Ser operador de transporte va más allá de saber manejar
Para operar un medio de transporte no sólo hay que manejar bien; este trabajo requiere que el capital humano tenga amplias competencias, como conocimientos de normativas y reglamentos.
Para ser conductor no basta con manejar bien. A diferencia de lo que se puede pensar, éste es un puesto que requiere de distintas competencias laborales, así quedó demostrado con el perfil ideal de un operador de transporte que se planteó en el primer Summit de Seguridad en el Transporte y la Logística.
Un operador tiene que conocer normas y reglamentos de tránsito; rutas e infraestructura carretera; debe saber sobre mecánica y electrónica; cómo reaccionar ante un accidente y hasta conocimientos en servicio al cliente, dijo Arturo Cervantes, presidente de la Alianza Nacional por la Seguridad Vial, durante el panel Operadores Confiables, Operaciones Rentables.
Estas competencias no son únicamente para que los conductores sean más eficientes, sino para garantizar su propia seguridad y la de los pasajeros cuando se trata de un servicio público, coincidieron los especialistas.
En México existen pocos lugares para formarse como operador de transporte. El Conalep es una de las pocas instituciones públicas que ha creado programas para estos perfiles. Sin embargo, el desarrollo de talento para esta área, especialmente para transporte de carga y pasaje, se hace en lugares privados o mediante capacitaciones internas que ofrecen las empresas.
No obstante, estas capacitaciones no sirven de mucho si las organizaciones no las complementan con prácticas y actividades enfocadas en el bienestar de los conductores, comentó Javier González, director general de Consulca.
Es posible que los conductores estén bien capacitados y se mantengan índices altos de accidentes. Es decir, la capacitación no necesariamente se refleja en buenos resultados.
“Un operador puede tener las manos en el volante, pero la mente en otra parte. Está pensando en las deudas, en la economía familiar, hasta en la infidelidad, porque si es como un marinero que en cada puerto tiene un amor, finalmente su mente está sumamente distraída”, dijo Arturo Niño, director general de Neuromanagement.
Para lograr que la capacitación cambie las habilidades y competencias de los operadores, hay que ayudarlos en su salud mental y prevenir los factores de riesgo psicosocial, propuso Niño.
Algunas dinámicas de trabajo tampoco contribuyen a la salud mental de los conductores, que pasan largas jornadas sentados y recorren trayectos largos, en muchas ocasiones, sin descansar.
Los prejuicios hacia la profesión
Ser operador de transporte es un trabajo con prejuicios. Una buena parte de la población en México considera que es un puesto que deben ocupar personas sin estudios o con niveles de educación básicos. Pero los profesionales del volante llevan consigo cargas importantes, la mercancía de las empresas o la vida de otras personas.
En nuestro país pocas personas quieren dedicarse al volante, no es una aspiración profesional. “No hay una dignificación de la profesión”, puntualizó Javier González.
Pero no todo es culpa de los prejuicios sociales, al menos eso opina el director de Consulca, pues el mismo sector, en especial los sistemas de algunas empresas, no abonan en la dignificación de este trabajo, asegura el especialista.
“El trabajo del operador es honesto y especializado. Puede ser peligroso y hay pocas instituciones educativas, es un hecho. Pero en el momento en el que veamos a los operadores como pares de licenciados, se convertirá en una aspiración para muchos”, afirma.
Los sueldos son competitivos
En la industria de transporte hay todo tipo de sueldos, pero entre más capacitado esté un operador, su remuneración puede ser mayor.
“Hay un desconocimiento sobre lo que ganan. Por ejemplo, sobre el buen ingreso que tiene un operador de tractocamión. Ganan, a veces, mucho más que algunos profesionistas”, enfatizó González.
Pocas personas pueden manejar este tipo de unidades. “Se requiere de un conocimiento muy especializado. No cualquiera lo puede hacer”, comenta.
En ese sentido, el director del Ipreset (organizador del Summit), Enrique Beltrán, explicó que los sueldos de 14,500 pesos quincenales que ofreció el gobierno federal a los operadores de pipas para transportar combustibles, están acordes a las remuneraciones en el mercado.
“Es un sueldo dentro del mercado para el tipo de vehículo que están utilizando. No cualquiera por menos de 30,000 pesos se echa a la espalda 30,000 litros de gasolina. Yo creo que el trabajo de operador, de conductor, de chofer es un trabajo muy digno. Creo que hay que dignificarlo”, enfatizó Beltrán.