Las pruebas de que existe una seria posibilidad de que grupos criminales hoy ocupan puestos relevantes como autoridades en los municipios, incluso en estados, son cada vez más evidentes. Un video en donde Gastón Arriaga, líder de Morena en Tamaulipas, hace gala con plena alegoría del triunfo y su fortaleza al abrigo de criminales. Se graba gritando vivas al Cártel del Golfo, es absoluto el descaro y la libertad con la que se exponen sin ningún decoro los aliados al crimen y los mayores provocadores a una estrategia por demás criticada al gobierno federal. Los grupos criminales empiezan a tener control en la vida pública y política de nuestro país, tal como fue denunciado por muchas voces en las elecciones pasadas. La permisividad y la seguridad de que no serán ni perseguidos ni detenidos, les da la libertad de seguir llevando a cabo jugosos e ilegales negocios bien diversificados a lo largo de todo México, permitiendo que crezcan las filas de estos grupos criminales.
Grupos o cárteles que finalmente luchan por ganar territorios llevando a cabo una guerra sangrienta entre ellos. Filas que actualmente llenan con jóvenes expuestos por falta de trabajo, de algún ingreso, pero sobre todo, necesitados por pertenecer a grupos poderosos capaces de controlar pueblos enteros. Niños que con tan sólo 13 o 14 años portan orgullosos el uniforme y armamento que les ofrece la seguridad que nunca han tenido, puesta en un arma en la mano. Ése es nuestro México de ahora y de antes, ésa es la juventud que se está fortaleciendo ahora, pero que existe desde antes.
No hay mejores oportunidades, no hay programas que puedan competir con lo que les ofrecen los criminales, olvidan que su futuro les pertenece a los líderes en turno o a la muerte, porque nunca tendrán la posibilidad de elegir un camino distinto. Son los jóvenes del México del mañana y lamentablemente la solución a la reconstrucción del tejido social está sólo en el discurso de los políticos y en las buenas intenciones de la sociedad en general, porque en realidad es responsabilidad de todos cambiar el destino de nuestros niños y jóvenes con familias más fortalecidas e integradas. Estamos entrando a un callejón sin salida, porque en la medida en que se insista en la estrategia de abrazos y no balazos, crecerán por la inacción los cárteles que hacen de México un país famoso en el mundo por sus exitosas series televisivas, pero que se aleja cada vez más de las oportunidades que da un país en paz que cuida de la seguridad e integridad de sus ciudadanos.
La SSPC dirige desde su escritorio, no recorre los sitios a los que llaman calientes para escuchar a los pobladores que a gritos piden apoyo para defender sus casas, su familia y sus pueblos. Habla de corrupción en cada oportunidad que se tiene, sin reconocer que es corrupción ocupar un puesto sin experiencia ni capacidad. Mientras ella habla de avances inexistentes e índices delincuenciales a la baja, Cancún le da la bienvenida al Batallón Turístico con una balacera provocada por un grupo de delincuentes que llegaron nuevamente del mar. El pánico entre turistas fue total, pero su sorpresa al ver que los uniformados no pueden reaccionar frente a modernos piratas fue superior.
DE IMAGINARIA
Ninguna tranquilidad genera para los visitantes que quieren disfrutar de nuestro hermoso Mar Caribe, verse rodeados por decenas de hombres uniformados con armas largas, mientras no haya consecuencias ni operaciones ofensivas, la GN sólo está expuesta en condiciones difíciles para trabajar y descansar, la estrategia no puede seguir siendo la misma. La realidad obligará a la SSPC a cambiar de protocolo o a renunciar.