Javier Aparicio
Aunque durante las campañas de hace unos meses se decía que las principales reformas para la transformación del país ya estaban en marcha, tras las pasadas elecciones legislativas, el presidente López Obrador anunció que enviaría tres iniciativas de reforma constitucional: una en materia eléctrica, otra sobre seguridad y Guardia Nacional, y una reforma político-electoral para renovar a los organismos electorales y, de paso, eliminar diputaciones de representación proporcional. A pesar de tratarse de tres ámbitos diferentes, estas tres reformas tienen un muy claro común denonimador: aumentar y concentrar aún más el poder político y económico del gobierno en turno.