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López Obrador quiere mexicanizar a Banamex

14 ENE, 2022

Los bancos extranjeros no reinvierten sus utilidades en México.

Desde el piso de remates

 

MARICARMEN CORTÉS

 

Aún enfermo de covid-19 —covidcito—, pero ya muy recuperado, el presidente López Obrador subió a su cuenta de Twitter un nuevo video en el que vuelve a minimizar los efectos de la variante ómicron porque él se siente muy bien y, desde luego, se refirió a la venta de Banamex enfatizando que salirse de la banca de menudeo es una decisión que Citigroup ha tomado en otros países y que no se debe interpretar que se debe a que están mal las cosas en México.

No sorprendió tampoco que en forma abierta, López Obrador haya mostrado su preferencia porque Banamex se quede en manos mexicanas, aunque sostuvo que no es chauvinista y no se impedirá la participación de grupos extranjeros. E insistió en que “sería algo muy bueno que se logre mexicanizar este banco que era propiedad de mexicanos”.

 
Habría que precisar en primer lugar que la decisión de la venta de Banamex es de sus actuales dueños, es decir, de Citigroup y que, además, el gobierno no puede impedir la participación de extranjeros, porque violaría no sólo el T-MEC, sino varios tratados internacionales.

En realidad, el Banco Nacional de México surgió en 1884 del Banco Nacional Mexicano en el que participaban inversionistas franceses y del Banco Mercantil Mexicano que era propiedad de empresarios mexicanos y españoles.

Sin mencionar a Roberto Hernández
y Alfredo Harp Helú, que compraron Banamex tras la estatización de la banca, ni al Fobaproa, sí recordó que se vendió en 2001 en el sexenio de Vicente Fox sin pagar impuestos porque, efectivamente, fue una muy cuestionable operación que se realizó en la Bolsa Mexicana de Valores, que entonces era legal y efectivamente no pagaron impuestos.

Y más vale que Citi se ponga las pilas porque, véndase a quien se venda, ahora sí tendrán que pagar impuestos y la operación será vigilada con lupa por Raquel Buenrostro, jefa del SAT.


DESTAPA A POSTORES

Como su pecho no es bodega, mencionó a los posibles compradores de Banamex. “Celebro —dijo— que Ricardo Salinas Pliego haya manifestado su interés en comprarlo” y aseguró que sí tiene los recursos.

Mencionó entre los posibles postores a Carlos Hank González, presidente de Banorte —banco, por cierto, que tiene una gran inversión extranjera— y que por su tamaño podría ser cuestionado por la Cofece, aunque evidentemente no por la Secretaría de Hacienda.

Incluyó a Carlos Slim de Inbursa, quien aún no se ha pronunciado sobre la compra de Banamex, y en el mensaje de López Obrador hubo dos sorpresas: la primera es que reveló que José Javier
Garza Calderón, de Nuevo León,  quien ya le manifestó su interés por comprar Banamex junto con otros empresarios.

La segunda sorpresa es que aun con covid-19, estaba acompañado de los secretarios de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y de Gobernación, Adán Augusto López, cuando la primera recomendación de los positivos es que se aíslen.


¿NO HAY FUGA DE CAPITALES?

Una de las razones que esgrimió López Obrador para preferir que Banamex se quede en manos mexicanas es que los bancos extranjeros no reinvierten sus utilidades en México.

Aseguró que no es válido hablar de fuga de capitales porque son utilidades que no reinvierten en México, pero en 2021 disminuyó 257,601 mdp la cartera de valores gubernamentales en manos extranjeras.