Estamos en las antípodas de que la mayoría oficialista entienda lo que es división de Poderes. No hay la menor duda que la Cámara de Diputados es la ventanilla de trámite del Ejecutivo y hasta lo dicen con orgullo.

¿Representantes populares? No, son vehículo del poder para buscar el control de los órganos electorales. “¡Es un honor estar con Obrador!”, gritaron los diputados de la mayoría oficialista no sé cuántas veces. 

El petista Gerardo Fernández Noroña destacó entre los más arrastrados. Dio rienda suelta a sus sueños guajiros: “Vamos a gobernar 50 años”, vaticinó. 

Reporteros acuciosos descubrieron que el plan B, en el artículo 443 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, le da una puñalada a la libertad de expresión. 

Prohíbe a los partidos la difusión de expresiones que “calumnien al gobierno”. El no me toques del Presidente. Ay de aquel que lo viole. Le pueden quitar hasta la candidatura. 

Ese artículo dice textual: “(Constituye infracciones de los partidos políticos) La difusión de propaganda política o electoral que contenga expresiones que calumnien a las personas, a los partidos políticos o a los gobiernos emanados de éstos”, dice el plan de Obrador.

Pretende también la asfixia económica del INE. Disminuir su presupuesto en más de 3 mil millones de pesos en 2024, año de la elección presidencial.

Eso implica bajar los salarios de magistrados y consejeros electorales, compactar los Oples (autoridades electorales locales), liquidar trabajadores especializados en materia electoral del instituto y la remoción anticipada del secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina.

* Nada quita el revés que sufrió el primer mandatario en el Congreso. Su reforma electoral constitucional fue rechazada por la oposición entre gritos de “el INE no se toca”.

Los morenos y sus rémoras se toparon con que no tenían la mayoría calificada (dos tercios de los legisladores presentes) que se requiere cualquier modificación a la ley suprema. El legislador visionario puso como condición alcanzar esa mayoría para situaciones como las que vivimos.

La reforma electoral fue rechazada anoche con un quórum de 495 diputados. Sólo votaron 269 a favor por 225 en contra y una abstención.

López Obrador fracasó en su intento de bajar el número de miembros del Consejo General del INE de 11 a 7. Quería votar a los consejeros como si no supiéramos cómo terminan las consultas convocadas desde Palacio (votaciones de 90-10) que él convoca; eliminar los Oples (organismos electorales locales) y centralizar todo en el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas.

Del debate no hay mucho qué decir. Ataques y descalificaciones al por mayor. Al grito de “Es un honor estar con Obrador”; panistas, priistas y perredistas reviraban con el grito: “El INE no se toca”.

Prácticamente todos los oradores de Morena subieron a la tribuna a decir que el jefe de la coalición opositora es el empresario Claudio X. González. “Deberían cobrar en Kimberly-Clark”, dijo uno de ellos.

* Lo más interesante que encontramos fue la intervención del coordinador de la bancada del PRI, Rubén Moreira. Puso el dedo en la llaga: “Este dictamen es omiso ante el mayor enemigo de la democracia: el narcotráfico. 

“El crimen en las elecciones es una realidad que no se enfrenta y poco se discute en esta Cámara y en los órganos electorales’’, dijo. Y dio cifras:

“De 2018 a 2022, se han suscitado 717 (hechos), entre homicidios, atentados y amenazas a candidatas o candidatos; en este mismo periodo, y es para dar vergüenza, se asesinaron a 214 alcaldes, regidores o síndicos. Si no hacemos algo, el narco va a dominar la política nacional”, puntualizó.

Se registran compras mayores en importaciones que lo que se exporta.

Ocho asesinados en Acapulco; diez más en San Luis Río Colorado, Sonora; un juez de control acribillado en Zacatecas, narcobloqueos en las carreteras; un motín e intento de fuga en un penal cercano a Fresnillo; poncha llantas para asaltar viajeros en la Autopista del Sol. Todo en espacio de 72 horas.

