En premio al campeonato Alejo Peralta hizo un acuerdo para ir a jugar a Japón, que entonces no era lo que hoy, pero que jugaba buen béisbol. El manager lo fue Chito García.
Pues bien, presente lo tengo yo, los Tigres jugaron 13 juegos y se vinieron sin ganar uno sólo,
En la temporada 1966 Tigres iniciaron al mando de Chito, pero el odioso jarocho quiso gritarle a don Alejo y éste lo corrió, así de simple; el Chito se inventó una enfermedad, pero, todo mundo sabía que los peloteros de los Tigres fueron a la Villa a dar gracias por haberles quitado a García de encima. Era un ogro el tipo.
Ricardo Garza recibió instrucciones de Alejo de tomar el timón y llevó al bicampeonato a los mexicanísimos Tigres, que para entonces tenía a varios novatos que habían madurado, como Héctor Zamudio, Obed Plascencia, Ramiro Rubio y otros más.
En ese 1966 yo era fan de los Tigres ya que había varios peloteros de los Cañeros con ellos y recuerdo que la porra de los Diablos por jodernos, empezaba una cuenta de : 1,2,3, y así hasta llegar a 13, que significaba el número de partidos que perdieron en Japón los Tigres, que según ellos eran una vergüenza para el béisbol mexicano, pero, la respuesta a esos insultos fue ganarles a sus Diablos el campeonato.
En 1992 en el parque del Seguro Social platiqué con un pelotero retirado de esos que fueron a Japón, y me contó entre cerveza y cerveza, que ciertamente los japoneses a los que se enfrentaron jugaban buen béisbol, pero nada del otro mundo, que si no ganaron uno sólo de los partidos fue en parte porque así es el béisbol, y parte porque él y sus compañeros terminando el juego se iban de paseo a los centros nocturnos y a sentir las caricias de las geishas, de manera que milagros hicieron con jugar, y además, muchos de esos partidos los perdieron por una carrera y también, porque los umpires favorecieron a los japoneses.
Eso si, tanto los japoneses como los mexicanos, luchábamos por la victoria y sobre todo en los últimos partidos, ya que los últimos equipos consideraban una obligación ganarnos ya que todos los anteriores nos habían ganado y que uno de los últimos hubiera perdido iba a ser una gran vergüenza para ellos.
Como eran juegos de exhibición a Don Alejo no le importaba que perdiéramos, al contrario, le hablaron de Japón para darle las gracias y lo invitaron a que siguiéramos yendo, ya que fueron buenos partidos los que jugamos y los japoneses son muy apasionados, de manera que habernos ganado para ellos fue motivo de orgullo de manera que quedaron felices. Cuando llegamos a México para nosotros fue una sorpresa que el mismo Alejo Peralta nos fuera a recibir al aeropuerto y de allí nos llevara a una fiesta que se nos preparó, donde nos dio las gracias por el esfuerzo que hicimos y de la buena impresión que causamos.
Así es que pasaron 26 años para que me enterara de algo que creía que era una vergüenza para los mexicanos, y si los Tigres ya no volvieron a Japón, es porque todo cambia en esta vida, y ahora México no tiene a sus Tigres que andan en Cancun, ni la familia Peralta quiere saber de béisbol, bueno , al menos Carlos Peralta que es el que ocupó el lugar de Don Alejo Peralta y Diaz Ceballos, quien hizo muchas cosas buenas por el béisbol mexicano y también se le acusa de haber frenado a la ANABE y parar en seco la posibilidad de que el pelotero mexicano tenga una asociación que lo defienda y proteja como lo hace el sindicato de peloteros en EE.UU. Bueno eso es lo que se dice, tal vez si logro entrevistar a Carlos Peralta, llegaremos a otra conclusión.