No eran ni las siete de la mañana, faltaban unos minutos, cuando sucedió lo que hace unos años se pensó imposible: el primer avión comercial despegando desde una pista en la que entonces sólo era una base aérea militar, en Santa Lucía, municipio de Zumpango, Estado de México. Y su destino fue Villahermosa, Tabasco, porque a esta administración le gusta el simbolismo. Tres horas después, otro momento histórico: el primer vuelo comercial aterrizando también en el ya inaugurado Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Está hecho, no terminado, pero con la ceremonia de ayer lunes el megaproyecto de Andrés Manuel López Obrador queda materializado. La cancelación de la terminal en Texcoco fue el comienzo de este proceso que, nos guste o no, debe concluir con una prioridad por encima de cualquier otro interés: su funcionalidad.
Miércoles, Noviembre 27, 2024