Mi primera vez en el beis...
Tomado de el álamo.
10 Octubre 2016
Tendría alrededor de ocho años. En casa escuchábamos el béisbol por la radio, casi siempre alrededor del fuego en la hornilla que tenía improvisada mi madre en el patio de la casa. Mis padres nunca dejaron de ser de rancho, en el buen sentido de la palabra, y de eso estoy orgulloso; ¡sí señor! En casa siempre había un zarzo para las panelas, el queso y la carne oreada; una hornilla y un molino de mano en el que molíamos el maíz o el elote simado para los tamales. Siempre se cocinaba como para fiestas. Éramos 11 hermanos, y casi siempre uno, dos ó tres de nosotros llevábamos invitados o amigos a hacer las tareas, pues en casa había Enciclopedia Temática, El Tesoro de la Juventud y los libros de historia universal. Había pues de dónde sacar las tareas.