Si sólo atiende a la comunicación que hizo la minera canadiense First Majestic sobre la solicitud de un juicio de arbitraje bajo las reglas del T-MEC, es fácil formarse una opinión equivocada. Si, además, utiliza los lentes de odiar per se al actual gobierno y creer que las autoridades fiscales están violando la ley como deporte, parecería que esta empresa son unas pobres víctimas. Gracias al Padre del Análisis Superior usted podrá tener otra versión, la correcta. Ponga atención.

Entre 2010 y 2014, la minera solicitó al SAT un permiso para poder vender por debajo de precio de mercado la plata, el cual le fue autorizado. El detalle está en que el administrador del SAT y el abogado de la empresa son los hermanos Luis y Christian Natera Niño de Rivera, respectivamente.

Desde el sexenio pasado, las autoridades fiscales interpusieron diversos juicios y procedimientos en contra de la empresa de quien fuera funcionario del SAT, acusándolos de fraude. Ciertamente, hubo desistimientos extraños, actos de corrupción que están siendo investigados y otras acciones que se dieron desde el sexenio pasado.

Luis fue inhabilitado, pero luego ganó el caso en condiciones extrañas sobre las que el PAS no se detendrá, al menos por hoy, pero sí consignará que se trata de un asunto que está vigente desde la administración anterior. La única diferencia es que ahora sí está siendo bien atendido.

En esta administración, la Procuraduría Fiscal de la Federación, encabezada por Carlos Romero, enderezó la ruta jurídica no sólo restableciendo las acusaciones en contra del exfuncionario del SAT, sino que también los procesos para recuperar el dinero perdido que, a cifras actuales, supera ligeramente los 15 mil millones de pesos. Hace prácticamente un año, el SAT requirió a la empresa que cumpliera con sus obligaciones fiscales y la empresa se negó argumentando que la determinación, que ya fue declarada como indebida por parte del Poder Judicial, les eximía del pago de esa contribución.

Ante la falta de acuerdo con el SAT, la PFF ha recurrido a esquemas legales, entre los que ahora está el presentar una solicitud de panel internacional en el marco del T-MEC, el cual deberá ser atendido por la Secretaría de Economía, encabezada por Tatiana Clouthier.

Este procedimiento podría demorarse un par de años y existe la confianza entre los funcionarios de la actual administración de que, al final del procedimiento, la razón asistirá a las autoridades mexicanas y se podrían recuperar más de 15 mil millones de pesos a favor del erario.

REMATE RIDÍCULO

El martes, el PAS dijo en televisión, en torno sarcástico, que Pemex había decidido cancelar el contrato de calificación de su deuda con Fitch Ratings usando el lema de José López Portillo: no pago para que me peguen. No dejó de ser chistoso que medios afines a la 4T usaron la misma frase, pero en tono serio.

La explicación de Octavio Romero es digna de cualquier junior. Dice que Pemex tenían cuatro calificadoras y, para ahorrar, algo así como siete millones de pesos, decidió cancelar el servicio. La empresa improductiva del Estado, el año pasado, registró pérdidas por 480 mil 966 millones de pesos. Imagine si lo hubiera cancelado un año antes, las perdidas hubieran disminuido a la fabulosa cantidad de 480 mil 989 millones de pesos... gran ahorro.

Sin ver los números de Pemex, seguramente gastan más en folders para las oficinas de la dirección que en una calificación que le permite tener acceso al mercado financiero internacional; sin embargo, eso tampoco es importante para el junior Romero porque, como él mismo dijo, quien se encarga de la deuda es la Secretaría de Hacienda.

Según su explicación, el gobierno se debe endeudar porque consigue mejores tasas que Pemex y pasarle el dinero directamente. Es algo así como aquel mantenido, aquella atenida, que no le preocupa usar la tarjeta de su sugar momy, sugar daddy, para que se compre algo lindo. Como aquel privilegiado que cree que si algo le gusta, sus papis se lo compran. Por cierto, ayer Fitch dijo que seguirá calificando a Pemex. La empresa improductiva del Estado tendrá que aguantar las calificaciones sobre su mal desempeño, pero con la gran desventaja de que no podrán dar su opinión… unos genios.

REMATE URGENTE

Existe un clima de gran optimismo entre los analistas que lleva a creer que la economía crecerá 3.89% este año y la revisión que hizo ayer el Banco de México establece en su escenario central que el país crecerá 4.8 por ciento. Se volvió urgente ya que Hacienda, encabezada por Arturo Herrera, mejore su estimación, porque se están quedando abajo.