MÉRIDA, Yuc.- La esquina de "La Socorrito", en la calle 87 por 54, muy cerca del centro histórico de esta ciudad, el lugar donde el ídolo sinaloense Pedro Infante perdió la vida hace 59 años, volvió a iluminarse, a vestirse de flores, de sus imágenes, de sus canciones.
Como ha sucedido cada año desde ese día, cientos de personas llegaron de todas partes para recordar a "Pedrito", como le llaman sus más fieles seguidores, que no faltan a la cita cada 15 de abril.
Las revistas especializadas de espectáculos narran que hace 59 años, en esta misma fecha, Pedro se levantó muy temprano y desayunó lo que le había preparado su empleada doméstica, la señora Trinidad Romero.
Ultimó detalles para trasladarse al aeropuerto de Mérida y realizó el que fue su último viaje en su motocicleta Harley-Davidson, en la cual ya no volvería a pasear por las calles de la ciudad.
Pero hoy, en este sitio, el "Ídolo de Guamúchil" se percibe "más vivo que nunca", pues desde muy temprano sus admiradores lo recordaron con una misa que lució colmada y plena de colorido.
Todos hablan de él, de sus películas, de sus canciones y otros vuelven a narrar las versiones de aquel día en que un avión Hércules, con matrícula XA-KUN, cayó del cielo.
Ese día Pedro pilotaba la aeronave, acababa de despegar y se precipitó hasta impactar y estallar en medio de un estruendo, ahí justo en donde hoy está la esquina de "La Socorrito", donde se encuentra la casa de la familia Canto García, que por más de 19 años ha organizado y promovido los actos en honor al extinto actor.
Canciones de Pedro Infante
Afuera del predio, donde hoy opera una tienda de abarrotes, se escucha "La vida no vale nada" (Camino de Guanajuato), obra de José Alfredo Jiménez, en la voz del sinaloense.
Hoy, como sucede desde hace ya muchos años, todo el día sonarán sus interpretaciones (se calcula que el ídolo grabó unas 310 canciones) con esa voz potente y apasionada que lo ha hecho único en la historia del espectáculo mexicano.
Los festejos fueron encabezados por el hijo de la leyenda, Armando Infante, quien ya ha venido a esta ciudad en varias ocasiones para unirse a quienes hasta hoy recuerdan y veneran a su padre.
"No tengo palabras para agradecer todas esas muestras de cariño hacia mi padre, él también quería mucho a Mérida y a su gente, se sentía parte de esta tierra, la amaba", indicó en entrevista previa a la celebración.
"Sus seguidores de todo el país lo recuerdan gratamente, sus películas fueron una cosa maravillosa, no se han vuelto a hacer ni a ver ese tipo de trabajos cinematográficos en las pantallas nacionales", añadió.
Lazo especial con los meridanos
"Pero, pues la vida quiso que los yucatecos fueran quienes lo acompañaran en uno de los acontecimientos más importantes, hay un lazo especial y por eso he venido en los últimos años para acompañarlos en este día", indicó.
En el lugar también estuvo el sobrino de Pedro Infante, Toño Infante, quien en compañía de su tío dio inicio a las actividades conmemorativas colocando una ofrenda floral, bajo el busto del sinaloense que se erigió en el sitio de la tragedia.
En las actividades participan grupos de mariachis y artistas locales. Además se realizó un desayuno y una carrera atlética y algunos candidatos a puestos de elección popular también se dieron su vuelta por "La Socorrito", este sitio donde Pedro Infante se convirtió en leyenda hace ya 59 años.
CAPOSEHUA OPINA.
México necesita ídolos, siempre ha necesitado a personas humanas que representen al pueblo, José Pedro Infante Cruz, nació con esos dones, una voz privilegiada, un rostro agradable, guapo, bonito, dirían las muchachas, y ciertamente se parecía a su señora madre, y heredó de su padre las facultades artísticas, de manera que ya con eso llevaba un buen avance para ser una persona que aglutina voluntades, y, todavía más, era un chamaco de buenos sentimientos, bromista y emprendedor.
Por lo expuesto, más de medio siglo después de su trágico accidente, pobres y ricos recuerdan que el 15 de abril de 1957 en las primeras horas de la mañana , perdió la vida el ídolo de una Patria que atravesaba por una época de bonanza, pero, que tenía un pueblo en su mayoría analfabeta e ignorante que se sentía representado por los personajes que interpretaba Pedro Infante, como fue el caso de Pepe el Toro, o como el hijo de Cruz Treviño, en donde sus respuestas de : “si apá” a las necedades de su padre, era el reflejo de lo que pasaba en cada hogar mexicano de gente pobre e ignorante.
