Todos los días a través de los medios de comunicación, nos enteramos de las actividades propagandistas de quienes son candidatos a los diversos puestos políticos que estarán en juego el próximo 2 de junio del año en curso y obviamente que la gente pone mayor interés en el de presidente de la república.

Y es que , al menos en México, ser presidente de la republica representa un gran honor para quien determine el pueblo que lo sea por todo un sexenio, y serlo le da un poder de emperador donde nada más su opinión cuenta; al menos es lo que hemos visto a través de nuestra vida no obstante que nos ha tocado ser gobernados por el PRI, el PAN y ahora por MORENA, tres partidos distintos, pero, podemos decir, los mismos políticos, ya que ellos tienen la habilidad para acomodarse en el partido que queda en el poder y claro, no todos son los que repiten dentro del grupo que disfruta de las canonjías que les da ser parte del grupo en el poder, pero si usted da un repaso de los nombres que ahora mismo están llegando al final del sexenio, verá que la mayoría poderosa ha estado en los señalados partidos casi toda su vida; y en puestos importantes.

Decir nombres, es llenar muchas cuartillas inútilmente, y tristemente podemos decir que con la experiencia que les ha dado su estadía en la administración pública, tal vez podríamos concluir que deberíamos ser un país rico e importante dentro de los mejores del mundo; pero, lo lamentable es que ha sido todo lo contrario, ya que ser político en nuestra Patria, es peor que ser un delincuente. Así lo ve el pueblo en su mayoría y como siempre con sus honrosas excepciones.

Y hablando de honras, decía Niccoló Machiavelli, “no son los títulos los que honran a los hombres, sino los hombres los que honran los títulos”.

Así en nuestra nación, sobre todo en el presente sexenio, el título de PRESIDENTE DE MEXICO ha sido muy devaluado, al grado de que presidentes de otros paises se han atrevido a decir cosas muy ofensivas en perjuicio de la reputación de nuestro presidente.

Y hemos visto como AMLO se ha metido en asuntos que a juicio de personas expertas en materia de diplomacia ha faltado el respeto a otras naciones al inmiscuirse en asuntos internos de ellas; por eso, ECUADOR invadió la embajada de México en su país, ya que albergaba a un político que a juicio del gobierno en turno, es un delincuente; y obviamente lo que hizo ECUADOR viola acuerdos internacionales de convivencia entre los paises del mundo.

Agencias y medios internacionales, comenzaron a compartir imágenes y videos de cómo fue que un grupo de fuerzas especiales empezó a irrumpir en la Embajada de México en Quito, zona que es considerada como parte de nuestro territorio. Por ello, el conflicto México-Ecuador, llevó al rompimiento diplomático entre ambas naciones.

Ecuador ha pasado a ser un importante centro regional de almacenamiento, procesamiento y distribución de droga, lo que ha fortalecido a las más de 20 bandas criminales que operan en él y lo peor es que se liga a México con esa “industria” tanto en Ecuador como en otros paises latinoamericanos y declaraciones de políticos ligan a nuestro presidente con esas actividades, por ello, en días pasados desde EE UU se le empezó a llamar NARCOPRESIDENTE.

 El hashtag #NarcoPresidenteAMLO  ha repercutido en la imagen de López Obrador, sobre todo en redes sociales donde la opinión negativa está en el 66% de las menciones, publicó el periódico mexicano EL FINANCIERO en febrero pasado lo siguiente: “ y a  raíz de las diversas revelaciones de medios norteamericanos que asocian directamente a López Obrador y sus diversas campañas presidenciales con dinero del narcotráfico, se ha posicionado el hashtag #NarcoPresidenteAMLO en redes sociales, su impacto ha sido bastante relevante en la conversación digital y se ha mantenido durante varios días, logrando 9.6 millones de menciones de usuarios y 24.7 millones de interacciones que tuvieron un alcance de 50 millones de usuarios en México.

El Presidente lleva varios días atacando a los medios que hicieron estas filtraciones (New York Times y Washington Post) e incluso, en una clara violación a la ley de privacidad de datos, llegó a dar el número celular de la reportera que escribió una de las notas para posteriormente justificar esta acción con la frase de que “su autoridad moral está por encima de la ley”, sin duda pasará a la historia por esta soberbia respuesta. Sin embargo, el tema de fondo es la credibilidad de nuestro mandatario y no solo en el sentido de la pérdida de la misma, sino en que es muy creíble en la percepción de la ciudadanía que el Presidente esté del lado del narcotráfico.

La narrativa del ‘narco presidente’ toma fuerza debido a diversas e inexplicables acciones de su gobierno, por ejemplo, la liberación de Ovidio Guzmán cuando ya lo habían detenido los militares, el saludo a la mamá del Chapo Guzmán, sus múltiples visitas a Badiraguato, cuna del Cartel de Sinaloa, la evidente y activa participación del narcotráfico en diversas elecciones de 2021 a favor de candidatos de Morena, frases como que los criminales “también son pueblo”, la privadísima financiación en efectivo a las campañas de Morena, donde aparecen varios funcionarios públicos y su propia familia recibiendo sobres amarillos con fajos de billetes, o la propia estrategia de seguridad “abrazos, no balazos”, que se ha traducido en más violencia e impunidad. Todos estos hechos nos hacen creer que efectivamente vivimos bajo un gobierno que cobija a los criminales a costa del bienestar del pueblo.

Y es que los ciudadanos no somos tontos, a pesar de lo que piensan nuestros manipuladores dirigentes, si vemos que alguien desde el poder defiende al crimen organizado es lógico suponer que tiene algún interés o asociación con ellos, de hecho, el Presidente se la ha pasado todo el sexenio haciendo alusión a que diversas víctimas mortales de los criminales seguramente estaban coludidos con ellos o “en malos pasos”, esto, sin aportar una sola prueba, al grado que este discurso revictimizante se ha convertido en su estrategia para evitar las críticas por la inseguridad del país. Entonces, ¿por qué no habríamos de creer que él tiene estos mismos vínculos?”

Así que volviendo a lo dicho por Maquiavelo, vemos que los títulos académicos de los que presume la candidata de morena de nada le servirán a la hora de las elecciones, ya que aunque es apoyada por el propio dueño de ese partido, AMLO, con una publicidad inusitada, Claudia Sheinbaum cada día es más odiada por la vox populi y se advierte casi imposible que pueda ganar las elecciones; por ello, debemos esperar días muy difíciles en el futuro después de las elecciones ya que si el INE  emite la carta en la que señale que Claudia es la presidente electa, el pueblo podría reaccionar en forma tal que si hoy existe violencia, seguramente que todo se pondría peor y si la ganadora resulta XOCHITL GALVEZ el pueblo tendría que enfrentar posiblemente las reacciones que acostumbra tener quien no sabe perder, y realizar actos como los que hizo en 2006 cuando perdió ante FELIPE CALDERÓN.

Por hoy podemos ver que los hombres son los que dan honra a un título, cuando hacen correctamente su labor, pero como la ha venido realizando AMLO, de plano el título de presidente está muy devaluado y no hay honra a su favor.