Para acabarla de amolar, ya ni a los generales respetan. El pasado 25 de noviembre, asesinaron al comandante de la Guardia Nacional en Zacatecas José Silvestre Urzúa. ¿Y qué decir de los jesuitas asesinados en la Tarahumara? Ni rastro del famoso Chueco que los mató.

Terror, pánico, luto. El pan nuestro de cada día en este México nuestro. Es el resultado de los cuatro años de “abrazos, no balazos” que tanto presume el Presidente, pero que tan terribles resultados nos ha traído.

* El presidente López Obrador, que ya inició su quinto año de gobierno, le echa la culpa al pasado de la violencia que hemos vivido desde que llegó a Palacio Nacional en diciembre de 2018. “Lodos de aquellos polvos”, justificó ayer, muy quitado de la pena.

Dijo: “Es una situación complicada porque se dejó crecer, durante mucho tiempo, a estas bandas y ahora estamos enfrentándonos, y todavía son lodos de aquellos polvos, pero al mismo tiempo estamos haciendo labor de atención a las causas, que fueron las que no se atendieron durante todo el periodo neoliberal”.

El señor de Palacio, que en sus épocas de luchador social se fotografiaba con pancartas vs. la militarización, mantuvo al Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea en tareas de seguridad pública que desarrollan desde hace 16 años, con los desastrosos resultados que conocemos. 

 

 

 

* El sábado escribíamos aquí sobre la embestida de AMLO en contra de los órganos autónomos. Advertimos que se venía una imposición del Ejecutivo en la presidencia del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, el único instrumento independiente que tiene el ciudadano para defenderse de cualquier perjuicio fiscal (multas, impagos al fisco no reconocidos…).

Pues se salió con la suya. Con la complicidad de la mayoría oficialista en el Senado —y uno que otro opositor— fue electa ayer al cargo la magistrada Natalia Téllez, a quien identifican como muy cercana a Raquel Buenrostro, secretaria de Economía. Obtuvo 96 votos a favor, 21 en contra y una abstención, de un total de 118 votos. Alcanzó la mayoría calificada (dos terceras partes) de los legisladores presentes.

Repito las palabras que una fuente del citado tribunal me dijo el viernes al enterarse de que iba Téllez: “Con alguien del gobierno va a estar en chino que los pleitos los ganen los particulares”.

El TFJA, fundado hace 86 años por Lázaro Cárdenas, ha favorecido en proporción de 52-48 a los particulares en sus demandas contra el gobierno federal.

* Mucho ruido alrededor de la ausencia del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, en la Convención Nacional Democrática Extraordinaria que celebra Movimiento Ciudadano en el WTC. Algunos militantes del partido naranja insinúan incluso una ruptura del gobernador con el partido que encabeza Dante Delgado.

La presencia en el evento de Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey, y de Samuel García echó a andar el futurismo. 

El gobernador de Nuevo León hasta se apuntó como aspirante a la Presidencia de la República en 2024.

En la grilla salieron a relucir los nombres de Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard, más cercanos ambos al mero mero del partido naranja que al presidente López Obrador, que no trae gallo, sino gallina.

Hay quien piensa que cualquiera de los dos podría encabezar una amplia alianza opositora.

* En el equipo del mandatario de Jalisco salieron rápido a atajar el rumor. Primero sacaron un comunicado en el que afirman que Alfaro sí fue invitado a la convención. Declinó asistir porque fue convocada en días hábiles, 5 y 6 de diciembre, y ya tenía actividades de gobierno programadas. “No hay distanciamiento ni rompimiento alguno con MC”, puntualiza el comunicado.

Más tarde, el propio Alfaro subió a Twitter un video en el que dice que está concentrado en su trabajo. “Voy a estar de tiempo completo como gobernador durante los siguientes meses. No me pienso distraer en grillas, y los que andan metidos en ese tema son los que tienen que responder ese tema”, dijo.