El presidente López Obrador envió el martes una iniciativa a la Cámara de Diputados, que, de aprobarse, devolvería el control de Compranet y el sistema de compras públicas consolidadas y no consolidadas a la Secretaría de la Función Pública.
Para algunos trasnochados propiciará crear una súper secretaría, en demérito de las atribuciones de la Secretaría de Hacienda. La realidad es una rectificación de eficiencia en la administración pública.
Tomó tal dimensión el especulómetro político por la decisión, que ha corrido alguna versión de la pronta salida del secretario de Hacienda, y que en su lugar subiría Juan Pablo de Botton, el jovenazo y súper AID (Artificial Intelligence Developer), subsecretario de Egreso
La otra rara versión fue que lo sacaban porque Pemex sigue sin resolverse, pero ésa no sólo es ilógica, es trasnochada, considerando que el gran problema que tiene este país es que el Presidente no ha querido quitar de su camino al dique que representa mantener a su amigo Octavio al frente de la petrolera.
De hecho, la iniciativa de reforma a la LFAP, propone que la SFP y no la Oficialía Mayor de Hacienda sea la que se encargue totalmente del proceso de compras del gobierno y, de paso, los nombramientos de los encargados de administración y finanzas pasarán por el VoBo del secretario.
¿Antes quién lo hacía? Si lo recuerda, la SFP. ¿Una marcha para atrás o una rectificación con sentido? Afirmo que es más lo segundo y, de paso, el secretario de Hacienda recupera a su Oficial Mayor (Thalía Lagunes) y, bueno, a lo mejor pasa a formar parte de las filas de la SFP. ¿Qué explica el cambio? La Bitácora Electrónica de Seguimiento de Adquisiciones. En seis meses, ha incorporado la vigilancia de los 1,470 contratos de la administración pública, que involucran recursos por 166 mil 461.7 millones de pesos.
Si considera que en Compranet se han registrado 56 mil contratos por 198 mil 397 millones de pesos, es muy probable que, para finales de este año, la BESA tenga la capacidad de vigilar a todos. Además, no hay un solo contrato que pague Botton que no tenga el registro de BESA si su valor es superior a 15 millones de pesos y, además de los 3, 421 funcionarios del gobierno que coordinan compras públicas, las controlan o son funcionarios de administración y finanzas (de ésos unos mil 56), están bajo el registro de la BESA.
Le comento esto porque la propuesta de regreso de funciones la realizaron de forma conjunta al Presidente, el secretario Ramírez de la O y el secretario Salcedo, dado que es más eficiente una adecuada vigilancia del sistema de compras con la ejecución del gasto público. Se llama coordinación.
Por el contrario, tener la Oficialía Mayor de Hacienda concentrando el sistema lo único que provoca es ineficiencia pública. Eso explica la iniciativa y no descarte que pudiera conllevar una propuesta morenista de periodo extraordinario pasadas las elecciones en junio.
Apunte final: ¿Usted cree que, si lo va a correr, el Presidente acudiría a la cena que anfitronea el secretario Ramírez de la O para recibir a los integrantes de la Sociedad de las Américas, justo cuando su gobierno está buscando todos los aliados para atraer inversión a México? Yo no, hay RO para rato.
DE FONDOS A FONDO
#Aeroméxico. Los resultados presentados por Aeroméxico tras su proceso de reestructura financiera y corporativa muestran un buen balance y con mucha caja, combinación adecuada para crecer. En el 1T/22 captó 88.4% más ingresos año contra año, lo que representa $12,902 mdp, y su capacidad (asientos ofrecidos) creció en 40 por ciento.
Hoy la compañía está valuada en US$2,564’000,000 y va retomando altura con una mejora en el resultado de operación de $2,681.3 mdp. En el mercado internacional, el más golpeado por la crisis de covid-19 y que ha registrado lenta recuperación, Aeroméxico ha mantenido un paso constante en ascenso. Los ingresos en este mercado crecieron casi 160% con un alza también en capacidad por 61% y, este primer trimestre redujo 6% adicional su costo por kilómetro.
ALICIA SALGADO