Raúl Cremoux
Otros ángulos
Jamás imaginé que ese frasquito de tapa verde y paredes oscuras que tantas veces tuve en las manos desde que era un niño contuviera los elementos salvadores que ahora ha descubierto un gran funcionario mexicano.
Con frecuencia le he oído externar que las vacunas, no importa la marca ni la dosis, son fundamentales para salvar la vida de las personas mayores, especialmente las que son aquejadas con enfermedades crónicas, quienes tienen sobrepeso, diabetes e hipertensión, pero, cuando se refiere a los niños, ha dicho recientemente en diciembre que nunca se las pondría a sus nietos. Así en forma determinante. Hace unos cuantos días, el doctor Jorge Alcocer Varela, quien es el secretario de Salud, nos comunicó que los niños, estén afectados de cáncer o no, haya o no medicinas para ellos, pueden salir victoriosos ante el ataque del covid-19, especialmente de la variante ómicron, si se les administra un poco de Vick VapoRub. Sí, de ese ungüento tópico, cuya receta indica una composición de alcanfor, mentol y eucalipto. Si al niño se le suministra un poco de té, el infante afectado estará curado.
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Quien lo dice ha sido investigador del Instituto Nacional de Nutrición, la joya de la corona de nuestros institutos de salud, secretario del ramo y Premio Nacional de Ciencias y Artes 2015, en el área de Ciencias Físico Matemáticas y Naturales. Sus credenciales son de un profesional serio, reconocido y sólido, tanto que el Presidente de la República le ha conferido una altísima responsabilidad. No es gratuito que numerosos médicos nacionales y ya algunos extranjeros, especialmente de América Latina, hayan levantado las cejas y de este modo expresar, primero su sorpresa y con ello su admiración.