La palabra ha sido un medio por el que los seres humanos dejan huella; las sentencias y frases célebres pueblan el mundo., desde el Primum non nocere de Hipócrates, pasando por el “Sin embargo se mueve”, de Galileo; “Tierra a la vista” de Rodrigo de Triana; “El Estado soy yo” de Luis XIV; “Vamos a matar gachupines” de Miguel Hidalgo; “No estudio para saber más, sino para ignorar menos” de Sor Juana Inés de la Cruz; “Morir es nada si por la patria se muere” de Morelos; “Libre y sagrado el derecho de pensar” de Benito Juárez; “Tengo un sueño”, de Martin Luther King; “Perdona a tus enemigos, pero no olvides sus nombres” de John F. Kennedy, hasta “Sin democracia, la libertad es una quimera”, de Octavio Paz, incluso Imagine de John Lennon, son inolvidables.
La ley es la ley
Rafael Álvarez Cordero Viejo, mi querido viejo