Federico Reyes Heroles
Sextante El único elemento verdaderamente
no renovable en la vida es el tiempo.
Carlos Castillo Peraza
Qué tristeza –dijo con pesadumbre– llegar al 2024 y darnos cuenta del tiempo que perdió México. Su expresión me sorprendió. Siempre ha sido optimista y, de hecho, en la conversación lo fue, pero… y el tiempo perdido.
Hacía meses que no charlábamos así, largo y sabroso. No es un hombre de partido, tampoco se fascina con la política. Pero como puma de hueso azul y grana, siempre está inmerso en la política, en los cambios del mundo y, por supuesto, en la tecnología, su pasión. Lo suyo ha sido la ingeniería, es un empresario feliz de serlo. Comenzamos hablando de las energías renovables, había aparecido la nota de la gigantesca planta de energía solar que se construye en Chile. Le comenté haber visitado una similar cerca de Sevilla. Reflejan o refractan luz solar, afirmé con duda, refractan, me dijo. Una torre central rodeada en 360º por espejos que se ajustan. Arriba hay un depósito de agua que calientan para mover una turbina. Fantástico.
Brincamos a los autos híbridos y eléctricos, del anuncio de varias de las mayores plantas automotrices que se comprometieron a metas de fabricación de autos limpios muy elevadas y en el corto plazo. Llegaron mucho antes de lo esperado, qué gusto. Los híbridos están caros todavía, pero mi próximo vehículo será limpio. Después comentamos de las dificultades para garantizar el abasto eléctrico en nuestro país, el tamaño, las distancias, la orografía. Y soltó una carcajada: y nosotros construyendo refinerías y quemando combustóleo. Quién va a ganar –se preguntó–, el sentido común o el dogma. Pemex y CFE deberían seguir a BP, Repsol, Total o Shell, que ya se comprometieron a cero emisiones en 2050. A poco creen que los gringos y los canadienses van a aceptar que México camine para atrás. Otra vez llegaremos, pero tarde.
Su optimismo resurgió con sarcasmo, la consulta sobre expresidentes fue un fracaso, el Tribunal Electoral ya les dio un manotazo, con la Corte ya no pudo, los que él mismo postuló ya cobraron distancia. En Banxico va a ganar la sensatez y el realismo, no él. Ridículo dijo de la caída de Herrera. Sabes qué, me dice, mis exportaciones a EU se están recuperando y rápido, ensambla filtros metálicos. Qué darían otros países por tener nuestra cercanía. Vamos a salir adelante a pesar de la testarudez. Por cierto, ingeniero químico de origen, pero lee poesía, algo muy extraño.
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