Parece que fue ayer cuando escuchaba a Don Jorge Marrón decir: “El tiempo se va volando”. Pero ¿quien es ese señor? dirán muchos, incluso los viejitos de mi edad o los que ya rebasaron la línea de los 50 años. Y ni modo de decirles: “el grillo cantor”.
Pues bien Don Jorge Marrón Erostarbe fue conocido en el mundo de la farándula como el DR. I.Q.; quien durante muchos años de los 50 a los 60s. tuvo el programa de radio más productivo de México y tal vez de América en la XEW la voz de la América latina desde México. Pronto tocaremos ese tema.
Hoy, sólo recordamos su frase célebre porque se están yendo mis ídolos del béisbol.
Todavía recuerdo al gran Cangurito Amaro jugando el short stop de los Venados de Mazatlán y en la segunda Alfredo Yaki Ríos, en la tercera base el zacatillo Guerrero, en los jardines Felipe Montemayor al centro, Epitacio “La Mala” Torres en el derecho y en el izquierdo El Pajarito Guerrero, cátcher Beto Palafox, y el primera base era un gringo que le decían el 7 leguas. Era domingo en la mañana, por Mochis estaba el zurdo de Tacubaya Memo Luna arriba de la loma de los disparos, recibiéndole Guillermo Frayde, el bachichas, en la primera Pasitos Echeverría, Alex Grandcollas en la segunda, el jilote Bob Rice en la tercera, Roberto Montelongo al short, Cuco Toledo al left, Duke Carmel al center y Walter Mathews al right fielder….
El 7 leguas era nada menos que Dick Hall, que en esa temporada venía de pitcher después de haber impuesto record como jonronero en otra temporada anterior, dio 20 para la calle, el tipo media más de 2 metros y lo mismo Memo Garibay lo metía de emergente que lo ponía en la segunda base o la primera; y recuerdo bien que Lino Donoso tiró por Mazatlán.
Ese juego matutino se distinguió por las atrapadas que hicieron Rubén Amaro y el Duke Carmel, Amaro le robó dos hits a los Cañeros, uno yéndose al hueco entre tercera y short y otro le quitó un seguro hit a Cuco Toledo que iba por arriba de la segunda base. Toledo corría muy rápido pero el ampáyer dijo out y así se quedó por más que se le discutió. El jefe de ampáyeres Manuel “ZEnona”Castro amenazó con expulsar a Manuel Magallón, que me parece era el coach de primera, y así quedó; Amaro ya para entonces andaba jugando en la MLB; y la otra atrapada, fue de Carmel que le quitó un jonrón a Montemayor allá en el fondo del jardín central, prácticamente sacó la pelota del otro lado.
IMAGEN DE CUANDO SE RETIRO SU NÚMERO DEL AGUILAS DE ZULIA EN VENEZUELA.
Ayer murió Ruben quien cumpliría 80 años el 1º. De junio próximo, nació en 1936 en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Fue sin duda un gran pelotero defensivo, lo suyo no fue el bateo, jugó 11 temporadas y a los 33 años cuando muchos están en su apogeo el se retiró y siguió en el beisbol profesional en otras actividades, hasta el 2016, o sea a los 79 años todavía andaba trabajando en el béisbol profesional seguramente de scout.
Nuestro paisano, hijo de padres cubanos, la última vez que platiqué con él fue en la serie del Caribe en Mazatlán allá por 1978, el venía con Venezuela como coach, y mientras esperaban el autobús que los llevaría al aeropuerto para abordar el avión charter rumbo a Venezuela, lo saludé y le recordé los tiempos aquellos en que jugaba para Venados y que yo le limpiaba sus zapatos en el lobby del hotel al que llegaban los Venados y, nos reímos mucho cuando le expresé que sólo yo era el menso que le boleaba los zapatos a Dick Hall, porque tiene tamaña “patota”. Esa vez me di cuenta que Amaro poseía muy buena educación y sabía tratar con mucha decencia a la prensa deportiva y a los peloteros.
Rubén se casó con la hija del dueño de los Aguilas del Zulia, un señor de apellido Machado, millonario como imaginará usted, así que fue hombre inteligente. R.I.P.