Considero que tiene razón, hay desventaja, pero con los resultados que se están obteniendo hasta hoy, habrá quien diga que no es cierto.

Seguramente  los directivos de la MLB lo comentaran y tal vez hasta lo aprueben; pero, habemos otros que opinamos que el béisbol  debe jugarse como antes, es decir, con los lanzadores tomando su turno al bat, en vez de tener a un fortachón tipo Big Papi listo para darle con fuerza a la pelota y así no darle descanso al pitcher rival.

Tal vez volviendo al pasado, las jugadas  de toque de pelota  (bunt) y el corrido y bateo (hit  and run) vuelvan por sus fueros.

Hemos visto en los play off y la serie mundial 2016, que los dos equipos han debido avanzar a sus corredores con toques de pelota y simplemente el manager no se acuerda de esa jugada.

Según me explicaba alguien, es que de acuerdo a estadísticas, es más probable traer carreras a home con un  buen batazo que arriesgando con el toque, porque luego no tocan bien y les hacen doble play, o si avanzan los corredores, se quedan esperando el hit que nunca llega y al final resulta que regalaron un out,sin fruto alguno.

Tal vez sea cierto, pero a mí me gusta más aquel béisbol que nos convierte en manager de tribuna, no que ahora sólo estamos para ver que den el batazo esperado o que se ponche o lo dominen con un largo palo al fondo del parque, que es igual que ponche, decía un gringo de la United Sugar Company en los años  cincuenta, cuando se ponía a gritar junto con sus amigos: ¡ponche!, ¡ponche!, ¡ponche!; pidiéndole al pitcher que lo ponchara y resultaba que el bateador era puesto out de distintas maneras y el feliz decía: es igual que ponche. Y tenía razón, el bateador era puesto out y de eso se trata.

Curiosidades.

Los magnates de la MLB querían aligerar los juegos y consumir menor tiempo, y pusieron varias normas que al parecer ahorran unos minutos, pero, ahora con eso de que revisan algunas jugadas dudosas, hay ocasiones que en espera del resultado de la decisión final se han tardado más de los minutos que resultaban de ahorro en un juego, y ahora sólo falta que sean robots los que sirvan de umpires  en el futuro próximo.

En fin, la modernidad.

Y hablando de eso, lo que no pasa de moda es el  ordenar golpear a un bateador.

Las cámaras tomaron  a Joe Maddon enviando la señal de que se golpeara al bateador en el juego de anoche, cuando con hombre en segunda, Lindor, sin out, el bateador fintó toque y el lanzador tirando difícil lanzó bajito y la pelota picó en tierra y no la pudo parar el cátcher cachorro, llegando a tercera el corredor.  Con la primera desocupada lo lógico era pasar al bateador que ya estaba en ventaja en el conteo; pero Maddon obviando las cosas  hizo una seña al pitcher y este de inmediato obedeció y le golpeó en el brazo izquierdo, lo bueno es que ahora traen armadura y el bateador ni se sobó.

Total, que los Cachorros de Chicago no  parece que vayan a ganar la serie mundial y la  maldición del tabernero dueño de la cabra, seguirá vigente después de 71 años. A ver hasta dónde llega, porque estar en una serie mundial no es “enchílame otra y le pones crema”.

A menos que anoche hayan traído a Maddon   a Culiacán a pedirle a Malverde un milagrito, los Cachorros no ganaran la serie mundial, la vemos muy difícil; como diría Bartolo Sevejeca Moroyoki, “ta pelón el cohuibampo”.

Hoy domingo va el zurdo Jon Lester a tratar de darle una esperanza a los fans de los Cubs y según lo que ha manifestado el lanzador  cachorro, pondrá alma , corazón y vida, en cada lanzamiento para salir con la victoria, pero para ello se requiere que sus compañeros bateen y le den apoyo de por lo menos 4 carreras hasta la novena entrada donde Aroldis Chapman puede darles la seguridad de ganar el juego; aunque en el béisbol no hay nada escrito.

Crucemos los dedos para que esta serie mundial se vaya a 7 juegos y así, que salgamos ganando los aficionados.