Yuriria Sierra
Nudo gordiano
No habrá cierre de actividades, nos repiten las autoridades. Basta salir cinco minutos al tránsito y confirmar que la vida regresó al ritmo prepandémico. Nuestro país, como Estados Unidos, ven imposible un confinamiento en la víspera, aunque en ella haya mucha incertidumbre. Nos despertamos ayer con la confirmación de que en México hay, al menos, 23 casos de covid-19 a causa de la variante ómicron. La información llegó luego de que la plataforma GISAID subió la cifra, aunque ella da como positivos los casos que hasta ayer por la mañana para Hugo López-Gatell sólo estaban bajo observación. Las alarmas en el mundo corren, aun cuando todavía la precisión respecto al comportamiento de esta variante es escasa: nos aseguran que es más transmisible, pero se deben esperar más datos para tener certeza de qué tanto, que si libra la eficacia de algunas vacunas o fármacos, que si es necesaria una dosis de refuerzo, que si afecta más a la población más joven o, incluso, hasta obviedades como que es más fácil que afecte a personas no vacunadas. Otra vez, el mar de dudas y la paradoja de saber hasta dónde podemos seguir e intentar recuperar nuestra vida, la que teníamos antes de la aparición del primer SARS-CoV-2.
“Tenemos que preocuparnos por la variante ómicron, pero no entrar en pánico…”, expresó Joe Biden al mediodía de este martes. La nueva variante es ya la predominante en Estados Unidos, causante de 7 de cada 10 nuevas infecciones; sin embargo, el presidente estadunidense tampoco ve en el horizonte otros días de encierro. El avance en la vacunación le permite apostar por la promoción de las medidas sanitarias y aprovechar el momento para atacar esta otra epidemia, la de la desinformación, en la que se sustenta la postura antivacunas. Ayer mismo, autoridades en Nueva York anunciaron una compensación para quienes acudan a vacunarse por primera vez. Con más de 200 millones de personas inmunizadas, están lejos de sentirse satisfechos con sus números, pues, con todo y que incluso han comenzado la inmunización de menores, ve en las personas que no se han protegido el principal frente ante una posible alza de la ocupación hospitalaria: “Si no está completamente vacunado, tiene buenas razones para preocuparse (...) Tienen un alto riesgo de enfermarse. Casi todas las personas que han muerto de covid-19 en los últimos meses no han sido vacunadas (...) Tenemos una pandemia para los que no se han vacunado: es así de básico, así de simple…”, expresó Biden desde la Casa Blanca.
Aunque en otras regiones del mundo las decisiones han sido más drásticas, como en Holanda, donde esta semana iniciaron un periodo de confinamiento de 25 días, la incertidumbre va en el mismo sentido. La llegada de ómicron nos pone de nuevo al espejo: si hace un año muchos pasamos las fiestas en soledad, de nuestro comportamiento depende que esa postal ya no se repita, que tampoco haya largas filas buscando una cama de hospital o un tanque de oxígeno, por decir sólo algo.
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