El regreso de la hegemonía territorial del partido del Presidente
Durante la época dorada del autoritarismo, el PRI gobernaba en todo el país. Cuando Carlos Salinas tomó posesión como presidente en 1988, su partido controlaba 32 de las 32 gubernaturas (en ese entonces, el Distrito Federal no se consideraba como estado ni se elegía a su gobernante quien era designado por el Ejecutivo federal). La democratización del país se fue dando en la medida en que la oposición comenzó a ganar gobiernos estatales. En 1989, el PAN se llevó la gubernatura de Baja California comenzando, así, la alternancia en el poder.