Los tacos de siempre, de lechón y cochinita, hot dogs, jabalí, mariscos de Sinaloa, nieves y churros. También casi todos los invitados de siempre, quizá con algunas variaciones de temporada y ciclo, pero Meade y sus 400 invitados festejaron 50 años del exsecretario y excandidato, que demuestra que, a pesar de las maromas de la vida, los que están, están. En punto de las 8:00 pm en la casona de Chimalistac de don Dionisio Meadellegaban políticos, empresarios, legisladores, académicos, compañeros de lucha, pero, sobre todo, los amigos de la familia Meade.

En el ambiente, los recuerdos de otras veladas cumpleañeras, que sólo fueron canceladas el año del gasolinazo, y cambiado el formato el año pasado cuando el candidato tuvo que recibir a la plana mayor. Pero este año, amigos: desde el ingeniero Carlos Slim, que disfruta del formato ligero de la velada; Juan Pablo Castañón (quien un día antes entregó con gran sonrisa la presidencia del CCE, y ante mi pregunta de cómo dejaba el Consejo me contestó, “me voy feliz y con gran sonrisa porque cumplí y Carlos Salazar hará un supertrabajo”); Vicente Corta y Sergio Hidalgo, platicando acaloradamente.

El PRIAN en toda su extensión

También estuvo y cómo no, el rector del ITAM, Arturo Fernández, así como uno de sus mejores amigos de la infancia, compañero de banca en la primaria, el góber de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis; Astudillo, de Guerrero, el Primazo del Mazo, del Edomex; Pancho Domínguez, de Querétaro, quien va viento en popa tanto en lo político como en lo económico en su estado y quien estuvo muy apapachado y rodeado por exsenadoras del PRI y PAN, que fueron sus compañeras. Aunque, déjenme decirles que, sin duda, el más trabajador de la noche fue, sin temor a equivocarme, Alito Moreno, quien no perdió oportunidad de ampliar su base de apoyo entre priistas y no tan priistas. Con decirles que le pidió a Luis Videgaray verse y éste le contestó: “Cuentas con mi voto y con gusto nos podemos ver para conspirar (en tono de broma)”.

También estuvieron Beatriz Paredes, Emilio Gamboa, Roberto Gil, Eruviel Ávila, quien está a meses de volver a ser papá, y su esposa más guapa y feliz que nunca. Enhorabuena.

(Los únicos que asistieron con esposas fueron Eruviel y Aurelio).

Pónganle palomita también a...

Cesar Camacho, al ministro Luis María Aguilar y sus compañeros de gabinete; Enrique de la Madrid, quien fue muy felicitado por sus videos y defensa del aeropuerto; los exsecretarios de Marina, Vidal Soberón, y de la Defensa, el general Cienfuegos, y Aurelio Nuño; pero no estuvieron ni Pepe Narro ni Rosario Robles, menos Osorio Chong... era entonces solamente de amigos. Manlio Fabio Beltrones tampoco estuvo y a Claudia Ruiz Massieu no la invitó. Los amigos que brillaron por su ausencia fueron Pepe Toño González y Ernesto Cordero. Ah, y si andaban con el pendiente, EPN tampoco estuvo. Juana, como siempre, con sonrisa de oreja a oreja, ¿no?, que tenía que ver con todo el mundo. Augusto Gómez Villanueva no podía faltar y no faltó. Otro chisme fue que se acabó pronto el sidral light, pero el güisqui no.

En exclusiva

Déjenme platicarles que Armando Garza Sada, sí el de Alfa, se salió de su asamblea de accionistas en Monterrey para llegar a la cena, ¡y cómo no!, si acababan de nombrar consejero a Pepe.

Narro, en exclusiva…

“Nunca he sido el candidato de Enrique Peña Nieto ni de Andrés Manuel López Obrador. Abracé al PRI y los sueños de Colosio, por eso fui presidente de la Fundación y hoy quiero ser el presidente de mi partido”. Aquí les dejo un adelanto de mi entrevista con Narro. Por cierto, si Colosio hoy viviera tendría la edad del doctor Pepe Narro