Francisco Garfias Arsenal
Los balazos en la México-Cuernavaca y la masacre de seis personas en Chihuahua arruinaron los abrazos en Washington. Los hechos violentos opacaron la gira del presidente López Obrador a la capital de EU, donde abundaron los elogios y palabras amistosas, pero escasearon los acuerdos significativos.
Horas después de que el presidente López Obrador se entrevistara con su homólogo estadunidense, Joe Biden, en la Casa Blanca, cinco hombres y una mujer fueron asesinados en una vivienda de la ciudad de Chihuahua. No fue ése el único hecho de violencia el día de ayer. Los balazos tronaron en la México-Cuernavaca, cuando policías y delincuentes se enfrentaron en el kilómetro 28 de esa carretera, a la altura de Topilejo.
¿Saldo? Un agente herido de gravedad, 14 detenidos, 10 armas largas decomisadas y dos víctimas de secuestro liberadas. Los policías no llegaron con abrazos. Usaron sus armas para enfrentarlos, abortar el plagio y quitarles ametralladoras, granadas y droga.
Hay que ponerle palomita a Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana del Gobierno de la CDMX.
*El viaje del Presidente: una fecha poco propicia. Ayer mismo, después de entrevistarse con AMLO, el presidente Biden voló a Oriente Medio (Israel y Arabia Saudita). No tuvo mucho tiempo para el mandatario mexicano. Apenas dos horas en la Casa Blanca. No fue un “comes y te vas”, porque ni almuerzo hubo.
Más allá de los intercambios verbales amistosos, no se lograron avances significativos, sólo el compromiso del mexicano de invertir mil 500 millones de dólares en infraestructura fronteriza –lo que está por verse– y del propósito conjunto de crear un grupo de trabajo conjunto para combatir el tráfico de fentanilo, según la Casa Blanca.
Lo que sí escuché fueron quejas de que AMLO habló el doble que Biden y allá no están acostumbrados a la mañanera.
Y cuando el jefe de la Casa Blanca contradijo la afirmación del tabasqueño en el sentido de que en las últimas tres décadas se aceptó cómodamente que China fuese la fábrica del mundo. “No es así, nosotros producimos más productos agrícolas”, corrigió Biden.
La agresiva reforma migratoria que planteó el Presidente mexicano a su anfitrión es inviable, según la experimentada diplomática Martha Bárcena. La escuché tarde-noche en entrevista con Reforma. “No hay condiciones políticas para avanzar en ese sentido”, dijo.
Y yo agrego: las elecciones legislativas son el 8 de noviembre en Estados Unidos. La popularidad de Biden está en su punto más bajo desde que llegó a la Casa Blanca. Eso no ayuda.
¿Qué pasó con las 300 mil visas para trabajadores temporales en EU? ¿Cuántas se trajo López Obrador? Lo único que escuché decir al presidente estadunidense sobre el tema es “hay que tener paciencia”.
*Layda Sansores, gobernadora morenista de Campeche, es algo así como la villana favorita de las diputadas federales del PRI. Razón no les falta. No le perdonan haber hablado públicamente de videos o fotos íntimas de algunas de ellas, incluso desnudas, que Alito tendría en sus propiedades. Lo niegan categóricamente. La mandataria estatal fue denunciada ayer ante la FGR por “violencia política en razón de género”. Las priistas anunciaron que se van a quejar también ante las comisiones de Derechos Humanos en cada uno de los 32 estados y ante la CNDH.
Pero Layda ni suda ni se acongoja. Sabe que puede hacer lo que le dé la gana sin consecuencias. Es de Morena, le aplica la máxima juarista, que tanto le gusta a AMLO: a los amigos justicia y gracia, a los enemigos la ley a secas.
*Marko Cortés no quiso abrir las puertas de la Alianza por México al senador Ricardo Monreal, quien tiene un pie fuera de Morena, a menos que públicamente reconozca que la Cuarta Transformación es un fracaso. Lo dijo así: “En Acción Nacional, y lo hemos hablado también en la coalición, caben todas las mexicanas y mexicanos que vean que este gobierno es un fracaso y lo digan con claridad. No solamente aquellos que por interés personal, o de no lograr un objetivo, busquen otra opción.
“Es lo que hacen otros partidos, estar pepenando políticos rechazados en los suyos, no. Tienen que dejar claro el señalamiento de que este gobierno ha sido un fracaso en economía, en seguridad, en salud, porque de no ser así, es un mero interés”, puntualizó el jefe nacional del PAN. Se la puso difícil a Monreal.
El coordinador de la bancada guinda en el Senado ya dijo claramente que no va a participar en la encuesta para elegir al candidato presidencial de su partido. Sabe que es una farsa, un dedazo disfrazado. Mario Delgado, presidente de Morena, ya le respondió: “Vamos a mantener las encuestas, porque es la forma de darle poder al pueblo”. ¡Ajá!