Tal vez alguien le enseñó a jugar desde niño que el béisbol se gana a punta de jonrones, que tocar la pelota, robar bases, el hit and run y todas esas jugadas del beisbol que tantos triunfos han generado a muchos managers, son para colegiales y que el beisbol profesional debe tener miras más altas 

En fin, no soy fan de Girardi, aun sin embargo hay que reconocerle por lo menos que se ha sostenido varias temporadas como manager de uno de los equipos de mayor prestigio en el béisbol.

Ayer los yankees perdían por 3 carreras en la apertura de la sexta entrada, y allí sus poderosos bateadores le dieron vuelta al marcador con 5 grandes carreras y en la séptima agregaron otra más para llegar a poner el marcador 6 a 3. 

Luego llegan a la 8ª. Entrada y Altuve recibe la base por bolas de Betances uno de los relevistas estrellas de los yankees; y con la ventaja que tenían de 3 carreras, poco interés le pusieron al corredor y les robó la segunda y luego la tercera base, viene al bat Correa que tiene poder, roletea a segunda base para el out y se anota la carrera, El cátcher de Houston al bat, Gattis es un tipo de cuidado, y se vuela la barda para poner el marcador 6 a 5; luego Betances se descontrola y da base por bolas, viene al relevo Chapman y el cubano da otra base y en el inter le roban la tercera base, viene Gurriel, un cubanito recién desempacado en las grandes ligas apenas con 105 partidos, batalla contra su compatriota Chapman y llega a 3 y 2; hay dos outs, al lanzamiento los corredores saldrán corriendo, viene el lanzamiento y Gurriel le tira y saca una rola durísima por la tercera base pegada a la raya, y el corredor de primera base vuela hasta el homeplate para poner los números 7 a 6; los astros le sacan el partido de la bolsa en la octava entrada a los orgullosos Yankees.

 La novena entrada el relevista estrella de Houston la saca en orden gracias a que Brett Gardner fue puesto out cuando se arrepintió de llegar a segunda base tras dar hit y regresó a primera base donde el mañoso de Gurriel le tapó con el pie la base y nunca pudo llegar safe. El ampáyer marcó el out 27 y colorín colorado. 

El  Minute Maid Park, de  Houston, Texas, repleto de fanáticos que apoyan a su equipo que va en primer lugar en la división oeste, estalló en ´jubilo, ya que en una entrada le sacaron el juego de la bolsa a los poderosos Yankees, y sus carísimos relevistas le fallaron lamentablemente, pero, sin duda, que mucha culpa la tuvo su manager. 

Primero: Eso de que descuides a un corredor en las bases, que de plano te valga madres, no es una buena manera de jugar al béisbol; es regalar una carrera, ya que sin out y con el líder robador en las bases, lo lógico es que el manager contrario busque iniciar un  ataque y lo hizo; con Altuve robándose la segunda y la tercera base, para que anotara cuando el líder productor de su equipo bateo rola  segunda, que en otras circunstancias, pudo ser para doble  play cuidando al corredor, o este pudiera haber sido puesto out en el intento de robo. 

Allí estuvo la clave. 

Betances el relevista se enfrentó al cátcher que es bateador de poder y le puso una pelota a modo y la paloma blanca voló hasta el otro lado de la barda y allí el juego se puso al alcance de los astros y nervioso Betances,  en ese momento comprendió que es importante cuidar a los corredores; pero, se le olvidó que contra la base por bolas no hay defensa y dio otra base, y allí salió del juego. 

Chapman el cubano millonario, con sus rectas a más de cien millas vino descontrolado y dio la base, y el corredor que avanzó a segunda se fue a tercera con el tercer robo del inning para los astros y por fin Gurriel, héroe de la selección nacional cubana de 33 años de edad, curtido en juegos cardíacos, dio el batazo oportuno por la raya de tercera para un doblete impulsador de la carrera del gane. 

Yuli Gurriel había conectado cuadrangular para impulsar dos carreras y termina con doblete impulsador de otra dos, así que se fue con tres jits en cuatro turno y fue el héroe del partido y para colmo atrapó dos elevados de foulball para dos outs de la novena y fue el que puso out a Gardner cuando este quiso regresar a primera, al poner el pie en el camino de la mano de Gardner que tocó el pie del cubano para que el ampáyer dijera: ¡estás out boy! Y yo me voy.

Así terminó un juego que debió ganar el yankees, si es que Joe Girardi no hubiera menospreciado al corredor, que con todo y que es gran corredor, no debió darle camino libre, lo debieron cuidar como si esa fuera la carrera del campeonato, y por no hacerlo, perdió un juego que cuando lleguen las nieves de octubre, podrá ser factor importante; como decía el Chile Gómez, el descuidar a un corredor en base, es cooperar con el equipo contrario para que te gane. 

Ciertamente, eso no sucede todos los días, pero sucede y sucedió ayer, que si el juego hubiera sido en New York, seguramente le tiran con elotes al

manager Joe Girardi, a quien yo, hace años lo hubiera corrido.