Yuriria Sierra Nudo gordiano
“Lo estamos atendiendo”. “Lamentamos los hechos”. “No habrá impunidad”. “Ya se investiga”. “Hemos identificado a los involucrados”. “Pronto anunciaremos avances”. “Trabajaremos con todos los niveles de gobierno”. “Enviamos nuestro pésame a la familia de las víctimas”. “Ahora sí se registran los delitos”... podríamos seguir, seguir y seguir. Las anteriores son las frases recurrentes que escuchamos de las autoridades, lo mismo en Palacio Nacional que en edificios de gobierno estatales o ayuntamientos. Lo mismo dice un funcionario afiliado a Morena que uno del PRI, Acción Nacional o Movimiento Ciudadano. Respuestas para salir del paso y zanjar cuestionamientos respecto a la inseguridad, la violencia que, mes con mes, registra nuevos récords. Masacres, asesinatos, desapariciones, feminicidios o robos, la respuesta es siempre la misma.
Entre el viernes 20 y el domingo 22 de mayo, autoridades reportaron 266 homicidios. Es el tercer fin de semana más violento en lo que va de la administración de Andrés Manuel López Obrador, así va el resultado de los “abrazos y no balazos”. Se quedó atrás del registrado en octubre, con 273 asesinatos (entre el 9 y 11), y del sucedido hace poco más de un año, entre el 14 y 16 de mayo del 2021, donde se anotaron 280 ejecuciones. A los funcionarios ya no les asusta el número de delitos que se comenten al día. Uno u ochenta y dos les amerita la misma respuesta, pero también los mismos resultados. Mientras en Palacio Nacional celebran que los asesinatos durante abril llegaron a su nivel más bajo en cinco años, con una reducción de poco más de 17%, también informan que ese mismo mes, abril de 2022, ha sido el segundo más violento del año: 2 mil 547 ejecuciones y, para cada uno: “Lo estamos atendiendo”. “Lamentamos los hechos”. “No habrá impunidad”. “Ya se investiga”. “Hemos identificado a los involucrados”. “Pronto anunciaremos avances”. “Trabajaremos con todos los niveles de gobierno”. “Enviamos nuestro pésame a la familia de las víctimas”. “Ahora sí se registran los delitos”.
Insistimos, lo mismo a nivel federal que a nivel estatal. Hace unos días, Kaleb, un pequeño de tres años, fue asesinado dentro de una iglesia en Fresnillo, Zacatecas. No hubo comentario inmediato del gobernador, David Monreal, quien usa su cuenta de Twitter para mover actividades como si estuviera en campaña. Ni la muerte de un menor que estaba por celebrar su presentación le movió la agenda.
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