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Por Bernabé López Padilla
LEYENDO una nota del periódico GRANMA del partido Comunista Cubano en donde recuerdan los acontecimientos de la planta nuclear de Chernobyl, se hace un recordatorio destacando como siempre lo que hizo Fidel Castro ante el desastre de Chernobyl que fue un accidente nuclear que ocurrió el 26 de abril de 1986 en el reactor No. 4 de la Planta de Energía Nuclear de Chernobyl, cerca de la ciudad de Pripyat en el norte de la RSS de Ucrania en la Unión Soviética.
Se considera el peor desastre nuclear de la historia tanto en costos como en víctimas. Es uno de los dos únicos accidentes de energía nuclear clasificados en siete, la gravedad máxima, en la Escala Internacional de Eventos Nucleares, el otro es el desastre nuclear de Fukushima Aichi de 2011 en Japón.
La respuesta de emergencia inicial, junto con la posterior descontaminación del medio ambiente, involucró a más de 500 000 personas y costó aproximadamente 18 000 millones de rublos soviéticos, aproximadamente 68 000 millones de dólares estadounidenses en 2019, ajustados por inflación.
El accidente se produjo durante una prueba de seguridad en la turbina de vapor de un reactor nuclear tipo RBMK. Durante una disminución planificada de la potencia del reactor en preparación para la prueba, la potencia de salida cayó inesperadamente a casi cero. Los operadores no pudieron restaurar el nivel de energía especificado por el programa de prueba, lo que puso al reactor en una condición inestable. Este riesgo no se hizo evidente en las instrucciones de funcionamiento, por lo que los operadores procedieron con la prueba. Al finalizar la prueba, los operadores activaron el apagado del reactor. Pero una combinación de negligencia del operador y fallas críticas de diseño había hecho que el reactor estuviera preparado para explotar. En lugar de apagarse, comenzó una reacción nuclear en cadena descontrolada liberando enormes cantidades de energía.
Bien, pues Granma hoy nos dice: “Nuestro país puso las instituciones de Salud a su servicio, y se atendieron más de 300 niños con enfermedades hematológicas, fundamentalmente leucemia, 136 con diferentes tumores, y se realizaron 14 operaciones complejas del corazón, dos trasplantes de riñón, seis de médula ósea, entre otros muchos tratamientos.
Todo se hizo gratuitamente, como expresión de amor y solidaridad, esos atributos que contrastan con quienes hoy envían miles de toneladas de armas a Ucrania, país convertido en rehén de la política hegemónica de ee. UU. y la otan, para enfrentar a Rusia.
El 2 de abril de 2010, con motivo del aniversario 20 del Programa de atención a niños afectados por las radiaciones de la planta nuclear de Chernóbil, en un acto en La Habana, el expresidente ucraniano, Leonid Kuchma, reconoció a Fidel como máximo inspirador de una obra humana que significó la atención a estos menores ucranianos.
En la ocasión, Kuchma dio a conocer el otorgamiento a Fidel de la Orden al Mérito de Primer Grado, y al entonces Presidente Raúl Castro, la Orden del Príncipe Yaroslav el Sabio, de Primer Grado.
Impuso distinciones a médicos, diplomáticos y colaboradores que contribuyeron a la consecución exitosa de ese programa, todos en función de salvar vidas de niños y jóvenes, esos que llevarán para siempre en sus corazones la huella imborrable de la amistad entre los pueblos de Ucrania y Cuba.
Hoy, cuando ese país vive momentos difíciles en una guerra provocada desde Estados Unidos y la otan, a la memoria llegan aquellos momentos de llantos y alegrías de niños venidos con sus familiares desde el lejano país, a quienes Cuba les entregaba parte de lo que tenía, para salvarles sus vidas.
A esos ucranianos los recordamos en momentos como hoy, y junto a ellos pedimos que la guerra termine y que aquel país se incorpore a la comunidad internacional sin aspiraciones bélicas y con un carácter neutral que no debe cambiar, por mucho que los impulsores del odio y la confrontación, es decir, el Gobierno de Estados Unidos y la otan, quieran llevarla por el camino equivocado, como rehén de sus políticas expansionistas.”
Hasta aquí lo que copiamos de Granma.
No cabe duda que todo es del color del cristal con que se mira, hace poco Vladimir Putin habló con Miguel Diaz Canel, presidente de Cuba, que fue lo que se dijeron, sólo ellos lo saben, puesto que como comunistas que son, tienen planes semejantes, aves del mismo plumaje siempre vuelan juntas, tal vez le dio un mensaje para que se lo pasara al presidente de México, o de otra nación comunista y lo decimos así, porque de acuerdo con muchos paises, México es un país comunista ya, puesto que quien lo gobierna es comunista, aunque él se autollama “liberal” y llama conservadores a quienes están a favor del capitalismo, así de simple.
Como podemos observar los cubanos culpan a EE UU y a la OTAN de la invasión de Rusia a Ucrania; o sea la víctima es Rusia y se quejan de que la OTAN y EE UU les estén enviando TONELADAS DE ARMAS a Ucrania, o sea, no quieren que Ucrania se defienda, sólo les faltó poner envíenle sogas para que se amarren unos a otros y se entreguen a los rusos.
Dan vergüenza esas noticias periodísticas.
Simplemente en la ONU pudieron atenderse las acusaciones de Rusia de la supuesta expansión de la OTAN que ciertamente la usa como su instrumento EE UU, pero, por la vía diplomática era más fácil evitar confrontaciones como la actual que ya afectó a un país que es Ucrania y afecta también a RUSIA, pero entre las patas se está llevando a muchos paises más, aun estando muy lejanos, como es el caso de México.