Dí No a Las Gordas.

Bueno, ese fue un mensaje cultural y nada más, la cuestión es que ahora van a poner a dieta a todas las gordas, hablo de las personas gordas y, ya mi médico me dice OBESO y eso que yo creo que sólo estoy rellenito, pero el Médico me dijo: usted está obeso y ni modo, habrá que bajarle al azúcar, a las sales, a los tacos de seso, de cabeza, de ojo, de nenepil, de machitos, y a la carne asada con tortlllas de harina y a la cerveza CORONA.

Está bien,  pero si eso me garantizara que la economía de México se compondrá, hasta me pongo el bozal, como dicen que dijo un huey tlatoani.

Así que voy tenerle que decirle NO a las gordas, hablo de las tortillas, no de ustedes chicas, a esas gordas nunca les diré que no. 

Y el que va a engordar con la buena comida de un hospital de lujo, es Emilio Lozoya ya que los periodistas capitalinos han publicado que no pisará una cárcel, que después de que lo den de alta de sus males, seguirá en el mismo lugar.

Bueno, diría Goyo Sianuki, la justicia no es ciega como la pintan, siempre ve donde está el dinero, y por eso hay gente que por robarse un taco lo encierran en las mazmorras mal olientes y a un presunto ladrón de millones de pesos ni siquiera lo han hecho conocer la cárcel por dentro.

Y tan facilito que es seguirle la huella al dinero, simplemente en base a las declaraciones que deben hacer los funcionarios ya después se puede establecer de donde se hicieron de tanto dinero como es el caso de Emilio que hasta su mamá, esposa y hermana resultaron dueñas de empresas de buen capital, y que compruebe como con un sueldo menor a cien mil pesos podría resultar con empresas poderosas.

Pero en fin, en México ya estamos acostumbrados a la impunidad y la gente duda que Emilio vaya a recibir algún castigo por lo que hizo, partiendo que en lo de ODEBRECHET ya prescribieron las acciones como para ajusticiarlo por ese lado. 

2 de Octubre No se Olvida

Y hablando de justicia, hoy nos enteramos que el Movimiento estudiantil de 1968 fue algo planeado para joder al Gral. Alfonso Corona del Rosal, que entonces era el Jefe del Departamento del D.F., o sea, lo que es hoy la Claudia Sheimbaum, ya que era aspirante a la candidatura priista a presidente de la república y el ejército mexicano después de varios sexenios tendría un presidente nacional.

Los testimonios que se presentaron indican que se fundamentan en documentación top secret de la CIA, que después de 50 años han develado y todo lleva a que el que orquestó todo fue Luis Echeverría Álvarez, entonces Secretario de Gobernación y que no fueron miembros del ejército quienes iniciaron la balacera ni los que lanzaron las bengalas que dieron la orden de iniciar los disparos contra los estudiantes que estábamos en la plancha llamada Plaza de Las Tres Culturas; simplemente, fue un grupo especial que se supone dependía de la Secretaría de Gobernación.

De manera que todo lo que se dijo después del 2 de octubre de 1968 a la fecha no fue cierto al cien por ciento, lo único que yo puedo decir es que vi heridos o tal vez muertos y que corrí sin parar tratando de escapar de las balas y gracias a Dios lo logré; en otras palabras no soy héroe de ese momento histórico pero sigo vivo.

Todo fue por la lucha del poder político y gracias a esa maniobra LEA llegó a la presidencia dejando al Gral.  Corona del Rosal como el malo de la película. Todavía recuerdo la marcha encabezada por el Rector de la UNAM Javier Barros Sierra por avenida Universidad, que sólo llegó hasta la glorieta de la SCOP, pero que se supone llegaría al zócalo, los estudiantes iban cantando una canción que hablaba de que querían a Corona del Rosal embotellado. O sea en el “bote”.

Todo llevó a que el ejército quedara como el ogro y Corona del Rosal en consecuencia como miembro de él, de manera que el objetivo se logró y la historia ahora tendrá que ser corregida y aumentada y el ejército tendrá que devolverle a Corona del Rosal la honorabilidad que le quitaron para complacer a los civiles que no querían que los militares volvieran a tomar el poder político, como fue hasta antes de Miguel Alemán Valdez, quien por cierto era hijo de un militar, el  General Miguel Alemán González.

He aquí pues, que nada queda  oculto y después de tantos años, aparece un dato que servirá para crucificar aun más la memoria de LEA quien sigue vivo y en enero cumplió 98 años, quien se sabe vive en la ciudad de México bajo el maltrato de sus hijos, asi lo dijo una ex colaboradora muy cercana a él.

Tal vez los padres de tantos jóvenes y niños que murieron aquella noche del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, han implorado a dios que lo mantenga vivo y sufriendo al recordar la matanza que ordenó, con tal de llegar a ser presidente de la república, cuya obra administrativa  es de las más deplorables de la historia y que quedará como una mancha de sangre  imborrable en los anales de la historia de nuestra de por si sufrida Nación.

Con estos nuevos datos, aparte de que LEA nos llevó a una devaluación después de varios sexenios manteniendo el tipo de cambio con el dólar a $12.50 X Dólar $1.00 por lo cual se le mal recuerda, habrá que sumarle lo de Tlatelolco que duele más todavía.