ACTA DE DEFUNCIÓN de PEDRO INFANTE
145 Ciento cuarenta y cinco Infante Cruz Pedro
En la ciudad de México, Distrito Federal, a las diez horas del día diecisiete de abril de mil novecientos CIncuenta y siete, ante mi, Dr. Fidel Guillén, Jefe de la Oficina del Registro Civil comparece el señor Luis Vidales, de este origen, soltero de 50 años, empleado funerario, vive en Sullivan, esquina con Rosas Moreno; y presenta para su inserción, un documento relativo al fallecimiento del adulto Pedro infante Cruz, el cual se archiva con las anotaciones de ley y que en su parte conducente dice: “Número 632. seiscientos treinta y dos. Pedro Infante Cruz.En Mérida, Yucatán, a las veinte horas del día quince de abril del año de mil novecientos cincuenta y siete, ante mi, Licenciado Alberto Millet Rendón, Director General del Registro Civil del Estado y Oficial del Ramo, en esta Capital, compareció Héctor Pérez B., casado, comerciante, de cuarenta y un años de edad; de esta vecindad, con domicilio en la casa número quinientos veinticuatro de la calle sesenta y cinco y dijo: que en la casa número cuatrocientos ochenta y nueve A. de la calle ochenta y siete, falleció hoy, a las siete horas y cuarenta y cinco minutos de Atrición total de todos los tejidos, según certificado del doctor Delio A. Aguilar Vázquez, que exhibe y mando a archivar, Pedro Infante Cruz, de treinta y nueve años de edad, natural de Juamuchi, Sinaloa y vecino que fué de México, Distrito Federal, actor, hijo de Delfino Infante, finado y Refugio Cruz Viuda de Infante, vecina de la Ciudad de Mazatlán, Sinaloa, casado con Irma Dorantes, a quien deja viuda, con una hija llamada Irma Infante Dorantes. En tal virtud, dispuso levantar esta acta que fué leída al compareciente y manifestó estar conforme, firmando para constancia. El cadaver será inhumado en el Panteón Jardín de la Ciudad de México, a donde se trasladará. Alberto Millet R. Héctor Perez N. Rúbricas”. Se exhibió boleta para el Panteón Jardín de Villa Obregón, según orden 2315, de esta fecha, girada por la Oficina de Panteones del Departamento del Distrito Federal. Fueron testigos de este acto, los señores José Martínez y Valente Lujan, de 31 y 33 años de edad; del mismo origen, ocupación, estado civil y domicilio que el compareciente. Leída esta acta, la ratifican y firman. Doy fe. (Firmas)
Resulta que dicha acta, posiblemente si alguien quisiera invalidar algún documento oficial o legal relativo al ídolo sinaloense, lo podría hacer fundamentado en graves errores que aparecen insertos en la dicha acta de defunción.
Primero: Quien se encargó de hacer los trámites de la elaboración del acta fue un empleado de la casa funeraria encargada de las acciones correlativas a un funeral y los datos que proporcionaron no todos son correctos.
Nombre: El acta de nacimiento del fallecido actor dice José Pedro Infante Cruz, el acta de defunción habla de Pedro Infante Cruz, legalmente dos personas distintas.
Lugar de nacimiento: Dice el acta de nacimiento: Mazatlán, Sinaloa. Dice el acta de defunción: Juamuchi, Sinaloa.
Se dice en el acta de defunción que estaba casado con Irma Dorantes. Falso.
Para esa fecha la Suprema Corte de Justicia de la Nación había dictado laudo de un juicio penal relativo a la bigamia cometida por el actor quien estando casado con María Luisa León, y sin haber ni siquiera solicitud de divorcio alguna, José Pedro Infante Cruz contrajo matrimonio en Mérida, Yucatán, con Irma Aguirre, alias Irma Dorantes, nombre artístico de la actriz.
En tal virtud, el acta levantada en Mérida, Yucatán, se dio por anulada para todo efecto legal y por lo tanto la esposa legítima de Infante Cruz al momento de su muerte fue María Luisa León.
Decíamos que México necesita ídolos y tal vez por ello hoy mismo, en pleno siglo XXI , 59 años después de la muerte del actor sinaloense se le siga recordando como si hoy hubiera sido el día de su partida a la otra dimensión.
Tristemente, hay que decir que algunos familiares de Pedro Infante, pasaron por carencias económicas en los años posteriores a la muerte del ídolo, ya que por cuestiones legales y tal vez algunas argucias, los que han disfrutado de los ingresos por exhibición de películas y producción de discos, cintas, u otros medios de reproducción de sus canciones, han sido, personas ajenas a la familia Infante, y en 59 años, échele pluma, y estamos hablando de miles de millones de pesos.
Seguramente, es el artista más productivo que ha dado México y en el mundo, debe estar también entre los primeros. Orgullosamente sinaloense.