Francisco Garfias Arsenal
Es el autor de una aplaudida reflexión que hizo enfurecer al presidente López Obrador: “Los abrazos ya no alcanzan para cubrir los balazos”. El jesuita Javier Ávila, mejor conocido como el Padre Pato, encontró en esa sencilla expresión una forma de decir al pueblo que la estrategia de seguridad de la 4T es un fracaso. Esas nueve palabras del pastor de almas en la Sierra Tarahumara provocaron una reacción desmesurada del tabasqueño. Llamó “hipócritas” a los sacerdotes y hasta insinuó que hay “mano negra” en la postura de la Iglesia, cuando exige que se revise la estrategia de seguridad.
-¿Hay “mano negra”? Le preguntamos al padre.
-No sé qué quiera decir el señor Presidente con eso. Es absurdo. ¿Que alguien nos maneja? ¿Que alguien nos chantajea? Se me hace una declaración fuera de lugar. No tengo ningún comentario.
-¿Lo escuchó en la mañanera?
-No, afortunadamente no sigo ese programa. Tengo cosas más importantes que hacer. La pastoral, el pueblo.
-¿Hay algún avance en el asesinato de los dos jesuitas? ¿Se sabe dónde está El Chueco?
-No es un personaje tan sencillo de atrapar. Metido en la sierra no cualquier gato atrapa a ese ratón. No sé en qué punto vaya (la investigación), pero si alguien va a estar pisando el acelerador para que eso no se olvide va a ser su servidor.
“Lo he dicho en varias ocasiones: los sistemas le apuestan al olvido. Nosotros, sociedad, le apostamos a la memoria y estas cosas permanecen en la memoria por muchos años”.
-¿Al Presidente no le gustó que la Iglesia pida que se revise la estrategia de seguridad?
-Una exigencia muy normal, muy educada, es que se apliquen las leyes. Punto. Por supuesto que nosotros no vamos a decir que, porque mataron, mátenlos. Es absurdo.
“Simplemente decimos ‘aplíquese la ley’ y el que la ha violentado que se le juzgue conforme a derecho, pero no dejar en el olvido tantas barbaridades que han pasado últimamente en el país”. La charla, vía telefónica, cerró con un “Dios le bendiga” del padre al reportero.
* Después del asesinato de los dos jesuitas en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, la violencia contra los sacerdotes no cesó. Hace un par de días, un sicario le dio una brutal paliza, por nada, al padre Mateo Calvillo Paz, de la Arquidiócesis de Morelia, cuando iba entrando a Querétaro.
De acuerdo al Centro Católico Multimedia, ya son siete los religiosos asesinados en lo que va del sexenio de AMLO.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), al convocar a una jornada de oración por la paz, sugirió a las parroquias de todo el país que en las misas del próximo domingo coloquen las fotos de las monjas y sacerdotes “que han dado su vida por el pueblo de Dios y han recibido la muerte violenta”.
López Obrador pidió a la Iglesia incluir en esa jornada de oración por la paz a los victimarios “que también son seres humanos”. Sugerencia innecesaria. El punto tres del comunicado del CEM dice:
“Como signo profético de nuestra Iglesia, las eucaristías del 31 de julio pedimos por los victimarios. Oremos por sus vidas y la conversión de sus corazones. Tendamos la mano para recibirlos con el corazón arrepentido en la casa de Dios”.
El llamado de los obispos no les pareció a los incondicionales de AMLO. Ahora sí exigen que se respete el artículo 130 de la Constitución, que ordena la separación del Estado y las iglesias. ¿Por qué no se lo piden a AMLO, que constantemente evoca a Jesucristo? Pareciera que olvidaron lo que su guía espiritual y social dijo en la mañanera del lunes:
“Si me piden que yo exprese cuál es mi dirigente social más admirado, al que respeto más por su entrega en favor de los desposeídos, es Jesús Cristo, que, de acuerdo a mi interpretación teológica, encabezó un movimiento en favor de los pobres y por eso los poderosos de su época lo seguían, lo llamaban alborotador, agitador del pueblo y lo crucificaron.
Sobran comentarios.
* Exgobernadores del PAN se reunieron ayer con Marko Cortés, jefe nacional del partido. Le llevaron una propuesta para poner en movimiento el partido, a fin de ganar las elecciones del 2024. La propuesta incluye abrir el partido de par en par a la ciudadanía, impulsar una candidatura de unidad y la agenda para una coalición: limpiar la casa, promover la unidad, impulsar candidaturas con trayectoria ética…
Al cónclave asistieron los exmandatarios de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña; Nuevo León, Fernando Canales; San Luis Potosí, Marcelo de los Santos; Juan Carlos Romero Hicks y Carlos Medina Plascencia, Guanajuato, y Marco Adame, Morelos.
“Fue un diálogo franco y directo. Dejamos claro que, si el partido no se abre y no se pone en movimiento ya, se pierde la oportunidad de construir una alternativa ciudadana y democrática para el 2024”, sintetizó Adame.