Jueves, Noviembre 28, 2024
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“Sabia virtud de conocer el tiempo”

Rafael Álvarez CorderoRafael Álvarez Cordero                                                            Viejo, mi querido viejo
 
 
 

 

Los inolvidables versos de Renato Leduc nos recuerdan a algunos personajes en la historia reciente de México, cuya inteligencia, decisión, voluntad y oportunidad lograron un cambio sustantivo en la vida nacional; menciono solamente a dos: María Marván, consejera electoral en el momento en que el IFE se transformó en INE y fue la única mujer presidenta del IFE, y José Woldenberg, quien fue presidente del Institutos de Estudios de la Transición Democrática y consejero presidente durante la primera renovación democrática del Congreso de la Unión, de 1996 a 2003. Ellos dos son ejemplo de esa “sabia virtud de conocer los tiempos”, ya que años antes no se podía hacer nada para ciudadanizar las elecciones, y ellos saben que, si se hubieran tardado más, tal vez nunca habríamos tenido el INE que ahora tenemos.

Y, es que al hacer un balance de lo que ocurrió el pasado domingo, el resultado más satisfactorio fue el que obtuvo el Instituto Nacional Electoral, su presidente consejero, todos sus miembros y los miles de ciudadanos que participaron en la preparación y realización de las elecciones. Hasta el más acérrimo enemigo del INE quedó callado, excepto la llamada “corcholata automática” (porque abre la boca y mete la pata). Todos debemos felicitar al INE y defenderlo ante las amenazas que siempre tendrá.

 

Pero al hacer el recuento del resultado electoral, vemos el triunfo de Morena y las derrotas mayores o menores de los demás partidos; a pesar de los discursos triunfalistas, la crisis política y moral de los partidos de oposición es innegable.

Han pasado casi cuatro años y ni los partidos ni sus dirigentes han sabido actuar, anclados en una mezcla de resentimiento y remordimiento, incapaces de hacer una reflexión profunda e inteligente sobre lo ocurrido, viven en el pasado, se lamen las heridas, acumulan rencores y callan como momias.

El problema no es el cuestionamiento del dirigente del PRI o los errores pasados del PAN o del PRD, el problema es que los partidos siguen siendo entes aislados, centralistas, alejados de los ciudadanos y no han creado una verdadera coalición; las declaraciones de Va por México son eso, declaraciones, y nada más.

Yo conozco y admiro a algunos militantes de la coalición opositora, pero esos garbanzos de a libra están opacados por una masa informe de militantes, y sólo vemos la ausencia real de un programa de acción, unas propuestas viables, un programa de gobierno, en suma: un proyecto de nación.

Uno de los indudables logros de la coalición opositora fue el triunfo sobre los proyectos del señor Presidente sobre la reforma eléctrica, por lo que se antojaría que esto se repetirá en relación con la reforma electoral y otras, pero hay que recordar que faltan unos meses para la campaña electoral y que la coalición no tiene ni programa ni ideas ni candidatos.

Y si a eso se junta que Movimiento Ciudadano —en el que también militan personajes valiosos que yo admiro—, ha decidido no aliarse al grupo opositor, pues las cuentan no salen, y si siguen así, los opositores entregarán la Presidencia a Morena.

Por eso digo que “sabia virtud de conocer el tiempo”, porque no es el tiempo de divagaciones y suposiciones esotéricas; si Movimiento Ciudadano viviera en Suecia, sus planteamientos serían viables, pero estamos en México, y no hay tiempo que perder, los mexicanos que queremos a 

México debemos jugar juntos para evitar que Morena siga ganando en el 2024.

Sabia virtud de conocer el tiempo; el tiempo es hoy, juntos, aun con nuestras diferencias, debemos actuar; a los mexicanos nos urgen planes, programas, proyectos viables para México y candidatos dignos que sepan conectar y convencer a los votantes.