CIUDAD DE MÉXICO.- El Paquete Económico 2019 presentado por el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa, es contrastante. Hasta el día de hoy no presenta desequilibrio en las finanzas públicas del país.

Dentro de su plan económico, es decir, el gasto que propone utilizar caracteres de austeridad y honestidad, hacia el combate a la corrupción. Su principal objetivo, fortalecer las finanzas públicas con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH).

¿Quién gana?

Entre los aspectos positivos, el peso logró mostrar avance al inicio de este lunes del 0.55%, proyectado hacia un tipo de cambio en 2019 de 20.00 pesos.

En la perspectiva del poder adquisitivo, el índice de inflación, intentarán lograr reducirlo hacia un 3.4%, siendo del 4.72% a noviembre de este año.

El IEPS (impuestos especial sobre producción y servicios), tal cómo en combustibles, alimentos calóricos, entre otros, lograrán mantenerse.

El índice de inflación, el cual pretende mejorar el poder adquisitivo, pronostica superar con un 3.4% para 2019, siendo actualmente de 4.72 por ciento.

Por el lado de los impuestos (ISR e IVA), no contemplan incrementos ni creación de nuevos impuestos, logrando a su vez fortalecer la recaudación y eficiencia de la administración tributaria.

¿Quién pierde?

La estimación del PIB en tasa de crecimiento real, se pronostica en un 2.6 por ciento, menor a la actual del 2.9 para el cierre de este año; señalan que sería de un 2.0 por ciento real para el 2019.

La reducción de presupuesto a Universidades Públicas, las tres principales casas de estudio (UNAM, IPN, UAM), sufrirán una reducción entre el 1.03 y 3.43 por ciento, con lo cuál estas instituciones verán reducida su oferta educativa.

¿Cuánto dinero tendrá el gobierno de López Obrador el próximo año?

Con la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación, con el objetivo de mantener la estabilidad económica del país, consideran tener ingresos por 5.81 billones de pesos, cifra superior a la aprobada este año. Analizando destinar un 62.3 por ciento a ingresos Tributarios; un 19.8 por ciento a ingresos petroleros; un 15.6 por ciento a ingresos de organismos y empresas; y un 2.3 por ciento a los no tributarios.