Sábado, May 04, 2024
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Ningún partido acabará con los programas sociales. El tiempo lo hará

 

 

 

Pascal Beltrán del Ríocal Beltrán del Río

Bitácora del director

 

He escrito que la inseguridad es el tema más importante en estas campañas electorales.Debo agregar ahora un matiz: es el tema más importante para los ciudadanos, sí, pues ellos la padecen en su vida diaria como nunca antes en la historia moderna del país. Yo pensé que, por lo mismo, sería también el asunto que guiaría los mensajes de los candidatos, particularmente de quienes aspiran a la Presidencia de la República. Pero no: los programas sociales son de lo que más hablan.No se le debe regatear al oficialismo la manera en que ha logrado arrebatar la agenda a la oposición. Porque en lugar de que Xóchitl Gálvez esté concentrada en reprochar la desastrosa política de seguridad pública de este gobierno, se la pasa todos los días asegurando al electorado que ella no va a acabar con las transferencias de dinero en efectivo.La hidalguense ha entrado en la puja de ver quién hace las promesas más jugosas. Si Claudia Sheinbaum dice que habrá un programa para las mujeres de 60 a 65 años, su contrincante ofrece uno igual, pero también para hombres, ¿por qué no?Pareciera que la oposición no tiene manera de competir si no promete no sólo mantener los actuales programas sociales, sino incrementarlos. Vaya, Gálvez incluso tuvo que recurrir a firmar ese compromiso con su propia sangre, pero por lo visto sigue pensando –o así se lo dicen las encuestas– que la gente no cree que los vaya a mantener.Yo estoy convencido de que ninguna de las dos candidatas acabaría con los programas sociales en caso de ganar la elección. Regalar dinero se ha convertido en una droga política a la que se ha vuelto adicta gran parte de la ciudadanía.Lo que va a acabar con los programas sociales es la demografía y la economía. La población del país está envejeciendo, lo cual significa que habrá cada vez menos jóvenes para trabajar y contribuir al erario. La vejez viene acompañada de enfermedades, sobre todo en un país donde se ha descuidado tanto la salud pública. Más adultos mayores significa una proporción cada vez más grande de recursos, no sólo porque serán más, sino porque sus necesidades crecerán. 

 
 
 
 
 
 

Además, en cada ciclo electoral habrá que ofrecer al electorado una cantidad de dinero mayor, ya sea incrementando el monto de los programas existentes o creando nuevos.Los Precriterios de Política Económica, divulgados por Hacienda en plena Semana Santa, han sonado la alarma sobre la fragilidad de las finanzas públicas. En el próximo Presupuesto de Egresos vendrán recortes por cientos de miles de millones de pesos. Seguramente se reducirá el gasto en rubros como educación, salud e inversión pública, cosa que a largo plazo provocará mayor gasto y menores ingresos.Como los políticos sólo saben atender las necesidades mediante transferencias, y como la gente se ha acostumbrado a esperar eso de ellos, la crisis no tardará en llegar.Sin el gasto en infraestructura que requieren los inversionistas para instalarse en México; sin una educación de calidad que asegure que las empresas cuenten con el capital humano que necesitan; sin servicios médicos que ayuden a superar enfermedades; con una inseguridad que vuelve inviables muchos negocios, llegará el momento en que los ingresos no alcancen para financiar esos programas.Claro, la crisis podrá posponerse mediante una reforma fiscal y un retraso de la edad de jubilación, pero, como ya hemos visto en otros países, eso no viene sin tensiones sociales. Ya ni hablemos de lo que sucede cuando se cancelan o se recortan las transferencias. Y eso será como el juego de las sillas. Cuando la música pare, el que quede de pie será el gobierno en turno.Las candidatas prometen y prometen, pero no dicen cómo se financiarán los programas sociales a largo plazo. Apuestan a que la música les dure hasta el final del próximo sexenio, y quizá acierten en eso. Yo estoy seguro de que cualquiera de las dos dejará intactos los programas sociales. De acabar con éstos se encargará el tiempo.

 

 

 

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