Francisco Garfias Arsenal
Parecía que Lorenzo Córdova se había metido a la boca del lobo: un foro sobre la reforma política en la Cuarta Transformación. Alternaría básicamente con integrantes del ala dura de Morena.
Los mismos que afirman que tiene secuestrado al INE, junto con el consejero Ciro Murayama; los mismos que sostienen que México tiene el órgano electoral más caro del mundo; los mismos que reclaman un árbitro electoral a modo.
No eran buenos los augurios para el consejero presidente del INE. En el ambiente flotaban los “agravios” del INE a Morena —así los llamó el senador José Narro—:
El retiro de las candidaturas de Félix Salgado, Guerrero, y Raúl Morón, Michoacán, por no reportar gastos de precampaña; la multa por el diezmo cobrado por Delfina Gómez.
Pero, también el jaloneo alrededor de la revocación de mandato que llevó al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, a buscar cárcel para los consejeros electorales que votaron el aplazamiento de la consulta sobre revocación de mandato, por no contar con recursos suficientes para realizar el ejercicio con seriedad.
* Córdova no se amilanó. No sólo balconeó las mentiras de Morena alrededor del altísimo costo del instituto, sin que nadie lo rebatiera, sino que respondió con un “pregúntenle a los otro nueve consejeros”, a la afirmación de que Murayama y él tienen secuestrado el instituto.
El consejero habló con franqueza sobre la reforma política que promueve el mismísimo Presidente de la República:
“Si la reforma va a lastimar la equidad en las contiendas, si va a mermar la capacidad democrática de la representación, si va a disminuir las garantías del voto libre, si va a provocar que no tengamos elecciones ciertas y confiables y si lastima la autonomía y la independencia de las autoridades electorales, no vale la pena…”.
En el estrado, Citlalli Hernández, secretaria general de ese partido; Antares Vázquez, senadora identificada con el grupo de Martí Batres; los senadores José Narro Céspedes, convocante, y Ovidio Peralta; el exsenador Raymundo Cárdenas, hoy consultor independiente, y Diego Alberto Hernández, secretario de Difusión y Propaganda del guinda.
En el programa estaba anunciada una sesión de preguntas y respuestas que no se realizó. No hubo explicaciones.
* Citlalli fue ruda en su intervención: “Al INE le falta pueblo. Los consejeros Lorenzo Córdova y Ciro Murayama no han estado a la altura. El INE está secuestrado por dos consejeros”, dijo.
Fue más lejos. Sugirió implementar controles sobre los órganos electorales. Suficiente para llevarse las cabezas de las notas sobre el evento, publicadas en los portales.
Córdova respondió en rueda de prensa: “El control sobre el Instituto Nacional Electoral está franco y abierto. Se ejerce cotidianamente por parte de los partidos políticos; por ciudadanas y ciudadanos que recurren a las instancias del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Si el tema fuera quién controla al Tribunal Electoral, entramos en el dilema de quién controla al controlador”.
Le preguntamos si no sentía que Morena y sus aliados iban por el INE en la reforma político-electoral que plantea el Presidente. Respondió:
“El INE es una institución muy fuerte que goza de cabal salud y, sobre todo, goza de un amplísimo respaldo ciudadano. Es la institución civil del Estado que más confianza tiene por parte de la ciudadanía.
“Estamos rondando niveles de confianza de entre el 65 y el 70 por ciento. Ninguna otra institución civil tiene esos índices de confianza. Ésa es la fortaleza principal. No quiero pensar que haya una intención de dinamitar”.
* El tono de Citlalli Hernández, por cierto, fue otro en las declaracionesque nos dio al término del evento: