuevo surge una ola de inseguridad, agravada por la creciente furia del electorado en contra de la corrupción y los corruptos. Y el único que podría darle credibilidad y convencer que se está haciendo un esfuerzo que se traducirá en resultados es el flamante nuevo Procurador el doctor Raúl Cervantes.
Tiene a su favor una amplia carrera académica y mucha preparación, ya que cuenta con un Doctorado en Derecho y cuatro especialidades en distintas áreas: corporativo, financiero, comercio internacional, penal y amparo. Y el haber sido diputado federal en dos ocasiones y además senador de la República, obviamente le dará apoyo político en los momentos difíciles que seguramente enfrentará. Pero, su cercanía a Enrique Peña Nieto, incluyendo la defensa jurídica en el caso Monex, cuando hubo una acusación de que el candidato Peña había incurrido en la compra de votos podría traerle problemas.
De una forma u otra la credibilidad del Procurador está directamente relacionada con la capacidad de distanciarse del Presidente Peña Nieto. Y esto no es fácil, considerando que la forma en que se resuelvan casos, como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa hace dos años, la extradición del Chapo Guzmán y los casos de corrupción de los exgobernadores Duarte y Padrés definirán el legado político del Presidente Peña.
¿Resolverá la “verdad histórica” y presentará ante los padres de los normalistas desaparecidos y a la comunidad internacional una investigación convincente? El representante de los padres de los desaparecidos, Vidulfo Rosales dijo que el movimiento en la PGR preocupa a las víctimas, ya que podrían verse truncos los avances que se habían tenido bajo la dirección de Arely Gómez. Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos anunció que en noviembre regresará a México para dar seguimiento al caso y esta será la primera investigación por parte de una instancia internacional después de que, de manera abrupta, se diera la salida del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
Y aunque sí hay que reconocer de que se volvió a recapturara Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera y podría estar en la antesala de su extradición a los Estados Unidos, el hecho es que sigue en México, y sigue sin resolverse si alguien será castigado por omisión, negligencia o por corrupción por permitir que el capo escapara. En los casos de corrupción, sería catastrófico para el Presidente y para el mismo Procurador si no hay castigo en contra de estos exgobernadores, y otros funcionarios públicos acusados de corrupción. El Presidente necesita condenas. Pero no necesariamente hay las pruebas para condenar a los exgobernadores y otros funcionarios y empresarios que sean cercanos a Peña Nieto.
Ante la preocupación del fortalecimiento de las organizaciones criminales, y el tráfico de heroína a los Estados Unidos, no sorprendería que el nuevo Procurador se convierta en el enlace más importante con el gobierno de ese país y la o el nuevo procurador una vez que pasen las elecciones del 8 de noviembre.
Cervantes podría jugar un papel fundamental en un acercamiento con el nuevo gobierno en Estados Unidos.
Y aunque la ola de violencia que se vive en el país no es responsabilidad del nuevo Procurador, seguramente acabará siendo Raúl Cervantes el portavoz del Gobierno Federal ante este problema, porque el secretario de Gobernación no puede o no quiere por sus intereses electorales. Y la gran interrogante es: ¿Cuánto capital político estará dispuesto a sacrificar el Procurador y el mismo Presidente Peña Nieto, para proteger una posible candidatura de Miguel Ángel Osorio Chong? Cuando se empiecen a elucidar responsabilidades de la violencia en el país, ¿quién va asumir los costos? ¿El Presidente saliente o el que quiere ser Presidente?